1x1 del Madrid: Benzema letal, Casemiro recuperado
El delantero firmó un encuentro brillante, con tres goles en el segundo tiempo. El brasileño, omnipresente. Brahim levantó al estadio en dos minutos. Vallejo, bien.
Manu de Juan
As
Keylor: poco trabajo para el tico, apenas centros laterales y algún disparo centrado que resolvió bien. También se desenvolvió con acierto a la hora de dar continuidad al juego con los pies. En los instantes finales sacó el 2-1 a Williams en un remate bajo que despejó con el pie.
Carvajal: bien en defensa atando en corto a Córdoba y a Yuri, aunque con poca influencia en ataque, pese a que se lanzó a apoyar a Lucas Vázquez siempre que el ambiente fue propicio.
Varane: gran partido del francés, líder de la zaga en ausencia de Ramos. Cortó cuanto le llegó y llevó el peso de la salida de balón casi siempre. Transmitió seguridad, Raúl García y Williams no le superaron en ningún momento. Omnipresente por alto.
Vallejo: arrancó el partido muy nervioso con balón, síntoma de la larga inactividad que arrastra. Con el paso de los minutos se asentó, aunque siempre delegó en Varane, Casemiro o Kroos para arriesgar mínimamente el balón. En la anticipación y el corte estuvo muy fino, evitando incluso un gol cantado de Williams segundos antes de que Benzema hiciese el 1-0. Minutos de calidad para el aragonés.
Marcelo: su presencia arriba es constante y hasta se animó con el remate dentro del área, dos veces, ambas sin puntería. Atrás dejó espacios, pero sin caer en las exageraciones de otras ocasiones. El problema radica en su falta de forma para hacer el daño que solía en el uno contra uno; su aportación arriba sigue siendo discreta, aunque hay brotes verdes.
Casemiro: salió claramente vencedor en la batalla que le enfrentó con Raúl García; el navarro apenas pudo desplegar su juego de segundas jugadas, prolongaciones, acciones de espaldas… En gran medida, por la labor del brasileño, un punto físico por encima del que venía teniendo. Una mejora que en su caso se nota una barbaridad.
Kroos: se regaló un poco en conducciones en las que arriesgó el balón, pero a cambio mostró enorme seguridad en el pase y buen despliegue para apoyar a Modric en la creación. Vio la amarilla por un agarrón obsceno a Muniain y segundos después se marchó, dejando el sitio a Isco, en el 69’. Había tenido tras el 1-0 una clara ocasión para marcar, pero el tiro le salió ligeramente desviado, tras un mal control inicial.
Modric: primer tiempo más discreto, ahogado por la presión de los leones, mucho mejor en el segundo, dando dinamismo al ataque blanco con sus cambios de ritmo y su seguridad para mover el balón desde la frontal. Además, fue junto a Benzema el principal actor de la presión blanca; los años no le pesaron al croata, que además asistió a Benzema en el 2-0.
Lucas Vázquez: bien en defensa como siempre, el gallego nunca se arruga. Peor en ataque, le faltó finura para concretar las acciones en las que pudo hacer daño. Siempre cumple, pero le viene costando destacar.
Benzema: sigue el monólogo del francés, esta vez mejor acompañado. El delantero está en un punto de forma alucinante, de los mejores desde que viste de blanco, y el Madrid lo agradece: otros tres goles, lleva 30 y ya es su segunda mejor temporada de blanco (tras los 32 de la 2011-12); en LaLiga son 21, superando a Luis Suárez y quedando sólo por detrás de los 33 de Messi. Los dos primeros fueron de cabeza, goles de nueve puro: uno a centro de Asensio y otro en un córner lanzado por Modric. Además, dejó un sombrero marca de la casa a Yeray que alucinó al Bernabéu y siempre mostró inspiración para dar continuidad al juego blanco, ya fuese a la contra o jugando de espaldas. Cerró el partido con un toque sutil desde la frontal para marcar a puerta vacía, con Herrerín fuera de sitio. Ovación cerrada del estadio al galo tras el tercero; su sprint final de año probablemente le valdrá su continuidad en el once del Madrid del futuro.
Asensio: sin ser su mejor partido, se vio lo que es el balear: sirvió el 1-0 a Benzema con un centro perfecto, medido. Anduvo poco preciso en el regate y le faltó ánimo para disparar en ocasiones propicias, pero suele asegurar el balón y dar continuidad a las jugadas y por el camino se llevó una asistencia, además de una ruleta en la banda que levantó al Bernabéu. Dejó el sitio a Brahim en el 84’.
Isco: entró en el 69’ por Kroos. Brahim le sirvió un buen balón para el 3-0 que no aprovechó, se lió demasiado en el control.
Bale: entró en el 69’ por Lucas Vázquez. Partido extraño, pues sin estar muy bien el galés provocó el córner que acabaría en el 2-0 y asistió a Benzema en el 3-0. Tuvo el su propio gol en un mano a mano, pero se pasó picándola y el balón salió alto.
Brahim: entró en el 84’ por Asensio, se colocó en la izquierda y en menos de dos minutos hizo magia: sirvió un gol casi hecho a Isco y luego casi marca tras regate en el área. El Bernabéu estalló en aplausos, tiene pinta de jugador que, por estilo, encaja de sobra en la filosofía blanca.
