Kim Jong-un afirmó que está dispuesto a volver a reunirse con Donald Trump y el estadounidense dijo que la relación entre ellos es "excelente"
"Si Estados Unidos propone celebrar una tercera cumbre con Corea del Norte con una actitud y método correctos, tenemos ganas de hacerla una vez más", afirmó el líder norcoreano. El jefe de Estado norteamericano le respondió en Twitter
Infobae
El líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, está dispuesto a volver a reunirse con el presidente estadounidense, Donald Trump, y a llegar a un acuerdo sobre desnuclearización que sea "justo y mutuamente aceptable" para su país y Washington.
"Si Estados Unidos propone celebrar una tercera cumbre con Corea del Norte con una actitud y método correctos, tenemos ganas de hacerla una vez más", dijo Kim durante un discurso pronunciado en el segundo día de la sesión inaugural de la XIV legislatura de la Asamblea Popular Suprema y recogido por la agencia estatal KCNA.
En su alocución, Kim criticó a Washington por hacer demandas unilaterales durante la cumbre bilateral que mantuvieron en Hanói en febrero, pero afirmó que su relación con Trump sigue siendo buena y que está dispuesto a volver a la mesa de negociación.
"No dudaré en firmar un acuerdo sólo si está escrito de manera que satisfaga los intereses de la República Popular Democrática de Corea (RPDC, nombre oficial de Corea del Norte) y de EEUU, que sea justo y mutuamente aceptable, y eso dependerá de la actitud y los cálculos con los que asista Estados Unidos", indicó el mariscal.
Por su parte, Donald Trump expresó este sábado en Twitter: "Estoy de acuerdo con Kim Jong-un, de Corea del Norte, de que nuestra relación personal sigue siendo muy buena. Tal vez el término excelente sería aún más preciso, y que una tercera cumbre sería buena si entendemos plenamente dónde estamos cada uno".
"Corea del Norte tiene un enorme potencial para el crecimiento extraordinario, éxito económico y riquezas bajo el liderazgo del Presidente Kim. Espero con interés el día, que podría ser pronto, cuando se puedan eliminar las armas nucleares y las sanciones, y luego ver a Corea del Norte convertirse en una de las naciones más exitosas del mundo!", agregó.
El desacuerdo en Hanói había girado en torno al número de activos armamentísticos norcoreanos a desmantelar y al volumen de sanciones que Estados Unidos aliviaría a modo de "medida correspondiente".
Washington, que abogó porque el Norte desmantele sus misiles y armas químicas y biológicas (además del armamento nuclear) antes de darle concesiones, consideró insuficiente lo ofrecido por Pionyang, que pidió el levantamiento de buena parte de las sanciones a cambio de inutilizar su centro de investigación nuclear de Yongbyon.
Kim dijo que la fallida cumbre generó "fuertes dudas" sobre si los pasos que Pionyang ha adoptado han sido los correctos y sobre si Washington tiene intención de mejorar las relaciones bilaterales.
"Estados Unidos asistió a la negociación (de Hanói) centrado sólo en métodos irrealizables", dijo el líder norcoreano, que considera que "no estaban preparados para sentarse cara a cara y resolver problemas", e instó al país a que no se repita algo semejante.
El mariscal dijo, no obstante, que esperará hasta final de año para ver si Washington toma una "decisión valiente".
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El líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, está dispuesto a volver a reunirse con el presidente estadounidense, Donald Trump, y a llegar a un acuerdo sobre desnuclearización que sea "justo y mutuamente aceptable" para su país y Washington.
"Si Estados Unidos propone celebrar una tercera cumbre con Corea del Norte con una actitud y método correctos, tenemos ganas de hacerla una vez más", dijo Kim durante un discurso pronunciado en el segundo día de la sesión inaugural de la XIV legislatura de la Asamblea Popular Suprema y recogido por la agencia estatal KCNA.
En su alocución, Kim criticó a Washington por hacer demandas unilaterales durante la cumbre bilateral que mantuvieron en Hanói en febrero, pero afirmó que su relación con Trump sigue siendo buena y que está dispuesto a volver a la mesa de negociación.
"No dudaré en firmar un acuerdo sólo si está escrito de manera que satisfaga los intereses de la República Popular Democrática de Corea (RPDC, nombre oficial de Corea del Norte) y de EEUU, que sea justo y mutuamente aceptable, y eso dependerá de la actitud y los cálculos con los que asista Estados Unidos", indicó el mariscal.
Por su parte, Donald Trump expresó este sábado en Twitter: "Estoy de acuerdo con Kim Jong-un, de Corea del Norte, de que nuestra relación personal sigue siendo muy buena. Tal vez el término excelente sería aún más preciso, y que una tercera cumbre sería buena si entendemos plenamente dónde estamos cada uno".
"Corea del Norte tiene un enorme potencial para el crecimiento extraordinario, éxito económico y riquezas bajo el liderazgo del Presidente Kim. Espero con interés el día, que podría ser pronto, cuando se puedan eliminar las armas nucleares y las sanciones, y luego ver a Corea del Norte convertirse en una de las naciones más exitosas del mundo!", agregó.
El desacuerdo en Hanói había girado en torno al número de activos armamentísticos norcoreanos a desmantelar y al volumen de sanciones que Estados Unidos aliviaría a modo de "medida correspondiente".
Washington, que abogó porque el Norte desmantele sus misiles y armas químicas y biológicas (además del armamento nuclear) antes de darle concesiones, consideró insuficiente lo ofrecido por Pionyang, que pidió el levantamiento de buena parte de las sanciones a cambio de inutilizar su centro de investigación nuclear de Yongbyon.
Kim dijo que la fallida cumbre generó "fuertes dudas" sobre si los pasos que Pionyang ha adoptado han sido los correctos y sobre si Washington tiene intención de mejorar las relaciones bilaterales.
"Estados Unidos asistió a la negociación (de Hanói) centrado sólo en métodos irrealizables", dijo el líder norcoreano, que considera que "no estaban preparados para sentarse cara a cara y resolver problemas", e instó al país a que no se repita algo semejante.
El mariscal dijo, no obstante, que esperará hasta final de año para ver si Washington toma una "decisión valiente".