Zidane aleja a Neymar

El efecto Vinicius, la explosión de Mbappé y la reticencia del técnico francés son algunos de los motivos que le ponen muy abajo en la lista de posibles refuerzos.

Fernando Kallás
As
Neymar y el Real Madrid. Un coqueteo que el año pasado parecía que acabaría en matrimonio, cada vez tiene más pinta de ser un amor imposible. Los guiños de uno a otro se han ido espaciando en el tiempo y ya no son tan intensos. Como sucede en muchas ocasiones en relaciones a distancia, el amor se fue enfriando y va dejando aquella sensación de que fue un suspiro de primavera. Que lo mejor para ambas partes es mirar hacia adelante.


Cuando el delantero de 27 años se marchó del Barça al PSG por 222 millones de euros hace un año y medio, casi inmediatamente se dio cuenta de que se había equivocado. Y empezó a replantearse su futuro y sus opciones. La más realista era el Real Madrid. Hablaron en secreto, se reunieron en la primavera de 2018 e intentaron encontrar una manera efectiva, discreta y, principalmente, no agresiva, de convencer al dueño del PSG, el emir de Qatar Tamim bin Hamad Al-Thani, de que lo mejor sería que le dejasen marchar aquel mismo verano.

Sin embargo, durante todo aquel periodo, cuando un emisario del Real Madrid viajó varias veces a Río de Janeiro para negociar con el jugador cuando él se recuperaba de su primera fractura en el pie derecho, el interés era básicamente de Florentino Pérez, que insistía en fichar a aquel chaval de quien se enamoró cuando tenía tan sólo 14 años, cuando hizo su primera visita y entrenamiento en Valdebebas. Desde entonces, es la obsesión del presidente y la familia de Neymar lo sabe y lo aprecia. El director de fútbol internacional del club, Juni Calafat, se convirtió en un amigo personal de la familia desde aquella visita a la ciudad deportiva hace 13 años y el padre del jugador del PSG le tiene un gran aprecio, cariño y gratitud. La vía para que se pueda llegar a un acuerdo entre los Neymar y el Real Madrid está abierta desde hace muchos años y la confianza que hay entre las partes es incluso mayor que nunca tuvieron con los dirigentes del Barcelona (excepto con André Cury, el hombre fuerte del Barça en Sudamérica).

El único impedimento que había para que el traspaso sucediera el año pasado, además del PSG, claro, era la reticencia del que entonces era el entrenador del Real Madrid, Zinedine Zidane. No es que al francés no le guste Neymar, el futbolista. Pero, según fuentes del club y cercanas al entrenador, él siempre creyó que la inversión necesaria para incorporar al brasileño podría ser utilizada en otros recursos. Que, en su lista de preferencias, hay otros jugadores de nivel internacional que aportarían más que el brasileño en su filosofía de equipo y de plantilla. Una distracción innecesaria que él preferiría no tener en su vestuario. Y la insistencia de Florentino en fichar sí o sí a Neymar fue uno de los muchos factores que acabaron desgastando la relación entre presidente y entrenador, que acabó dimitiendo.

A su vez, el PSG cerró todas las puertas para una posible salida de Neymar el pasado verano. Ante la negativa del club francés, el crack y su entorno decidieron que lo mejor era dedicarse en cuerpo y alma al nuevo proyecto deportivo de Thomas Tuchel e intentar recuperar un poco su imagen, que acabó muy dañada tras el fracaso en el Mundial de Rusia. Así que los Neymar y el Real Madrid se dijeron un "nos vemos pronto". Pero ya no se volvieron a ver.

En España, Vinicius Jr acaparó todos los focos con tan sólo 18 años y enamoró a club y afición. Una explosión que hace a cualquiera repensar sus prioridades, principalmente para la banda izquierda del ataque, la misma posición en la que Neymar es más efectivo. Aunque el capitán canarinho hiciera una buena temporada con el PSG antes de lesionarse, la creciente evolución de Mbappé tras ganar el Mundial de Rusia le convirtió en el nuevo deseo de Florentino Pérez. Una idea que comparte con su nuevo entrenador, Zinedine Zidane, que regresó con plenos poderes para liderar el proyecto de reconstrucción del Real Madrid. Un proyecto en el que el entrenador francés no ve un hueco para Neymar.

Hasta el caso Arthur resonó en Madrid y le dio la razón a Zidane. El joven centrocampista del Barcelona tuvo que pedir disculpas públicamente por su escapada a París para ir al cumpleaños de Neymar, lesionándose pocos días después, cuando estaba en su mejor estado de forma con su nuevo equipo. Antes, ya había ido a Brasil para pasar el fin de año con el capitán de la selección brasileña, de quien él es cada día más amigo. Una amistad que preocupa al club catalán y una mala influencia que el Madrid prefería no tener con sus jóvenes perlas, Vinicius Jr y Rodrygo. El regreso de Zidane, ahora al mando del barco, pone a Neymar al final de la cola de posibles refuerzos. Hay muchos por delante y no hay espacio para todos.

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