Manu de Juan
As
Keylor: poco trabajo para el tico, apenas centros laterales y algún disparo centrado que resolvió bien. También se desenvolvió con acierto a la hora de dar continuidad al juego con los pies. En los instantes finales sacó el 2-1 a Williams en un remate bajo que despejó con el pie.
Carvajal: bien en defensa atando en corto a Córdoba y a Yuri, aunque con poca influencia en ataque, pese a que se lanzó a apoyar a Lucas Vázquez siempre que el ambiente fue propicio.
Varane: gran partido del francés, líder de la zaga en ausencia de Ramos. Cortó cuanto le llegó y llevó el peso de la salida de balón casi siempre. Transmitió seguridad, Raúl García y Williams no le superaron en ningún momento. Omnipresente por alto.
Vallejo: arrancó el partido muy nervioso con balón, síntoma de la larga inactividad que arrastra. Con el paso de los minutos se asentó, aunque siempre delegó en Varane, Casemiro o Kroos para arriesgar mínimamente el balón. En la anticipación y el corte estuvo muy fino, evitando incluso un gol cantado de Williams segundos antes de que Benzema hiciese el 1-0. Minutos de calidad para el aragonés.
Marcelo: su presencia arriba es constante y hasta se animó con el remate dentro del área, dos veces, ambas sin puntería. Atrás dejó espacios, pero sin caer en las exageraciones de otras ocasiones. El problema radica en su falta de forma para hacer el daño que solía en el uno contra uno; su aportación arriba sigue siendo discreta, aunque hay brotes verdes.
Casemiro: salió claramente vencedor en la batalla que le enfrentó con Raúl García; el navarro apenas pudo desplegar su juego de segundas jugadas, prolongaciones, acciones de espaldas… En gran medida, por la labor del brasileño, un punto físico por encima del que venía teniendo. Una mejora que en su caso se nota una barbaridad.
Kroos: se regaló un poco en conducciones en las que arriesgó el balón, pero a cambio mostró enorme seguridad en el pase y buen despliegue para apoyar a Modric en la creación. Vio la amarilla por un agarrón obsceno a Muniain y segundos después se marchó, dejando el sitio a Isco, en el 69’. Había tenido tras el 1-0 una clara ocasión para marcar, pero el tiro le salió ligeramente desviado, tras un mal control inicial.
Modric: primer tiempo más discreto, ahogado por la presión de los leones, mucho mejor en el segundo, dando dinamismo al ataque blanco con sus cambios de ritmo y su seguridad para mover el balón desde la frontal. Además, fue junto a Benzema el principal actor de la presión blanca; los años no le pesaron al croata, que además asistió a Benzema en el 2-0.
Lucas Vázquez: bien en defensa como siempre, el gallego nunca se arruga. Peor en ataque, le faltó finura para concretar las acciones en las que pudo hacer daño. Siempre cumple, pero le viene costando destacar.
Benzema: sigue el monólogo del francés, esta vez mejor acompañado. El delantero está en un punto de forma alucinante, de los mejores desde que viste de blanco, y el Madrid lo agradece: otros tres goles, lleva 30 y ya es su segunda mejor temporada de blanco (tras los 32 de la 2011-12); en LaLiga son 21, superando a Luis Suárez y quedando sólo por detrás de los 33 de Messi. Los dos primeros fueron de cabeza, goles de nueve puro: uno a centro de Asensio y otro en un córner lanzado por Modric. Además, dejó un sombrero marca de la casa a Yeray que alucinó al Bernabéu y siempre mostró inspiración para dar continuidad al juego blanco, ya fuese a la contra o jugando de espaldas. Cerró el partido con un toque sutil desde la frontal para marcar a puerta vacía, con Herrerín fuera de sitio. Ovación cerrada del estadio al galo tras el tercero; su sprint final de año probablemente le valdrá su continuidad en el once del Madrid del futuro.
Asensio: sin ser su mejor partido, se vio lo que es el balear: sirvió el 1-0 a Benzema con un centro perfecto, medido. Anduvo poco preciso en el regate y le faltó ánimo para disparar en ocasiones propicias, pero suele asegurar el balón y dar continuidad a las jugadas y por el camino se llevó una asistencia, además de una ruleta en la banda que levantó al Bernabéu. Dejó el sitio a Brahim en el 84’.
Isco: entró en el 69’ por Kroos. Brahim le sirvió un buen balón para el 3-0 que no aprovechó, se lió demasiado en el control.
Bale: entró en el 69’ por Lucas Vázquez. Partido extraño, pues sin estar muy bien el galés provocó el córner que acabaría en el 2-0 y asistió a Benzema en el 3-0. Tuvo el su propio gol en un mano a mano, pero se pasó picándola y el balón salió alto.
Brahim: entró en el 84’ por Asensio, se colocó en la izquierda y en menos de dos minutos hizo magia: sirvió un gol casi hecho a Isco y luego casi marca tras regate en el área. El Bernabéu estalló en aplausos, tiene pinta de jugador que, por estilo, encaja de sobra en la filosofía blanca.