Pochi Chávez: “Alfaro siempre me quiso”
Pochi Chávez, figura del Wilstermann, recuerda sus años en Boca y cuenta que sigue cerca pese a la distancia. Su relación con Palermo, el pedido de camiseta a Carlitos y un secreto con Lechuga...
Nicolás Migliavacca
Olé
-¿Es especial enfrentar a Boca?
-Sí, es muy especial para mí porque estuve nueve años ahí, es como mi casa. Además soy hincha y tenerlo enfrente es algo raro. Lo quiero disfrutar. Es un lindo partido, lo estamos esperando desde que salió el sorteo, todos mis compañeros y yo. Estoy muy ansioso, voy a hacer lo mejor porque hace dos años que estoy acá y la gente me tomó mucho cariño. Pero para mí es muy confuso enfrentar a Boca, me agarra mucha confusión. Pero mi trabajo es Wilstermann y es un partido que va a ver todo el mundo y debemos estar a la altura.
-Se nota que tenés un apego importante con Boca...
-Sin dudas, toda mi familia es de Boca. Hace días que me llaman ellos y también amigos pidiéndome que no haga un gol y esas cosas. Pero no hay nada más lindo para un jugador de fútbol que hacer un gol, es algo que te pone contento. Obviamente que si me toca no lo voy a gritar, aunque sólo pienso en ese partido y en hacer goles.
-¿Cómo viviste la última final?
-Intenso. Acá en Bolivia siguen mucho al fútbol argentino y les encanta. Hay muchos hinchas de Boca y también de River. Nosotros nos juntábamos a ver los partidos, y que se suspendía, que no, que se jugaba, que se volvía a suspender... Hacíamos un asado y no se jugaba, después se jugaba cuando me tocaba jugar a mí y finalmente se fue a España... Pero perdimos y queda esa bronca de perder con el eterno rival. Acá tengo muchos compañeros que son hinchas de Boca, que que incluso cuando tienen vacaciones y tiempo viajan para ir a la Bombonera.
-¿Es chiste?
-No, no. La mayoría van a jugar el martes. Por ejemplo, el Tano Ortiz (NdeR: defensor) es fanático. Cuando llegué, lo primero que hizo fue perdirme la camiseta de Boca. Y hay más, eh.
-¡Una locura!
-Sí, je. Pero la gente acá es así. Yo me acuerdo cuando llegué a Bolivia me fueron a buscar al aeropuerto todos con la camiseta de Boca, había muy pocas de Wilstermann. En los entrenamientos pasa lo mismo, la gente todavía me sigue pidiendo que les firme las camiseta de Boca que llevan.
-Evidentemente dejaste un gran recuerdo en los hinchas, ¿no?
-Eso es lo bueno, siempre se acuerdan de mí. No es fácil ganar cinco títulos en Boca. Estoy muy orgulloso de mi carrera en el club, a mi me dio todo, yo venía de un barrio humilde... No me reprocho nada, sobre todo que más allá de los títulos jugué 158 partidos en la Primera.
-¿La final de la Copa tapa el descenso de River?
-Je, el hincha de River te va a decir que sí y el hincha de Boca que no. Tiene que quedar ahí, en el folclore. Lo escuché hablar a Almeyda, que recordó que hubo gente que se murió por estas cosas y ahí es como ya se frena un poco la mano. No debe pasar de una cargada, que ellos nos gasten porque nos ganaron la final de la Libertadores y nosotros a ellos porque se fueron a la B. Eso va a seguir así hasta que se juegue otra final, o hasta que alguno de los dos vuelva a ganar una Libertadores. Lo mejor de esa final es que en todo el mundo de habló de Boca y de River.
-¿Seguís en contacto con el Mundo Boca?
-Del plantel del semestre pasado prácticamente no conocía a nadie salvo a Magallán, que en su momento hemos compartido cosas. Y de éste con muchos jugadores que llegaron como Andrada, Izquierdoz y Goltz, que los conozco de Lanús. También tengo buena onda con Marcone, que lo conozco de Arsenal. Con Carlitos hice una pretemporada. Ah, el que me mandó audio esta semana fue Martín...
-...
-Siempre me escribe Palermo. Me preguntó cómo me preparaba para enfrentar a Boca. Cada vez que juego un partido importante como éste me llama o me manda mensaje, está muy pendiente de mí. De hecho a veces se enoja porque no lo atiendo.
