Cómo la división de la oposición boliviana se convirtió en la principal arma electoral de Evo Morales

Si el presidente de Bolivia se midiera con un solo candidato en las elecciones del 20 de octubre podría sufrir una derrota. Pero por ahora serán ocho los rivales del actual mandatario

Tuffí Aré Vásquez
Desde Santa Cruz de la Sierra, Bolivia
Si Evo Morales se midiera con un solo candidato opositor en las elecciones presidenciales bolivianas del 20 de octubre podría sufrir una derrota o no alcanzar los dos tercios de curules en la Asamblea Legislativa. Lo deslizan así algunas encuestas que muestran una tendencia desfavorable al primer mandatario cuando se menciona el escenario de una posible segunda vuelta, sobre todo con los opositores Carlos Mesa u Oscar Ortiz.


Sin embargo, ni Mesa, ni Ortiz ni otros cinco aspirantes a la presidencia que rivalizan con Morales tienen la intención de bajar sus candidaturas antes de los comicios presidenciales del 20 de octubre de este año. El único político del bloque opositor que ha propuesto insistemente unas nuevas primarias en las que se midan los presidenciables para elegir a un adversario electoral único del mandatario boliviano es Virginio Lema, del MNR, que está en diversos sondeos con menos de 2 por ciento de apoyo.

En ese contexto, en los últimos días reapareció en la arena política el tres veces candidato presidencial y jefe del opositor Unidad Nacional, Samuel Doria Medina, para insistir con la necesidad de que la oposición se una y considere que ya hay antecedentes de cuatro victorias electorales de los contrarios a Morales. Mencionó el triunfo del referéndum del "No" a la repostulación del actual presidente, además de los que se dieron en dos elecciones judiciales y un referéndum por las autonomías. "Vencimos al oficialismo en cuatro oportunidades en las que no hubo dispersión", remarcó en un contacto con Infobae.

En cambio, mencionó el ejemplo de los malos resultados cuando la oposición se dividió en las elecciones presidenciales de 2014: "Por no concentrar el voto opositor, el oficialismo logró el control de los dos tercios del Congreso. Si se unían esfuerzos se duplicaba el número de diputados uninominales de la oposición", destacó.

Aunque Doria Medina decidió sacar de la competencia electoral de este año a su partido, que logró el segundo lugar en las últimas presidenciales de 2014, volvió esta semana a los medios con la idea de insistir con la unidad y advirtió que hay candidatos que corren el riesgo de hacer perder la sigla de sus organizaciones partidarias. "Son los que sacarán menos de 3 por ciento", dijo.

En las encuestas, solo dos de los ocho binomios rivales de Evo Morales aparecen con más de ese porcentaje mínimo de apoyo. Entre los candidatos con muy baja intención de votos están el ex presidente Jaime Paz Zamora, el ex vicepresidente Víctor Hugo Cárdenas y el gobernador de La Paz, Félix Patzi.

Apoyándose en las encuestas, el líder del opositor UN considera que en la elección de este año es posible que se dé una polarización de Evo Morales con uno de los dos principales candidatos de la oposición en carrera. "No excluyo ni incluyo a nadie de esta polarización", dijo refiriéndose específicamente a Carlos Mesa y a Oscar Ortiz. "Leo los estudios de opinión y solo hay dos candidatos (Morales y Mesa) con números de dos dígitos y varios de un dígito", agregó.

Insistió en que solo si se consigue la unidad opositora habrá nuevo presidente de Bolivia el 20 de octubre, pero, si se impone la división y la dispersión, el beneficiado será Evo Morales.

Ortiz y Mesa, en la pugna

Un llamativo cruce entre los dos candidatos opositores con más chances en las encuestas pone en evidencia que, además de luchar contra Evo Morales, ambos buscan posicionarse en la campaña como el líder de los rivales del presidente. Tanto Oscar Ortiz como algunos seguidores de su fuerza política Bolivia Dice No han deslizado en las semanas recientes críticas directas al ex presidente Carlos Mesa.

Hubo denuncias de supuestos gastos del candidato opositor con mejor ubicación en las encuestas cuando ejerció como vocero de la demanda marítima boliviana ante La Haya, invitado por Evo Morales.

Pero el mayor cuestionamiento de Ortiz y del líder de su partido, el gobernador de Santa Cruz, Rubén Costas, es a la negativa de Mesa a consolidar una alianza de la oposición y a su supuesta afinidad con el Gobierno. "Mi partido propuso una concertación, como en Chile, en la que los principales partidos y algunos líderes se unieran para asegurar una victoria electoral, la defensa de los resultados y la gobernabilidad futura. Lamentablemente, varios ex presidentes consideraron que era su momento de volver a la política. En el caso de Mesa, insistió en volver prescindiendo de los partidos y basado en las plataformas ciudadanas, lo que imposibilitó esta concertación".

Para Ortiz, no todas las otras siete candidaturas son de oposición democrática, ya que algunas proponen un modelo más radical que el de Evo Morales y otras están para mostrar la imagen de que hay varias postulaciones. El objetivo de su partido es aglutinar el mayor porcentaje del voto opositor que busca el cambio y no la continuidad para asegurar en octubre la segunda vuelta ante Evo Morales.

El fuego cruzado no termina

Como parte de este cruce entre opositores, en las últimas horas el ex ministro Saúl Lara, afín a Carlos Mesa, afirmó que las otras candidaturas de la oposición, incluyendo la de Oscar Ortiz, son funcionales al MAS y al continuismo.

También hubo críticas a Mesa de candidatos de partidos opositores, como el ex presidente Jaime Paz Zamora, que se postula por el PDC, y el ex vicepresidente Víctor Hugo Cárdenas, de UCS.

Antes de que se conocieran las ocho candidaturas rivales de Evo Morales funcionó en Bolivia una plataforma de seis líderes que exigieron ante todo que el presidente respete el resultado del referéndum contrario a su nueva repostulación para otra reelección. El grupo de los seis opositores estaba conformado por los ex presidentes Carlos Mesa y Jorge Quiroga, además del ex vicepresidente Víctor Hugo Cárdenas y el alcalde de La Paz, Luis Revilla, el gobernador de Santa Cruz, Rubén Costas, y el ex ministro y ex candidato presidencial Samuel Doria Medina.

De los seis, ahora hay dos candidatos. El primero de este grupo que declinó postularse fue Jorge Quiroga, quien demandó a todos a comprometerse a consolidar hasta julio de este año una candidatura opositora única.

Carlos Mesa dijo hace unos días que insistirá en trabajar por la unidad de la oposición. Otro rival de Evo Morales que criticó al ex presidente es el ex gobernador de Beni, Ernesto Suárez, quien dijo que no se puede pasar de "un caudillo autoritario a un caudillo ilustrado", en alusión a Evo Morales y a Carlos Mesa.

Quien a pesar de todo este clima adverso a la unidad insiste en conseguir un solo y más fuerte bloque opositor es el candidato presidencial del MNR, Virginio Lema. "No creo que la unidad se dé en base a las encuestas. Hay tiempo para sentarse y ver mecanismos como nuevas primarias, en las que los ciudadanos elijan por voto al candidato único de la oposición. Los perdedores deben apoyarlo sin condiciones", remarcó.

Otro de los candidatos opositores que prefiere hablar de una "unidad posible" en vez de la "unidad deseable" de los rivales de Evo Morales es el ex presidente Víctor Hugo Cárdenas. Como él, los demás se resisten a bajarse de la campaña.

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