El gol 600 de Cristiano salva a la Juventus en San Siro
El tanto del exmadridista le valió el empate a la Juve ante un Inter que se había adelantado con una preciosa volea de Nainggolan. Los de Spalletti se acercan a la Champions.
Mirko Calemme
As
Un 'derbi de Italia' nunca es un partido cualquiera y el Inter-Juve de esta noche respetó la tradición: los contrincantes disputaron un enfrentamiento intenso, con los bianconeri que renacieron en la segunda parte y lograron un empate que, al final, fue merecido.
Allegri optó por un 3-5-2 parecido al que utilizó para tumbar al Atleti (Emre Can jugó de central), mientras que Spalletti salió de inicio con Icardi, en lugar de Lautaro Martinez que parecía favorito. La Curva Nord de San Siro mostró un espectacular tifo cuando los conjuntos saltaron al césped, mofándose del enésimo fracaso bianconero en la Champions, con la silueta de la Orejona y un enorme "game over".
Los nerazzurri disputaron la primera mitad con las mismas ganas de sus tifosi, encerrando a la Vecchia Signora en su área. El gol tardó apenas siete minutos en llegar, con una preciosa volea desde fuera del área de Nainggolan que le dobló el brazo a Szczesny.
Hasta el descanso, el único defecto que tuvieron los de Milán fue no marcar más: pudieron hacerlo De Vrij, con un testarazo neutralizado por Handanovic, y dos veces Icardi, al que el meta bianconero le neutralizó un remate y Matuidi le desvió fuera otro, casi en la línea de gol.
Aunque ya tenga el scudetto ganado, dejar a la Juve con vida siempre pasa factura. El Inter, como la Fiorentina hace una semana, pagó la cuenta en la reanudación: Pjanic combinó con Cristiano, al que le devolvió el balón con un taconazo en el límite del área, y el exmadridista, con un potente zurdazo raso, puso las tablas.
No fue un tanto cualquiera, para Ronaldo: es el número 600 de su carrera en los clubes (en 801 partidos) y se lo ha guardado para una cita especial como es un Inter-Juve. A partir de ahí hubo ocasiones en ambas áreas, pero el marcador no se movió más. Spalletti se fue al vestuario sonriente, ya que este punto defiende su tercer puesto y le acerca un poco más a la clasificación a la Champions. Allegri, que ya no se jugaba nada, una vez más vendió cara su piel.
Mirko Calemme
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Un 'derbi de Italia' nunca es un partido cualquiera y el Inter-Juve de esta noche respetó la tradición: los contrincantes disputaron un enfrentamiento intenso, con los bianconeri que renacieron en la segunda parte y lograron un empate que, al final, fue merecido.
Allegri optó por un 3-5-2 parecido al que utilizó para tumbar al Atleti (Emre Can jugó de central), mientras que Spalletti salió de inicio con Icardi, en lugar de Lautaro Martinez que parecía favorito. La Curva Nord de San Siro mostró un espectacular tifo cuando los conjuntos saltaron al césped, mofándose del enésimo fracaso bianconero en la Champions, con la silueta de la Orejona y un enorme "game over".
Los nerazzurri disputaron la primera mitad con las mismas ganas de sus tifosi, encerrando a la Vecchia Signora en su área. El gol tardó apenas siete minutos en llegar, con una preciosa volea desde fuera del área de Nainggolan que le dobló el brazo a Szczesny.
Hasta el descanso, el único defecto que tuvieron los de Milán fue no marcar más: pudieron hacerlo De Vrij, con un testarazo neutralizado por Handanovic, y dos veces Icardi, al que el meta bianconero le neutralizó un remate y Matuidi le desvió fuera otro, casi en la línea de gol.
Aunque ya tenga el scudetto ganado, dejar a la Juve con vida siempre pasa factura. El Inter, como la Fiorentina hace una semana, pagó la cuenta en la reanudación: Pjanic combinó con Cristiano, al que le devolvió el balón con un taconazo en el límite del área, y el exmadridista, con un potente zurdazo raso, puso las tablas.
No fue un tanto cualquiera, para Ronaldo: es el número 600 de su carrera en los clubes (en 801 partidos) y se lo ha guardado para una cita especial como es un Inter-Juve. A partir de ahí hubo ocasiones en ambas áreas, pero el marcador no se movió más. Spalletti se fue al vestuario sonriente, ya que este punto defiende su tercer puesto y le acerca un poco más a la clasificación a la Champions. Allegri, que ya no se jugaba nada, una vez más vendió cara su piel.