Asumen dos nuevos jefes en la Policía; Gobierno reitera pedido de eliminar a ‘malos elementos’

“Cuando hay malos elementos, cuando hay gente que piensa que hay que robar, que hay que delinquir, no; lo hay que identificar, no se puede deshonrar el uniforme”, dijo el ministro de Gobierno en el acto de posesión del nuevo subcomandante y del inspector general.

La Razón Digital / Baldwin Montero / La Paz
Un día después de la repentina sustitución del comandante general de la Policía Boliviana, este miércoles los generales Eduardo Rivera y Jhonny Coronel fueron posesionados como subcomandante de esa institución e inspector general, respectivamente, en un acto donde el Gobierno reiteró su demanda de depuración de los “malos elementos” en esa institución.


Ayer el general Yuri Vladimir Calderón Mariscal asumió como comandante nacional de esa institución en reemplazo de Rómulo Delgado, en un acto donde el presidente en ejercicio Víctor Borda demandó al flamante jefe policial “una señal fuerte" para erradicar "a los malos policías" vinculados con la corrupción.

El acto de hoy transcurrió en medio de un discurso con similar pedido del Ejecutivo, esta vez expresado por el ministro de Gobierno, Carlos Romero. “Cuando hay malos elementos, cuando hay gente que piensa que hay que robar, que hay que delinquir, no; lo hay que identificar, no se puede deshonrar el uniforme”, reflexionó la autoridad.

Calderón asume como Comandante de la Policía con el desafío de dar una 'señal fuerte' para erradicar a corruptos
Pidió a los uniformados comprometerse con la institución y trabajar para que sea considerada como la mejor de la región. “Les quiero pedir públicamente, defiendan a nuestra institución, defiéndanla de los malos elementos también que pisotean el uniforme, defiéndanla”, insistió.

Informó que anoche hubo una larga reunión con el nuevo comandante, donde se decidió realizar un trabajo de evaluación a nivel nacional para realizar los ajustes que sean necesarios. “Que no se entienda como una cacería de brujas”, complementó.

Aseguró además que el Gobierno no se entrometerá en las designaciones ni en los cambios de destino, aunque aclaró que continuará expresando sus opiniones en casos especiales y en función del desempeño que a veces observa en algunos uniformados.

“No apadrinamos a nadie, aunque destacamos el trabajo de algunos porque es justo”, afirmó.

Actualmente la imagen de la Policía se encuentra deteriorada por escándalos de corrupción vinculados a la venta de órdenes de destino, venta de exámenes para acceder a la Anapol y presuntas violaciones en recintos penitenciarios.

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