El bisnieto de Mussolini nacido en Argentina que quiere llevar el fascismo al Parlamento Europeo

Cayo Julio César Mussolini, criado en Caracas, se presenta a las elecciones europeas con el pequeño partido de ultraderecha Fratelli d'Italia

Gustavo Sierra
Especial para Infobae America
En el mundo de la ultraderecha no hay marca más emblemática: Mussolini. El apellido de "il Duce", que impuso el fascismo en Italia desde los años 20 hasta los 40 del siglo pasado, es un signo indeleble para los nostálgicos del régimen y los nuevos militantes ultranacionalistas. Ahora, un bisnieto del dictador, nacido en Argentina y criado en Venezuela, quiere llevar los planteos autoritarios y antidemocráticos al Parlamento Europeo. Cayo Julio Cesar Mussolini (Caio Giulio Cesare) es el candidato de Fratelli d'Italia (Hermanos de Italia), un pequeño partido de ultraderecha, para las elecciones del Parlamento Europeo, el 26 de mayo. Este hombre de 50 años que entra en la política por primera vez en su vida, que dice hablar mejor español que italiano, submarinista de vocación, que vivió la mayor parte de su vida fuera de la península, con nombre de emperador romano, se convirtió en la estrella del momento de esta Europa escorada hacia la derecha.


"A veces le digo a la gente que habría sido de 1,90 cm de altura, si no hubiera tenido la carga de mi apellido como peso sobre mis hombros", explicó Cayo Julio Cesar Mussolini en una entrevista. "En Italia, cuando llamo a un restaurante para reservar una mesa y me piden mi nombre, a veces cuelgan. Otras veces me devuelven la llamada y me dicen: 'Lei è parente?' (¿es pariente?)". Pero lo que fue un peso durante muchos años ahora se convirtió en una etiqueta para llegar a Estrasburgo, la ciudad francesa donde funciona el Parlamento Europeo.

Cayo tiene una larga dinastía de argentinos en su familia. Su abuelo, Vittorio Mussolini, segundo hijo del Duce Benito y Rachele Guidi, se exilió en Buenos Aires tras la caída del régimen aliado del nazismo de Adolf Hitler. Ya estaba casado con Orsola Búvoli, nacida en Buenos Aires en 1914 y que conoció en Roma en 1937. Tuvieron dos hijos, Guido y Adria. Se separaron y Vittorio conoció a la rosarina Mónica Buzzegoli, de apenas 15 años y 20 menor que él, con la que regresó a Italia. Guido, que se crio en la capital argentina, siempre sintió nostalgia por esa ciudad que amaba. Como un porteño más, se casó con Marta Vallejos en el registro civil de la calle Uruguay. Tuvo dos hijos, Caio y Martina. Se divorció y volvió a casarse con Ana María Ricci, con la que engendró otros dos hijos, Orsola y Vitoria. Caio-Cayo nació en el barrio porteño de Palermo el 4 de marzo de 1968.

En los últimos años, Cayo Mussolini vivió en Abu Dhabi, en los Emiratos Árabes, desde donde dirigió la oficina para Medio Oriente del contratista de defensa más grande de Italia, Finmeccanica, que construye todo, desde helicópteros hasta aviones de entrenamiento y de trenes hasta satélites. Un periodista que lo visitó allí describe el lugar: entre las fotografías enmarcadas en blanco y negro en las paredes se encuentra una fotografía de Vittorio, el abuelo de Caio. Detrás hay una fotografía de un bombardero Cant Z 1007 que Vittorio voló durante su servicio en la fuerza aérea italiana. Está fechada en 1942. Justo al lado hay un modelo del mismo avión que encontró por casualidad en una juguetería en Italia.

Se identifica absolutamente con su abuelo Vittorio del que relata este recuerdo: "se había refugiado en una iglesia y se había disfrazado de monje para escapar de la ira de los partisanos" –los milicianos que liberaron Italia y mataron a Benito Mussolini y su amante-. Mi abuela con mi papá, que tenía unos ocho años, y sus hermanas fueron a visitarlo. Cuando mi padre vio a Vittorio, comenzó a gritar: '¡Papà! ¡Papà …!' Mi abuela lo abofeteó y dijo: 'No, no es papá, es un padre de la Iglesia´. Se pueden imaginar, podrían haberlo matado si hubieran oído eso". Vittorio terminó en Buenos Aires donde abrió varios restaurantes italianos junto a su hijo. En 1978, ya en plena dictadura argentina, Guido se mudó con toda la familia a Venezuela. En ese momento era el país más rico de la región. Cayo tenía 10 años. "Estaba feliz con esa mudanza. Nadie me juzgaba por mi apellido. Estaba relajado, no me molestaban", dice. "Estoy muy vinculado a Venezuela. Es un país que amo. Es donde estudié. Todavía tengo muchos amigos y hablo español mejor que italiano. Fue un gran lugar para crecer, pero ahora las cosas han cambiado, desgraciadamente".

En 1986, fue admitido en la academia naval italiana. "Fue muy difícil, siempre estudiando bajo presión y en un entorno exigente. Había cursos de ingeniería y militares. El nivel de preparación era muy alto". Se convirtió en un oficial de submarinos. "Me uní por dos razones. Primero, la tripulación en un submarino es muy pequeña, así que inmediatamente tienes grandes responsabilidades. En segundo lugar, me gustó el ambiente, era como una familia, tenías que ser muy pragmático". Pasó ocho años bajo el agua. "Es una experiencia muy particular que te fortalece. Ahí no hay individualismo. Todo se comparte. Es un espacio muy pequeño. Hasta la cama es compartida por turnos. Uno está rodeado de mar, pero muchas veces no hay agua ni siquiera para bañarse. Y lo peor es la comida. ¡Darle comida de astronauta a unos italianos es una afrenta grave¡

Participó de varias misiones, desde la operación militar de la OTAN contra la República Federativa de Yugoslavia hasta el apoyo al ejército italiano y a los marines en Albania y Kosovo. En 1998, quedó al mando del buque de guerra italiano MTC Gorgona A5347. Y un año después decidió retirarse para emprender negocios propios. Fue cuando terminó en el Golfo Pérsico. Diez años más tarde creyó que era el momento para dedicarse a hacer política y aprovechar su apellido, muy requerido por todos los pequeños partidos nazistas y fascistas del mundo. "Mi bisabuelo hizo muchas cosas buenas y cometió algunos errores. Pero tenemos que concentrarnos en los principios de la recuperación de la soberanía y la protección de nuestro país y la familia", dijo en su primer discurso.

Y se une a otras dos mujeres de la familia que ya militan en partidos afines. La nieta del dictador, Rachele Mussolini, es concejala de Roma. Su hermanastra, Alessandra Mussolini, es una eurodiputada de Forza Italia -el partido creado por Silvio Berlusconi-, que hace unas semanas volvió a las páginas de espectáculos de los medios de todo el mundo cuando se enfrentó con el actor de Hollywood Jim Carrey. Alessandra tuiteó diciendo que la estrella de Truman Show "es un bastardo" después de que publicó en las redes un dibujo del cadáver colgado de Benito Mussolini junto a su amante Claretta Petacci, linchados al final de la Segunda Guerra Mundial, con la frase: "Aquí es donde conduce el fascismo".

Cayo Julio César Mussolini está convencido de que el fascismo lo va a conducir, ahora, al corazón de Europa. Y en declaraciones radiales dijo que también le gustaría mucho transmitir sus ideas en sus otras "dos patrias": Argentina y Venezuela.

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