1x1 Barça: A Messi le bastaron 16 minutos para ganar LaLiga
En el minuto 61 el mejor jugador del mundo decidió dar por finiquitado el campeonato, marcando el gol del triunfo tras una acción providencia del Arturo Vidal.
Javier Miguel
As
Ter Stegen: Tras una primera parte que bien podría haberse quedado en la grada porque no le llegó ningún balón al área, el meta alemán tuvo que emplearse a fondo a partir del minuto 60. Primero con un remate seco que despejó a saque de esquina, luego con un balón que estuvo a punto de entrar en un gol olímpico y por último con un 'milagroso' balón que se paseó por el área y acabó en la cepa del poste ante la sonrisa pícara del portero que no daba crédito a la suerte que había tenido. Morales además tampoco tenía su día, enviando un balón fuera cuando estaba solo ante el portero.
Semedo: Espectacular exhibición como carrilero por la banda derecha, aportando contundencia en defensa y decisión a la hora de subir al ataque. A veces no acabó de compenetrarse con Dembélé, pero su juego siempre es una garantía. Perfecto en la salida de balón. Sin duda, Valverde tiene un 'bendito' problema en la banda para el partido de Liverpool porque el portugués y Sergi Roberto están en un gran momento de juego.
Piqué: Superlativo en todos los aspectos. Empezó el partido con el brazalete de capitán. Ejerció de líder absoluto en defensa: autoritario y ambicioso. Realizó más de una incursión de las suyas en busca del gol, pero en esta ocasión no estuvo tan afortunado. En los últimos minutos se hartó de achicar balones fuera.
Lenglet: El central francés cometió algún error en la salida de balón que dejó a las gradas con el miedo en el cuerpo. Afortunadamente, en el resto de aspectos del juego estuvo a un gran nivel. De hecho, estuvo cerca de marcar con otro remate de cabeza, pero en esta ocasión no conectó con el balón por poco.
Alba: La banda izquierda tiene un dueño y señor por antonomasia. Partido intachable del internacional que regaló más de un gol cantado a sus compañeros, pero que, por hache o por be, no supieron aprovecharlo. Pese a no tener un relevo natural en la plantilla, parece que la palabra dosificación no está en su diccionario.
Rakitic: El croata jugó de pivote defensivo. Empezó con ciertas dudas, perdiendo balones en zonas muy comprometidas. Pero poco a poco fue despejando dudas y asomando la mejor versión de Ivan. Estuvo muy cerca de rematar con un remate de rosca que se fue envenenando. Recuperó decenas de balones para evitar transiciones. En una de sus numerosas intercepciones acabó viendo tarjeta y se perderá el partido ante el Celta.
Arthur: No se le puede poner ningún pero al brasileño: preciso en el pase, sobrio en el control y atento a la hora de hacer la presión alta. Ahora bien, el día que se atreva a buscar más los pases entre líneas y a arriesgar en las combinaciones, tendremos delante un jugador estratosférico. Por ahora es un gran jugador.
Arturo Vidal: Uno de sus mejores partidos como blaugrana. El gol de Messi llegó gracias al empuje e ímpetu que le puso a la jugada, jugándose literalmente el tipo para poner la cabeza. Un tipo con esta capacidad de sacrificio y garra es innegociable en un equipo como el Barcelona. Es el contrapunto perfecto al talento y la imaginación de otros. Además estuvo cerca de marcar con dos remates que se fueron fuera.
Dembélé: Poco a poco ya va siendo el jugador que enamoró a la afición a base de potencia y regate en el uno contra uno. Le falta aún un poco de convicción en los metros finales, pero su juego empieza a desbordar quilates por todas partes. Jugó en la banda derecha en la primera parte para luego cambiar por la izquierda tras el descanso.
Luis Suárez: El charrúa lo da todo en el campo, le salgan más o menos las cosas. En esta ocasión lo probó de todas las maneras, pero unas veces su falta de acierto y otras el portero frustraron todas sus ocasiones. Aun así, siempre es un peligro y un incordio para la defensa rival. Necesaria siempre su aportación, con o sin gol.
Coutinho: Jugó sólo los primeros 45 minutos, pero lo cierto es que fue uno de sus partidos más proactivos en ataque; llegó a rematar hasta en cinco ocasiones entre los tres palos, con un remate al larguero incluido de lanzamiento de falta y otro de cabeza que detuvo Aitor en la misma línea de gol. Además dibujó combinaciones interesantes con Alba partiendo desde la banda izquierda y exhibió su capacidad de desborde en más de una jugada. El público ya le ha perdonado su 'tontería' en la celebración del gol ante el United. Valverde lo sacrificó en la media parte para dar entrada a Messi.
Cambios:
Messi: Salió tras el descanso como arma disuasoria para acabar de rematar el campeonato. Tras un primer aviso con un tímido remate, cogió un balón que le llego en el área gracias a la garra de Arturo Vidal, hizo un amago de desborde, miró la portería y alojó el balón al segundo palo para sentenciar el campeonato. Su décima Liga en su palmarés. Y ahora que pase el Liverpool.
Sergio Busquets: En los quince minutos que estuvo en el campo intentó poner un poco de control y cordura en el juego. Lo consiguió solo en parte, desbordado ante el empuje del Levante.
