El Bayern vuelve a conquistar el trono de la Bundesliga
El equipo de Kovac arrolló al Borussia con un doblete de Lewandowski y goles de Hummels, Javi Martínez y Gnabry. El Bayern, líder de la Bundesliga.
José Carlos Menzel
As
Pocas ligas en Europa pueden presumir de semejante batalla por el título como la que se está viviendo en Alemania en estos momentos. Este sábado, el Dortmund llegó al Allianz Arena de Múnich como líder de la Bundesliga y con dos puntos de ventaja sobre el Bayern, pero la abandonó segundo y habiendo sido humillado por el eterno rival. El campeón se repuso del 5-4 de infarto en la Pokal ante el Heidenheim y le endosó una durísima manita al conjunto borusser que le vuelve a colocar en lo más alto de la máxima competición germana. Nada decidido a falta de seis jornadas para el final.
Sin James en el once titular, el Bayern saltó al césped del coliseo bávaro como si de una final se tratase y superó al Dortmund en prácticamente todas las facetas del juego. Con Thiago en zona de creación y Javi Martínez haciendo de su particular guardaespaldas, los pupilos de Niko Kovac arrollaron a los de Lucien Favre y convirtieron los primeros minutos del choque de trenes en un verdadero asedio al marco protegido por Bürki. Tan solo una genialidad de Reus por la banda, que acabó en un disparo al palo de Dahoud, logró darle tregua al Borussia. Lo demás fue Bayern y más Bayern.
En el oeste de Alemania debían saber que Hummels, ex del Borussia, va bien de cabeza, pero aun así le permitieron rematar a placer en el área. El primero salió rozando el palo, el segundo puso en pie al Allianz Arena por primera vez. Le temblaban las piernas a los de negro y amarillo. Tanto que Lewandowski le robó la cartera a Zagadou, le hizo un sombrero a Bürki y finalizó de volea, firmando un tanto que puso a prueba una vez más la calidad que el killer polaco sigue teniendo en sus botas. Un disparo ajustado de Javi Martínez y un cabezazo de Gnabry subieron el 4-0 al marcador antes del descanso.
El encuentro ya estaba decidido. Lo único que importaba en la esquina negriamarilla era no hacer más el ridículo. Pudo hacerle más daño el Bayern, pero la bestia ya no parecía igual de hambrienta que durante los primeros 45 minutos. Los locales se limitaron a mover el cuero y al rival de lado a lado, logrando anular durante los 90 minutos de partido toda esa verticalidad que define al Borussia. No existió el conjunto borusser. Ni apareció Sancho en banda, ni Reus brilló como falso nueve. Tampoco estaba Alcácer (lesionado) para hacer temblar a Neuer. Fue un monólogo de un Bayern que, finalmente, cerró la manita en los compases finales por medio de Lewandowski y le dio un nuevo de giro al juego de tronos en la Bundesliga.
José Carlos Menzel
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Pocas ligas en Europa pueden presumir de semejante batalla por el título como la que se está viviendo en Alemania en estos momentos. Este sábado, el Dortmund llegó al Allianz Arena de Múnich como líder de la Bundesliga y con dos puntos de ventaja sobre el Bayern, pero la abandonó segundo y habiendo sido humillado por el eterno rival. El campeón se repuso del 5-4 de infarto en la Pokal ante el Heidenheim y le endosó una durísima manita al conjunto borusser que le vuelve a colocar en lo más alto de la máxima competición germana. Nada decidido a falta de seis jornadas para el final.
Sin James en el once titular, el Bayern saltó al césped del coliseo bávaro como si de una final se tratase y superó al Dortmund en prácticamente todas las facetas del juego. Con Thiago en zona de creación y Javi Martínez haciendo de su particular guardaespaldas, los pupilos de Niko Kovac arrollaron a los de Lucien Favre y convirtieron los primeros minutos del choque de trenes en un verdadero asedio al marco protegido por Bürki. Tan solo una genialidad de Reus por la banda, que acabó en un disparo al palo de Dahoud, logró darle tregua al Borussia. Lo demás fue Bayern y más Bayern.
En el oeste de Alemania debían saber que Hummels, ex del Borussia, va bien de cabeza, pero aun así le permitieron rematar a placer en el área. El primero salió rozando el palo, el segundo puso en pie al Allianz Arena por primera vez. Le temblaban las piernas a los de negro y amarillo. Tanto que Lewandowski le robó la cartera a Zagadou, le hizo un sombrero a Bürki y finalizó de volea, firmando un tanto que puso a prueba una vez más la calidad que el killer polaco sigue teniendo en sus botas. Un disparo ajustado de Javi Martínez y un cabezazo de Gnabry subieron el 4-0 al marcador antes del descanso.
El encuentro ya estaba decidido. Lo único que importaba en la esquina negriamarilla era no hacer más el ridículo. Pudo hacerle más daño el Bayern, pero la bestia ya no parecía igual de hambrienta que durante los primeros 45 minutos. Los locales se limitaron a mover el cuero y al rival de lado a lado, logrando anular durante los 90 minutos de partido toda esa verticalidad que define al Borussia. No existió el conjunto borusser. Ni apareció Sancho en banda, ni Reus brilló como falso nueve. Tampoco estaba Alcácer (lesionado) para hacer temblar a Neuer. Fue un monólogo de un Bayern que, finalmente, cerró la manita en los compases finales por medio de Lewandowski y le dio un nuevo de giro al juego de tronos en la Bundesliga.