La polémica lanzada por el filósofo preferido de Jair Bolsonaro en torno al ascenso del nazismo

Olavo de Carvalho habló en Twitter y Facebook sobre el presunto plan maestro de Josef Stalin, líder de la Unión Soviética, para forzar a Adolf Hitler a comenzar la Segunda Guerra Mundial. Esto se hizo "para llegar al resultado que efectivamente se produjo: la ocupación de la mitad de Europa por la dictadura soviética", consideró el polémico intelectual

Infobae
El filósofo brasileño Olavo de Carvalho, uno de los intelectuales preferidos del presidente Jair Bolsonaro, provocó el sábado una polémica en redes sociales al señalar que el ascenso del nazismo y la Segunda Guerra Mundial fueron un plan del dictador soviético Josef Stalin "para ocupar la mitad de Europa", un día antes del aniversario 55° del golpe de Estado en Brasil.



El controvertido autor del libro "Lo mínimo que se necesita saber para no ser un idiota", que Bolsonaro colocó en su escritorio cuando dio su discurso de victoria en las elecciones de octubre, sacudió a sus seguidores y detractores en Twitter adhiriendo a una polémica teoría revisionista sobre el origen del conflicto más brutal en la historia del mundo.

"El ascenso del nazismo y la Segunda Guerra Mundial fueron planeados con gran anticipación por Stalin para llegar al resultado que efectivamente se produjo: la ocupación de la mitad de Europa por la dictadura soviética", expresó Olavo de Carvalho.

Además, el también astrólogo de 71 años nacido en Campinas y radicado en los Estados Unidos cuyas recomendaciones han incluso perfilado el gabinete de Bolsonaro, profundizó sus ideas en una publicación en Facebook, considerado a la Unión Soviética como "aún más sangrienta que el nazismo".

"Esta tesis hace de Stalin el mayor estratega de todos los tiempos", consideró Olavo de Carvalho, para luego citar a Ernst Topitsch, Joachim Hoffman y Victor Suvorov como los principales expositores de la teoría. "Para formularla [Topitsch] no tuvo acceso a documentos inéditos y usó apenas el análisis sociológico. Más tarde la apertura de archivos soviéticos dio una comprobación avasalladora de su tesis por ejemplo en los libros de Hoffman y Suvorov. Eso es genialidad", agregó.

El austriaco Topitsch, ex profesor en la universidad de Graz fallecido en 2003, fue uno de los primeros en escribir sobre un supuesto plan de Stalin para tentar a Alemania a una invasión (la Operación Barbarroja de 1941) con el fin de tener una excusa para ocupar Europa y someterla al comunismo, a pesar de que esa invasión casi llevó a la Unión Soviética al colapso. Lo hizo en su libro de 1985 "Stalins Krieg", o "La guerra de Stalin".
Soldados alemanes marchan en la Unión Soviética junto a tropas del ejército rojo recién capturadas, al inicio de la Operación Barbarroja de 1941
Soldados alemanes marchan en la Unión Soviética junto a tropas del ejército rojo recién capturadas, al inicio de la Operación Barbarroja de 1941

De acuerdo a esta teoría, Stalin habría comenzado a gestar su plan en la década de 1920 como parte de una estratagema para destruir el mundo capitalista poniendo a sus principales promotores en guerra entre ellos mismos. Luego la Unión Soviética podría intervenir derrotando a las potencias occidentales y ocupando toda Europa, que pasaría a ser comunista.

El pacto entre la Alemania nazi y la Unión Soviética de 1939, luego roto por Berlín, es prueba de esto, de acuerdo a Topitsch, y Adolf Hitler se vio obligado a lanzar un ataque preventivo sobre la Unión Soviética, a pesar de que el dictador "en su corazón, tenía un miedo profundo a la guerra", consideró el autor.

"La segunda guerra mundial fue esencialmente un ataque soviético sobre las democracias occidentales, en el que Alemania y Japón sirvieron apenas como substitutos militares", concluyó.

Desde su publicación, "La guerra de Stalin" ha sido criticado por su falta de rigor y la baja calidad de sus argumentos especulativos sin base documental, basados en posturas polémicas.

"Este libro no merece ser tomado en serio", indicó la reseña de 1987 publicada por el New York Times.

Pero se convirtió rápidamente en un éxito entre los miembros más extremos de la ultraderecha, que lo veían como una reinvindicación de una "gesta anticomunista" presuntamente lanzada por Hitler para el bien de toda Europa, así como también en los círculos de historiadores revisionistas y entre los negadores del Holocausto, interesados en relativizar el nazismo y cargar contra la Unión Soviética.

El alemán Hoffman y el ruso Suvorov, también citados por Olavo de Carvalho, han investigado sobre la posibilidad de que Stalin se hubiera estado preparando para una guerra con Alemania y que la Operación Barbarroja podría ser considerada como preventiva, una tesis muy debatida entre los historiadores. Pero no han llegado a los extremos de Topitsch, aunque como él son nombres regularmente citados en círculos de la ultraderecha, como el califroniano Institute for Historical Review (Instituto para la Revisión Histórica), vinculado a sectores neonazis.

La publicación del filósofo brasileño provocó una discusión en Twitter y Facebook en tiempos en que el gobierno de Bolsonaro ha sido criticado por su postura frente al golpe militar en Brasil de 1964, del cual este domingo se cumplen 55 años.

"¿Usted oyó hablar de la batalla de Stalingrado, loco e ignorante? ¡Si Stalin se hubiera aliado a Hitler el mundo hyo sería mucho peor, cuando Hitler dio el golpe en 1933 los primeros perseguidos por él fueron los comunistas alemanes!", comentó un usuario de Twitter. "Inclusive, todo esto fue planeado no sólo por Stalin, sino también por los reptilianos, el Nuevo Orden Mundial y el pueblo de Marte", fue otra respuesta, en tono irónico.

Sobre el aniversario del golpe en Brasil, Bolsonaro, él mismo de origen militar, ordenó las "conmemoraciones debidas" al derrocamiento del gobierno de Joao Goulart, que dio inicio a una dictadura militar que continuó hasta 1985.

"La sociedad reunida y percibiendo el peligro que el país estaba viviendo en aquel momento, se juntó a los civiles y militares para recuperar y reubicar Brasil. Si todo eso no hubiese ocurrido, hoy estaríamos teniendo algún tipo de Gobierno aquí que no sería bueno para nadie", indicó Bolsonaro.

"Tenemos que conocer la verdad. Ningún régimen es una maravilla. ¿Y dónde has visto a una dictadura entregar el gobierno en forma pacífica? Entonces no fue una dictadura", sentenció el mandatario, aunque reconoció también que el gobierno militar tuvo "algunos problemitas".

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