Scholes dimite como técnico solo 31 días después de llegar
La leyenda del Manchester United fue nombrado entrenador del Oldham Athletic el 11 de febrero. Los malos resultados le han hecho abandonar poco más de un mes después.
Cristo Martín
As
El paso del fútbol de elite al banquillo no siempre es sencillo. Una clara muestra de ello es Paul Scholes. El ex jugador del Manchester United, toda una leyenda viva de los diablos rojos, comenzó en febrero su primera andadura como primer entrenador en el Oldham Athletic de la Legue Two, la tercera división inglesa.
31 días y siete encuentros ha aguantado en el cargo el que fuera uno de los mejores centrocampistas ingleses de todos los tiempos. Y eso que la aventura comenzó bien. Muy bien de hecho. El debut, en casa, deparó un claro triunfo 4-1 ante el Yeovil Town, colista de la competición, todo hay que decirlo.
Pero a partir de ahí, todo fue de mal en peor. Seis encuentros saldados con tres derrotas y tres empates. Todo un baño de realidad que le ha hecho dimitir del club del que ha sido aficionado toda su vida. En su despedida ha asegurado que desde el principio comprobó "que no podría operar como habría querido" y le habían hecho creer antes de aceptar el puesto. Una mala experiencia que demuestra en definitiva que el camino no es fácil para nadie.
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El paso del fútbol de elite al banquillo no siempre es sencillo. Una clara muestra de ello es Paul Scholes. El ex jugador del Manchester United, toda una leyenda viva de los diablos rojos, comenzó en febrero su primera andadura como primer entrenador en el Oldham Athletic de la Legue Two, la tercera división inglesa.
31 días y siete encuentros ha aguantado en el cargo el que fuera uno de los mejores centrocampistas ingleses de todos los tiempos. Y eso que la aventura comenzó bien. Muy bien de hecho. El debut, en casa, deparó un claro triunfo 4-1 ante el Yeovil Town, colista de la competición, todo hay que decirlo.
Pero a partir de ahí, todo fue de mal en peor. Seis encuentros saldados con tres derrotas y tres empates. Todo un baño de realidad que le ha hecho dimitir del club del que ha sido aficionado toda su vida. En su despedida ha asegurado que desde el principio comprobó "que no podría operar como habría querido" y le habían hecho creer antes de aceptar el puesto. Una mala experiencia que demuestra en definitiva que el camino no es fácil para nadie.
