El Arsenal de Emery tumba a un Nápoles irreconocible
Los Gunners se acercan a las semifinales con una gran primera mitad, en la que marcaron dos goles con Ramsey y Torreira. Los italianos reaparecieron, pero fallaron varias veces el gol de la esperanza .
Mirko Calemme
As
El Arsenal de Emery dejó bien encaminada su clasificación a las semifinales de Europa League tumbando 2-0 a un Nápoles que mostró sus virtudes solo a partir del minuto 45. Los Gunners, en la primera mitad, se ensañaron con unos partenopei absolutamente irreconocibles, en su peor versión desde hace años. Los italianos fallaban hasta el pase más sencillo y parecieron haber saltado al campo ya rendidos ante sus rivales.
Con este panorama el gol del Arsenal, que presionaba muy arriba y llegaba a las narices de Meret con la calidad de sus delanteros, solo era cuestión de tiempo. Llegó en el 14’: uno de los varios malos pases de Mario Rui encendió el contragolpe local, una preciosa jugada que pasó por Lacazette y Maitland-Niles hasta Ramsey. Él, que a partir del próximo curso será jugador de la Juve, le dio una de las últimas alegrías a sus actuales hinchas y una de las primeras, quizás, a sus futuros tifosi.
El Nápoles no hizo ni un amago de reacción y los londinenses lograron el merecido 2-0: Torreira aprovechó otra pérdida, esta vez de Fabián, llegó hasta la frontal y batió a Meret con un disparo desviado por Koulibaly en propia puerta.
En el medio de la tormenta los sureños pudieron ir al descanso marcando el gol que habría cambiado la eliminatoria, pero Insigne chutó increíblemente alto un centro raso de Callejón que le había encontrado solísimo en el corazón del área inglesa.
Los italianos regresaron al campo en la segunda parte enchufados, construyendo varios peligros con los saques de esquina y desde la banda derecha, con el propio Callejón tirando del carro. En busca del tanto de la esperanza, obviamente, los de Ancelotti dejaban huecos que podían valer el de la sentencia para el Arsenal.
Si no lo hizo fue por los paradones de un gran Meret y por un error de Ramsey, muy parecido al de Insigne en la primera parte. Los napolitanos pudieron volver a meterse en la eliminatoria con Zielinski, pero el polaco, con una descoordinada estirada, disparó fuera desde el área chica un pase de Insigne. Ancelotti se jugó la vida poniendo a todos los delanteros que tenía (Milik, Ounas y Younes), pero sus revulsivos no tuvieron efectos: para seguir su aventura europea necesitará una hazaña en el San Paolo.
Mirko Calemme
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El Arsenal de Emery dejó bien encaminada su clasificación a las semifinales de Europa League tumbando 2-0 a un Nápoles que mostró sus virtudes solo a partir del minuto 45. Los Gunners, en la primera mitad, se ensañaron con unos partenopei absolutamente irreconocibles, en su peor versión desde hace años. Los italianos fallaban hasta el pase más sencillo y parecieron haber saltado al campo ya rendidos ante sus rivales.
Con este panorama el gol del Arsenal, que presionaba muy arriba y llegaba a las narices de Meret con la calidad de sus delanteros, solo era cuestión de tiempo. Llegó en el 14’: uno de los varios malos pases de Mario Rui encendió el contragolpe local, una preciosa jugada que pasó por Lacazette y Maitland-Niles hasta Ramsey. Él, que a partir del próximo curso será jugador de la Juve, le dio una de las últimas alegrías a sus actuales hinchas y una de las primeras, quizás, a sus futuros tifosi.
El Nápoles no hizo ni un amago de reacción y los londinenses lograron el merecido 2-0: Torreira aprovechó otra pérdida, esta vez de Fabián, llegó hasta la frontal y batió a Meret con un disparo desviado por Koulibaly en propia puerta.
En el medio de la tormenta los sureños pudieron ir al descanso marcando el gol que habría cambiado la eliminatoria, pero Insigne chutó increíblemente alto un centro raso de Callejón que le había encontrado solísimo en el corazón del área inglesa.
Los italianos regresaron al campo en la segunda parte enchufados, construyendo varios peligros con los saques de esquina y desde la banda derecha, con el propio Callejón tirando del carro. En busca del tanto de la esperanza, obviamente, los de Ancelotti dejaban huecos que podían valer el de la sentencia para el Arsenal.
Si no lo hizo fue por los paradones de un gran Meret y por un error de Ramsey, muy parecido al de Insigne en la primera parte. Los napolitanos pudieron volver a meterse en la eliminatoria con Zielinski, pero el polaco, con una descoordinada estirada, disparó fuera desde el área chica un pase de Insigne. Ancelotti se jugó la vida poniendo a todos los delanteros que tenía (Milik, Ounas y Younes), pero sus revulsivos no tuvieron efectos: para seguir su aventura europea necesitará una hazaña en el San Paolo.