La Cámara Alta de Paraguay suspendió al senador que agredió con una botella al ex presidente Fernando Lugo
Paraguayo Cubas se hizo conocido fuera de las fronteras de su país tras el incidente que protagonizó en una comisión, cuando reaccionó violentamente ante la presentación de un policía que agradeció a Dios por estar en ese lugar
Infobae
La Cámara Alta paraguaya resolvió este jueves suspender de empleo y sueldo al polémico senador Paraguayo Cubas, quien el pasado martes en la comisión constitucional de la Cámara agredió al ex presidente y actual senador Fernando Lugo (2008-2012).
Conocido como "Payo" Cubas, accedió al Senado en las elecciones de 2018 con su partido Cruzada Nacional y con un discurso contra el sistema establecido y la corrupción, aderezado con palabras altisonantes, insultos a otros políticos y actos violentos que conforman un espectáculo que resulta un imán para los medios.
El senador ha hecho de su cinturón su elemento distintivo, que ha utilizado en numerosas ocasiones para azotar a sus enemigos, desde jueces a políticos, como el incidente con el senador colorado Javier Zacarías Irún en un programa de televisión.
En la última semana, el arma arrojadiza que ha utilizado ha sido la botella de agua, con la que el martes pasado agredió, entre otras personas, al ex presidente Lugo durante el desarrollo de la comisión constitucional del Senado.
El incidente fue proyectado y protagonizó la bronca en la sesión de este jueves, en la que volvió a lanzar agua, esta vez contra el histórico senador oficialista que propuso su sanción Juan Carlos Galaverna, con el que casi llega a las manos pero fueron frenados por otros senadores.
Galaverna, tras la agresión, insultó a Cubas llamándole "maricón de cuarta, hijo de mil putas", al que el senador suspendido no respondió.
Finalmente, por 35 votos a favor, 2 en contra y 7 abstenciones, entre ellas la del propio Cubas, el senador fue suspendido de empleo y sueldo por "inconducta".
La sanción fue motivada, no obstante, por otro episodio en la sesión de la Cámara Alta de la pasada semana, cuando Cubas trató de "ladrón" e "insecto" al presidente del Senado, Silvio Ovelar.
En la sesión de este jueves se repitió el "circo", como lo calificaron varios de los senadores que defendieron aprobar la sanción, entre ellos el del gobernante Partido Colorado, Enrique Riera, que fue el que se dirigió a Cubas con mayor dureza.
Riera aseguró, en referencia a Cubas, que "este personaje va a ser una anécdota, pero para eso tenemos que tener los huevos de sancionar a quien viola la ley".
"En la puta vida vamos a permitir que un lunático como este destruya la democracia por la cual mi padre se rompió el culo 50 años. Que quede claro: sancionemos con todo el peso de la ley de una vez y para siempre", sentenció.
Por su parte, la senadora Desirée Masi, del Partido Democrático Popular (PDP), abogó por no sancionar a Cubas y "dejar sin voz" a los ciudadanos que representa y añadió que la sanción supondría "echar fuego a la mecha" de la indignación ciudadana, provocada por una "crisis de representación".
En su alocución de defensa, Paraguayo Cubas justificó sus actos de violencia verbal y física y dedicó gran parte de su discurso a criticar a sus colegas, especialmente a Lugo, a quien tildó de "terrorista".
Una vez aprobada la suspensión, cuyo efecto era inmediato, el presidente de la Cámara instó al senador a salir de la misma, a lo que con tranquilidad se negó hasta que no recibió de manos de un funcionario la notificación por escrito.
A su salida, Cubas dijo a los medios que seguirá trabajando "desde (su) casa" y calificó a sus colegas de "corporación de mafiosos".
"Estos son 'gremlins', parecen todos muy modositos, hablan elegantemente. Por eso les tiro agua, ¿vieron como se transforman?", agregó en referencia a su ataque contra Galaverna.
El espectáculo mediático le ha granjeado acérrimos seguidores en la sociedad paraguaya, algunos de los cuales -unos 50 según la policía- se concentraron frente al Congreso al grito de "¡Payo, querido, el pueblo está contigo!" y lanzaron cohetes caseros contra el edificio del Congreso, que no causaron ningún daño.
