La Juve tumba al Milán y puede ser campeón si Nápoli pierde

Dybala, de penalti, y Kean anularon el gol del imparable Piatek y un gran partido de los rossoneri. El octavo Scudetto consecutivo podría llegar si el Nápoles pierde con el Genoa.

Mirko Calemme
As
La Juventus sufre, pero no para: los de Turín tumbaron a un gran Milán 2-1 y mañana, si el Nápoles cae en el San Paolo ante el Genoa, pueden ya cantar su octavo alirón consecutivo. Los rossoneri vendieron cara su piel, pero con apenas un punto logrado en cuatro jornadas su cuarto puesto peligra cada vez más.


Allegri, sin Cristiano y pensando en el Ajax, eligió la alineación distinta número 31 en 31 jornadas: esta vez optó por un 3-4-2-1, con Bernardeschi y Dybala detrás de Mandžukic. Gattuso, por su parte, recuperó varios efectivos y salió de inicio con Suso y Pepe Reina, que sustituyó al lesionado Donnarumma.

El partido fue muy intenso desde el primer minuto: Piatek, nada más empezar, cabeceó fuera un centro del gaditano, mientras que la Vecchia Signora perdió en el 24’ a Emre Can por un golpe en el tobillo. En su lugar entró Khedira, que había sido convocado por primera vez tras la arritmia que le apeó del choque con el Atleti.

Los rossoneri fueron mejores en la primera parte e hicieron meritos para el 0-1, que hubiera podido llegar desde los once metros: Alex Sandro desvió con el brazo un centro de Calhanoglu, pero el árbitro, tras analizar las imágenes del VAR, decidió inexplicablemente no conceder la pena máxima. El Milán convirtió su rabia en energía y logró igualmente la ventaja: Bakayoko aprovechó un mal pase de Bonucci y cedió para Piatek, que solo ante Szczesny, como siempre, no falló. El polaco se ha convertido con este tanto en el mejor goleador milanista de esta temporada, con 10 dianas en apenas 13 partidos. En todo el curso, ya suma 29.

La Juve estuvo a un paso del empate con una tijera de Mandžukic antes del descanso, que Reina neutralizó con un paradón, pero en el comienzo de la reanudación los visitantes se acercaron al 0-2 con Borini y otra vez con Piatek. La falta de puntería pasó factura: Musacchio tumbó a Dybala en plena área, el argentino convirtió el penalti y los bianconeri empezaron a crecer.

El partido, tenso e igualado, lo decidieron los revulsivos de Allegri: Pjanic y Kean. En el 84’ el bosnio robó un balón y lo cedió al joven delantero, que con un derechazo cruzado marcó su séptimo gol en los últimos siete enfrentamientos disputados entre Juve e Italia. En la Serie A ha firmado un tanto cada 47 minutos que jugó: nadie, en las cinco ligas top de Europa, supera su efectividad.

El punta canceló así las polémicas de esta semana y la Juventus defendió el triunfo hasta el final: mañana los juventini sabrán si pueden celebrar su enésimo scudetto desde el sillón y se acercan al partido de ida con el Ajax muy ilusionados. La Vecchia Signora está lista y, además, muy pronto volverá a contar con Cristiano.

Entradas populares