Sergi Roberto: Salió en los últimos minutos para poner más resistencia al juego.
Javier Miguel
As
Ter Stegen: Tras una primera parte que bien podría haberse quedado en la grada porque no le llegó ningún balón al área, el meta alemán tuvo que emplearse a fondo a partir del minuto 60. Primero con un remate seco que despejó a saque de esquina, luego con un balón que estuvo a punto de entrar en un gol olímpico y por último con un 'milagroso' balón que se paseó por el área y acabó en la cepa del poste ante la sonrisa pícara del portero que no daba crédito a la suerte que había tenido. Morales además tampoco tenía su día, enviando un balón fuera cuando estaba solo ante el portero.
Semedo: Espectacular exhibición como carrilero por la banda derecha, aportando contundencia en defensa y decisión a la hora de subir al ataque. A veces no acabó de compenetrarse con Dembélé, pero su juego siempre es una garantía. Perfecto en la salida de balón. Sin duda, Valverde tiene un 'bendito' problema en la banda para el partido de Liverpool porque el portugués y Sergi Roberto están en un gran momento de juego.
Piqué: Superlativo en todos los aspectos. Empezó el partido con el brazalete de capitán. Ejerció de líder absoluto en defensa: autoritario y ambicioso. Realizó más de una incursión de las suyas en busca del gol, pero en esta ocasión no estuvo tan afortunado. En los últimos minutos se hartó de achicar balones fuera.
Lenglet: El central francés cometió algún error en la salida de balón que dejó a las gradas con el miedo en el cuerpo. Afortunadamente, en el resto de aspectos del juego estuvo a un gran nivel. De hecho, estuvo cerca de marcar con otro remate de cabeza, pero en esta ocasión no conectó con el balón por poco.
Alba: La banda izquierda tiene un dueño y señor por antonomasia. Partido intachable del internacional que regaló más de un gol cantado a sus compañeros, pero que, por hache o por be, no supieron aprovecharlo. Pese a no tener un relevo natural en la plantilla, parece que la palabra dosificación no está en su diccionario.
Rakitic: El croata jugó de pivote defensivo. Empezó con ciertas dudas, perdiendo balones en zonas muy comprometidas. Pero poco a poco fue despejando dudas y asomando la mejor versión de Ivan. Estuvo muy cerca de rematar con un remate de rosca que se fue envenenando. Recuperó decenas de balones para evitar transiciones. En una de sus numerosas intercepciones acabó viendo tarjeta y se perderá el partido ante el Celta.
Arthur: No se le puede poner ningún pero al brasileño: preciso en el pase, sobrio en el control y atento a la hora de hacer la presión alta. Ahora bien, el día que se atreva a buscar más los pases entre líneas y a arriesgar en las combinaciones, tendremos delante un jugador estratosférico. Por ahora es un gran jugador.
Arturo Vidal: Uno de sus mejores partidos como blaugrana. El gol de Messi llegó gracias al empuje e ímpetu que le puso a la jugada, jugándose literalmente el tipo para poner la cabeza. Un tipo con esta capacidad de sacrificio y garra es innegociable en un equipo como el Barcelona. Es el contrapunto perfecto al talento y la imaginación de otros. Además estuvo cerca de marcar con dos remates que se fueron fuera.
Dembélé: Poco a poco ya va siendo el jugador que enamoró a la afición a base de potencia y regate en el uno contra uno. Le falta aún un poco de convicción en los metros finales, pero su juego empieza a desbordar quilates por todas partes. Jugó en la banda derecha en la primera parte para luego cambiar por la izquierda tras el descanso.
Luis Suárez: El charrúa lo da todo en el campo, le salgan más o menos las cosas. En esta ocasión lo probó de todas las maneras, pero unas veces su falta de acierto y otras el portero frustraron todas sus ocasiones. Aun así, siempre es un peligro y un incordio para la defensa rival. Necesaria siempre su aportación, con o sin gol.
Coutinho: Jugó sólo los primeros 45 minutos, pero lo cierto es que fue uno de sus partidos más proactivos en ataque; llegó a rematar hasta en cinco ocasiones entre los tres palos, con un remate al larguero incluido de lanzamiento de falta y otro de cabeza que detuvo Aitor en la misma línea de gol. Además dibujó combinaciones interesantes con Alba partiendo desde la banda izquierda y exhibió su capacidad de desborde en más de una jugada. El público ya le ha perdonado su 'tontería' en la celebración del gol ante el United. Valverde lo sacrificó en la media parte para dar entrada a Messi.
Cambios:
Messi: Salió tras el descanso como arma disuasoria para acabar de rematar el campeonato. Tras un primer aviso con un tímido remate, cogió un balón que le llego en el área gracias a la garra de Arturo Vidal, hizo un amago de desborde, miró la portería y alojó el balón al segundo palo para sentenciar el campeonato. Su décima Liga en su palmarés. Y ahora que pase el Liverpool.
Sergio Busquets: En los quince minutos que estuvo en el campo intentó poner un poco de control y cordura en el juego. Lo consiguió solo en parte, desbordado ante el empuje del Levante.
Sergi Roberto: Salió en los últimos minutos para poner más resistencia al juego.