In Memoriam: Cuarto de siglo sin Ayrton Senna

En 1994 murió un campeón e, inmediatamente, nació un mito del deporte para los brasileños.

Página Siete y EFE
El mundo recordará este miércoles a una leyenda. Se cumplirá un cuarto de siglo de la muerte del piloto brasileño Ayrton Senna, tricampeón mundial de Fórmula 1, uno de los mayores ídolos del automovilismo y que murió cuando sólo tenía 34 años en un trágico accidente en el circuito italiano de Ímola.


Nacido en Sao Paulo en 1960, el piloto nunca escondió su ambición: “El segundo es el primero de los perdedores, esa historia de que lo importante es competir no pasa de demagogia”, afirmaba. Siempre lo daba todo sobre el asfalto, ya que, según él mismo, “si en carrera lo tienes todo bajo control, es que no vas al límite”.

El tres veces campeón mundial de Fórmula 1 se marchó para siempre en el punto álgido de su carrera, después de perder el control de su monoplaza Williams-Renault en el circuito de Ímola, cuando circulaba por la temida curva Tamburello.

Fue un piloto muy carismático y su carrera siempre estuvo marcada por sus sonrisas, sus bromas y su comportamiento amigable con los periodistas y los aficionados, que se congregaban cada domingo frente al televisor para vibrar con sus carreras y sus triunfos.

El día de su muerte la conmoción en Brasil fue total. El Gobierno declaró tres días de luto y su ataúd recorrió las paralizadas calles de Sao Paulo, la mayor ciudad del país, sobre el techo de un coche de bomberos y ante multitudes que fueron a despedirlo.

Había muerto un campeón e, inmediatamente, había nacido un mito del deporte para los brasileños, probablemente solamente superado por el futbolista Pelé.


Senna siempre se mostró muy preocupado por la seguridad de los pilotos en las competiciones de Fórmula Uno. En el Gran Premio de Bélgica de 1992 detuvo su monoplaza, corriendo el riesgo de ser atropellado, para ayudar a Erik Comas, quien acababa de sufrir un accidente.

Aún hoy, los pilotos brasileños cargan con el fantasma de Senna en las pistas, cuando son comparados a él en los momentos en que no les salen las cosas tan bien como les gustaría.

El piloto fue el gran protagonista del último carnaval de Río de Janeiro, en marzo pasado. La escuela de samba Unidos da Tijuca se inspiró en el piloto para su comparsa, algo que maravilló al público y al jurado, que decidió concederle la victoria.

Las estadísticas de Senna son asombrosas: 161 grandes premios disputados, 65 primeros lugares en la parrilla, 41 victorias, 80 podios y casi 3.000 vueltas a circuitos en Fórmula 1. Consiguió ser campeón del mundo en 1988, 1990 y 1991.

Estuvo 11 temporadas compitiendo en la Fórmula Uno, categoría reina del automovilismo, en la que comenzó con fuerza en las escuderías Toleman y Lotus, que dieron paso a sus años de más éxito, en McLaren, durante los cuales su gran rival fue el francés Alain Prost, con quien se recuerdan duelos legendarios y momentos de mucha tensión, con insultos incluidos.

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