El PSG no es aún campeón
Una victoria le daba el titulo de liga al PSG, que no pasó del empate ante Estrasburgo.
Jean Palacios
As
Las pifias del Comite Ultra Paris, el sector más radical de la afición, tras el silbato del árbitro Thomas Leonard, decretando el final, era la señal evidente de impotencia y descontento ante un Parque de los Príncipes que estaba preparado para otro desenlace, con la obtención del campeonato como valor agregado.
El Paris Saint Germain quiso pero no pudo. El empate a dos goles como local ante el Estrasburgo alarga el suspense de un torneo que intentó conseguir a 7 jornadas del final, pero sin las elementos suficientes para conseguirlo.
Aquel cabezazo de Thilo Kherer decretando la igualdad a menos de diez minutos del épilogo reactivo aquel deseo de victoria esperada por su hinchada, un triunfo que estuvo cerca de llegar sobre el final con una acción de Kylian Mbappé muy bien controlada. Los logros hablan más que los merecimientos y el PSG fue solo eso, intención. Sin la misma intensidad de otros partidos y tal vez con una fuerte dosis de confianza, no le alcanzó para sumar tres puntos ante un Estrasburgo heroíco, valiente y hasta atrevido que mostró ambición por sacar adelante el partido.
Tras la apertura de Chuopo Moting, el augurio de una nueva conquista del hexágono (trofeo de la liga) y el inicio de reconciliación con una afición herida por la decepción de Champions, el PSG tenía todo a su disposición, frente a su público y ayudado por el empate de Lille, su perseguidor. Las circunstancias estaban hechas para consolidar el objetivo de conquistar la Ligue 1.
La visita, a diferencia de la mayoría de rivales que han pasado por este escenario en el campeonato, nunca trato de asumirse como la víctima y muy al contrario, aprovechó la ocasión para ser protagonista. Nuno Da Costa y luego Gonçalves, fueron los autores de los goles al término del primer tiempo.
Los ingresos de Kylian Mbappé y Julien Draxler eran la clara idea de Tuchel por intentar cambiar la tendencia. Fruto de ello llegó la igualdad de Kherer para ponerle suspense y la posibilidad de qué por jerarquía llegara ese tercero que solo quedo en el intento.
El PSG tiene que esperar. Con el título a las puertas irá a Lille la próxima semana. A falta de un punto para asegurar un octavo titulo en su historial, el enfrentamiento entre el primero y el segundo promete. Otro capítulo en la liga puede cerrarse, por ahora el suspense continúa.
Jean Palacios
As
Las pifias del Comite Ultra Paris, el sector más radical de la afición, tras el silbato del árbitro Thomas Leonard, decretando el final, era la señal evidente de impotencia y descontento ante un Parque de los Príncipes que estaba preparado para otro desenlace, con la obtención del campeonato como valor agregado.
El Paris Saint Germain quiso pero no pudo. El empate a dos goles como local ante el Estrasburgo alarga el suspense de un torneo que intentó conseguir a 7 jornadas del final, pero sin las elementos suficientes para conseguirlo.
Aquel cabezazo de Thilo Kherer decretando la igualdad a menos de diez minutos del épilogo reactivo aquel deseo de victoria esperada por su hinchada, un triunfo que estuvo cerca de llegar sobre el final con una acción de Kylian Mbappé muy bien controlada. Los logros hablan más que los merecimientos y el PSG fue solo eso, intención. Sin la misma intensidad de otros partidos y tal vez con una fuerte dosis de confianza, no le alcanzó para sumar tres puntos ante un Estrasburgo heroíco, valiente y hasta atrevido que mostró ambición por sacar adelante el partido.
Tras la apertura de Chuopo Moting, el augurio de una nueva conquista del hexágono (trofeo de la liga) y el inicio de reconciliación con una afición herida por la decepción de Champions, el PSG tenía todo a su disposición, frente a su público y ayudado por el empate de Lille, su perseguidor. Las circunstancias estaban hechas para consolidar el objetivo de conquistar la Ligue 1.
La visita, a diferencia de la mayoría de rivales que han pasado por este escenario en el campeonato, nunca trato de asumirse como la víctima y muy al contrario, aprovechó la ocasión para ser protagonista. Nuno Da Costa y luego Gonçalves, fueron los autores de los goles al término del primer tiempo.
Los ingresos de Kylian Mbappé y Julien Draxler eran la clara idea de Tuchel por intentar cambiar la tendencia. Fruto de ello llegó la igualdad de Kherer para ponerle suspense y la posibilidad de qué por jerarquía llegara ese tercero que solo quedo en el intento.
El PSG tiene que esperar. Con el título a las puertas irá a Lille la próxima semana. A falta de un punto para asegurar un octavo titulo en su historial, el enfrentamiento entre el primero y el segundo promete. Otro capítulo en la liga puede cerrarse, por ahora el suspense continúa.