El derrumbe de Bale
Tal día como hoy, hace cinco años, le daba al Madrid la Copa tras la famosa carrera con Bartra. Ahora es suplente y tiene pie y medio fuera...
Sergio Santos Chozas
As
La vida de Bale ha cambiado mucho en los últimos cinco años. Tal día como hoy, un 16 de abril de 2014, escribía su nombre en los libros de historia del Madrid: su gol en la final de Copa, tras la famosa carrera con Bartra, le daba el título al Madrid. Ocurrió con Cristiano viendo el encuentro desde la grada (estaba lesionado) y con el madridismo ilusionado. El galés, que había llegado como el heredero del portugués, parecía confirmar las expectativas que había puestas sobre él en su primer partido grande. Poco después, el 24 de mayo, aumentó la ilusión: también marcó en la segunda final que jugó el Madrid esa temporada, contra el Atlético en Champions.
Sin embargo, fue un espejismo. Ese año, el de su teórica adaptación, disparó la ilusión de la afición, pero Bale nunca ha terminado de responder sobre el campo. Entre problemas físicos y de actitud, su paso por el Madrid ha tenido menos luces que sombras. Después de marcar 22 goles y repartir 19 asistencias en su primer año de blanco, fue a menos. Lo que debió ser el inicio de una prometedora etapa de blanco en realidad fue el techo, ya que nunca pudo superar esos 22 tantos de su primer curso: 17 hizo en la 2014-15, 19 en la 2015-16, nueve en la 2016-17, 21 en la 2017-18 y 14 en la actual, en la que parece altamente improbable que alcance esos 22.
La campaña pasada la aprobó in extremis. Llegó al tramo final como suplente y comenzó la final de Champions ante el Liverpool desde el banquillo. Sin embargo, sus dos goles en la segunda mitad cambiaron el plan del club, que había decidido traspasarlo. Se marchó Cristiano y también Zidane. Llegó Lopetegui y el galés, que había estado más fuera que dentro, se convirtió en la bandera del nuevo proyecto.
Le concedieron el liderazgo que siempre reclamó y el fracaso ha sido rotundo. No sólo ha rendido muy por debajo de lo esperado, sino que terminó por ser suplente en los partidos decisivos del curso. Ahora sí, tras una temporada sin títulos, se avecina el fin de Bale como jugador del Madrid: el club le ha puesto en el mercado y pretende traspasarle el próximo verano. Cinco días después de conquistar a la afición en aquel Clásico copero jugado en Mestalla, Bale afronta los que probablemente serán sus últimos partidos con la camiseta del Madrid…
Sergio Santos Chozas
As
La vida de Bale ha cambiado mucho en los últimos cinco años. Tal día como hoy, un 16 de abril de 2014, escribía su nombre en los libros de historia del Madrid: su gol en la final de Copa, tras la famosa carrera con Bartra, le daba el título al Madrid. Ocurrió con Cristiano viendo el encuentro desde la grada (estaba lesionado) y con el madridismo ilusionado. El galés, que había llegado como el heredero del portugués, parecía confirmar las expectativas que había puestas sobre él en su primer partido grande. Poco después, el 24 de mayo, aumentó la ilusión: también marcó en la segunda final que jugó el Madrid esa temporada, contra el Atlético en Champions.
Sin embargo, fue un espejismo. Ese año, el de su teórica adaptación, disparó la ilusión de la afición, pero Bale nunca ha terminado de responder sobre el campo. Entre problemas físicos y de actitud, su paso por el Madrid ha tenido menos luces que sombras. Después de marcar 22 goles y repartir 19 asistencias en su primer año de blanco, fue a menos. Lo que debió ser el inicio de una prometedora etapa de blanco en realidad fue el techo, ya que nunca pudo superar esos 22 tantos de su primer curso: 17 hizo en la 2014-15, 19 en la 2015-16, nueve en la 2016-17, 21 en la 2017-18 y 14 en la actual, en la que parece altamente improbable que alcance esos 22.
La campaña pasada la aprobó in extremis. Llegó al tramo final como suplente y comenzó la final de Champions ante el Liverpool desde el banquillo. Sin embargo, sus dos goles en la segunda mitad cambiaron el plan del club, que había decidido traspasarlo. Se marchó Cristiano y también Zidane. Llegó Lopetegui y el galés, que había estado más fuera que dentro, se convirtió en la bandera del nuevo proyecto.
Le concedieron el liderazgo que siempre reclamó y el fracaso ha sido rotundo. No sólo ha rendido muy por debajo de lo esperado, sino que terminó por ser suplente en los partidos decisivos del curso. Ahora sí, tras una temporada sin títulos, se avecina el fin de Bale como jugador del Madrid: el club le ha puesto en el mercado y pretende traspasarle el próximo verano. Cinco días después de conquistar a la afición en aquel Clásico copero jugado en Mestalla, Bale afronta los que probablemente serán sus últimos partidos con la camiseta del Madrid…