La Policía de Irlanda del Norte arrestó a dos jóvenes por la muerte de una periodista en los disturbios en Londonderry
Están detenidos en virtud de la legislación antiterrorista y fueron trasladados a una comisaría de Belfast para ser interrogados
Infobae
La policía norirlandesa anunció este sábado la detención de dos jóvenes de 18 y 19 años por la muerte a tiros de una periodista la noche del jueves en los disturbios de la ciudad norirlandesa de Londonderry.
Los dos hombres están detenidos en virtud de la legislación antiterrorista y fueron trasladados a una comisaría de Belfast para ser interrogados, precisó la policía de Irlanda del Norte (PSNI).
"Ya recibimos un gran número de llamadas e informaciones", declaró uno de los investigadores, Jason Murphy, en un comunicado.
"La gente vio al tirador", añadió. "Las respuestas a lo ocurrido (…) están en la población local. Pido a la gente que hagan lo que correcto por Lyra McKee, por su familia y por la ciudad de Londonderry, y que nos ayuden a acabar con esta locura".
Según el comisario en jefe adjunto de la policía norirlandesa, Mark Hamilton, McKee, de 29 años, murió por los disparos de un hombre que abrió fuego contra los agentes que intervenían en los disturbios del barrio de Creggan, donde se incendiaron dos vehículos de los agentes y les lanzaron medio centenar de artefactos incendiarios.
Fragilidad de la paz
La periodista murió en el hospital como consecuencia de sus heridas, explicó Hamilton el viernes en una conferencia de prensa en Londonderry, culpando "a disidentes republicanos violentos" y "muy probablemente al Nuevo IRA", una de las organizaciones disidentes del histórico Ejército Republicano Irlandés.
Según la agencia literaria Janklow & Nesbit, que la representaba, McKee nació en Belfast y escribió mucho sobre el conflicto norirlandés y sus consecuencias. El jueves por la noche publicó en Twitter una foto en la que parecían verse enfrentamientos en Londonderry con las palabras "Totalmente increíble".
Estos episodios violentos se produjeron antes del fin de semana de Pascua, durante el cual los republicanos celebran el gran levantamiento independentista de 1916 contra los británicos.
Ubicado en la frontera con Irlanda, Londonderry, llamado Derry por los republicanos que desean independizarse del Reino Unido y unirse a la república irlandesa, es famoso por el "Domingo Sangriento" del 30 de enero de 1972.
Aquel día, soldados británicos abrieron fuego contra los participantes en una marcha pacífica, matando a 14 personas en el apogeo del conflicto norirlandés, que dejó unos 3.500 muertos a lo largo de tres décadas.
En enero, la explosión de un coche bomba en Londonderry ya despertó temor a un nuevo estallido de violencia por parte de grupos armados, en un momento tenso y de incertidumbre por el Brexit y la posibilidad de que vuelvan los controles policiales y aduaneros a la frontera entre la provincia británica e Irlanda.
"El trágico asesinato de Lyra McKee la pasada noche es un recordatorio de lo frágil que aún es la paz en Irlanda del Norte", escribió en Twitter el responsable europeo en las negociaciones del Brexit, Michel Barnier, instando a "trabajar todos juntos para preservar los logros del Acuerdo del Viernes Santo".
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La policía norirlandesa anunció este sábado la detención de dos jóvenes de 18 y 19 años por la muerte a tiros de una periodista la noche del jueves en los disturbios de la ciudad norirlandesa de Londonderry.
Los dos hombres están detenidos en virtud de la legislación antiterrorista y fueron trasladados a una comisaría de Belfast para ser interrogados, precisó la policía de Irlanda del Norte (PSNI).
"Ya recibimos un gran número de llamadas e informaciones", declaró uno de los investigadores, Jason Murphy, en un comunicado.
"La gente vio al tirador", añadió. "Las respuestas a lo ocurrido (…) están en la población local. Pido a la gente que hagan lo que correcto por Lyra McKee, por su familia y por la ciudad de Londonderry, y que nos ayuden a acabar con esta locura".
Según el comisario en jefe adjunto de la policía norirlandesa, Mark Hamilton, McKee, de 29 años, murió por los disparos de un hombre que abrió fuego contra los agentes que intervenían en los disturbios del barrio de Creggan, donde se incendiaron dos vehículos de los agentes y les lanzaron medio centenar de artefactos incendiarios.
Fragilidad de la paz
La periodista murió en el hospital como consecuencia de sus heridas, explicó Hamilton el viernes en una conferencia de prensa en Londonderry, culpando "a disidentes republicanos violentos" y "muy probablemente al Nuevo IRA", una de las organizaciones disidentes del histórico Ejército Republicano Irlandés.
Según la agencia literaria Janklow & Nesbit, que la representaba, McKee nació en Belfast y escribió mucho sobre el conflicto norirlandés y sus consecuencias. El jueves por la noche publicó en Twitter una foto en la que parecían verse enfrentamientos en Londonderry con las palabras "Totalmente increíble".
Estos episodios violentos se produjeron antes del fin de semana de Pascua, durante el cual los republicanos celebran el gran levantamiento independentista de 1916 contra los británicos.
Ubicado en la frontera con Irlanda, Londonderry, llamado Derry por los republicanos que desean independizarse del Reino Unido y unirse a la república irlandesa, es famoso por el "Domingo Sangriento" del 30 de enero de 1972.
Aquel día, soldados británicos abrieron fuego contra los participantes en una marcha pacífica, matando a 14 personas en el apogeo del conflicto norirlandés, que dejó unos 3.500 muertos a lo largo de tres décadas.
En enero, la explosión de un coche bomba en Londonderry ya despertó temor a un nuevo estallido de violencia por parte de grupos armados, en un momento tenso y de incertidumbre por el Brexit y la posibilidad de que vuelvan los controles policiales y aduaneros a la frontera entre la provincia británica e Irlanda.
"El trágico asesinato de Lyra McKee la pasada noche es un recordatorio de lo frágil que aún es la paz en Irlanda del Norte", escribió en Twitter el responsable europeo en las negociaciones del Brexit, Michel Barnier, instando a "trabajar todos juntos para preservar los logros del Acuerdo del Viernes Santo".