La Policía cargó contra ellos y trató de dispersarlos con gases lacrimógenos.
Una vez expulsado de la sesión, Cubas salió para reunirse con los manifestantes.
Infobae
La Cámara Alta paraguaya resolvió este jueves suspender de empleo y sueldo al polémico senador Paraguayo Cubas, quien el pasado martes en la comisión constitucional de la Cámara agredió al ex presidente y actual senador Fernando Lugo (2008-2012).
Conocido como "Payo" Cubas, accedió al Senado en las elecciones de 2018 con su partido Cruzada Nacional y con un discurso contra el sistema establecido y la corrupción, aderezado con palabras altisonantes, insultos a otros políticos y actos violentos que conforman un espectáculo que resulta un imán para los medios.
El senador ha hecho de su cinturón su elemento distintivo, que ha utilizado en numerosas ocasiones para azotar a sus enemigos, desde jueces a políticos, como el incidente con el senador colorado Javier Zacarías Irún en un programa de televisión.
En la última semana, el arma arrojadiza que ha utilizado ha sido la botella de agua, con la que el martes pasado agredió, entre otras personas, al ex presidente Lugo durante el desarrollo de la comisión constitucional del Senado.
El incidente fue proyectado y protagonizó la bronca en la sesión de este jueves, en la que volvió a lanzar agua, esta vez contra el histórico senador oficialista que propuso su sanción Juan Carlos Galaverna, con el que casi llega a las manos pero fueron frenados por otros senadores.
Galaverna, tras la agresión, insultó a Cubas llamándole "maricón de cuarta, hijo de mil putas", al que el senador suspendido no respondió.
Finalmente, por 35 votos a favor, 2 en contra y 7 abstenciones, entre ellas la del propio Cubas, el senador fue suspendido de empleo y sueldo por "inconducta".
La sanción fue motivada, no obstante, por otro episodio en la sesión de la Cámara Alta de la pasada semana, cuando Cubas trató de "ladrón" e "insecto" al presidente del Senado, Silvio Ovelar.
En la sesión de este jueves se repitió el "circo", como lo calificaron varios de los senadores que defendieron aprobar la sanción, entre ellos el del gobernante Partido Colorado, Enrique Riera, que fue el que se dirigió a Cubas con mayor dureza.
Riera aseguró, en referencia a Cubas, que "este personaje va a ser una anécdota, pero para eso tenemos que tener los huevos de sancionar a quien viola la ley".
"En la puta vida vamos a permitir que un lunático como este destruya la democracia por la cual mi padre se rompió el culo 50 años. Que quede claro: sancionemos con todo el peso de la ley de una vez y para siempre", sentenció.
Por su parte, la senadora Desirée Masi, del Partido Democrático Popular (PDP), abogó por no sancionar a Cubas y "dejar sin voz" a los ciudadanos que representa y añadió que la sanción supondría "echar fuego a la mecha" de la indignación ciudadana, provocada por una "crisis de representación".
En su alocución de defensa, Paraguayo Cubas justificó sus actos de violencia verbal y física y dedicó gran parte de su discurso a criticar a sus colegas, especialmente a Lugo, a quien tildó de "terrorista".
Una vez aprobada la suspensión, cuyo efecto era inmediato, el presidente de la Cámara instó al senador a salir de la misma, a lo que con tranquilidad se negó hasta que no recibió de manos de un funcionario la notificación por escrito.
A su salida, Cubas dijo a los medios que seguirá trabajando "desde (su) casa" y calificó a sus colegas de "corporación de mafiosos".
"Estos son 'gremlins', parecen todos muy modositos, hablan elegantemente. Por eso les tiro agua, ¿vieron como se transforman?", agregó en referencia a su ataque contra Galaverna.
El espectáculo mediático le ha granjeado acérrimos seguidores en la sociedad paraguaya, algunos de los cuales -unos 50 según la policía- se concentraron frente al Congreso al grito de "¡Payo, querido, el pueblo está contigo!" y lanzaron cohetes caseros contra el edificio del Congreso, que no causaron ningún daño.
La Policía cargó contra ellos y trató de dispersarlos con gases lacrimógenos.
Una vez expulsado de la sesión, Cubas salió para reunirse con los manifestantes.