-O sea, ¿te das el lujo de clavarle el visto a Palermo?
-Jaja, claro, o me dice que no le mando mensajes. Pero ponete en mi lugar, me pongo nervioso... ¡Es Palermo! A veces pienso que si le escribo lo puedo molestar o algo por el estilo. Pero él se enoja y me dice que no es así. Siempre me mimó en Boca, es como mi segundo padre. Se preocupa mucho por mí y eso me motiva, me pone muy orgulloso.
-¿Hablan de Boca?
-¡Muchísimo! Él está muy pendiente, todo el tiempo. Además, siempre nos acordamos de todas las cosas que vivimos ahí. Martín tiene la ilusión de agarrar algún día. Cuando se fue Guillermo, que sonaba, se ilusionó. Sabe que algún día le va a tocar por todo lo que le dio al club, es ídolo y está haciendo su carrera.
-Trayectoria no le falta...
-A Martín le sobra espalda para ser el técnico de Boca. Por eso es ídolo, tiene mucha espalda. En este momento no se le dio porque agarró Alfaro, que siempre me quiso en sus equipos, je.
-¿Cómo es eso?
-Pocos saben esa historia. En todos los equipos en donde estuvo, en la mayoría me quiso llevar. Porque en esa época en Boca estaba Riquelme y se decía que yo era el sucesor, y que además iba a tener poco rodaje porque estaba él. Entonces Alfaro me quería. Me han dicho que es un gran entrenador, que trabaja muy bien, que va para adelante, que le mete ganas y que es muy serio. Ahora le tocó agarrar a un Boca que venía golpeado.
-¡¿Y no te llamó para ir a Boca?!
-Jaja ahora ya no, me llamaba cuando tenía 25 años... Estoy viejo, tengo 32. Nunca lo tuve como técnico, no llegamos a coincidir en Arsenal, a donde a mí me llevó Palermo. Tampoco hablé por teléfono, pero me enteraba que me quería por mi representante y también cuando llegué a Arsenal: los utileros y los kinesiólogos me decían que Alfaro estaba como loco conmigo.
-¿Cómo lo ves en Boca?
-Veo todos los partidos. Y más ahora que los vamos a enfrentar, hace tres meses que vemos todos los partidos de Boca. Creo que es un equipo que está en un proceso así como también lo estamos nosotros, que nos cambiaron el entrenador y vino uno nuevo con un estilo más europeo. No venimos bien en el torneo, aunque seguimos a seis puntos de la punta pero perdimos tres partidos en nuestra casa. Hacía dos años que no pasaba eso.
-¿Qué análisis hicieron de este Boca?
-Nos llamó la atención cómo jugó con Defensa... ¡El primer tiempo fue un baile terrible! Pero mirando el partido dijmos, “es Boca” y dicho y hecho: tuvo una y lo ganó. Y con Unión pasó más o menos lo mismo. Le tenemos mucho respeto a Boca, aunque con Defensa lo desconocimos... Y eso nos sirvió para darnos cuenta de que le podemos hacer daño. -
¿Les preocupa se haya encendido Tevez?
-Y sí, pero Boca es así. Nosotros somos un equipo humilde que nos juntamos y hasta nos cargamos. Incluso, cuando veíamos que Carlitos por ahí no estaba tan encendido decíamos “por ahí a Boca le ganamos”.
-Y si tenés que cambiar la camiseta...
-¡Con Carlitos! Todos van a querer cambiarla con él. Pero yo ya hablé con uno de los utileros de Boca y le mandé un audio para que le pasara directo a Carlitos donde le pido la camiseta. Igual, le dije al utilero que traiga camisetas de más de Tevez, de Pipa, de Zárate, de todos...
-¡Estás en todo!
-Je, sí, igual acá nuestro utilero hace camisetas de Boca...
-¿Eh?
-No son originales, eh. Pero la final con River la vimos todos con camisetas de Boca, con mis compañeros. Yo por ejemplo con la 32 de Carlitos, que tenía nombre y todo, y otros con la 10 de Cardona. Ahora espero tener la original el martes.
Nicolás Migliavacca
Olé
-¿Es especial enfrentar a Boca?
-Sí, es muy especial para mí porque estuve nueve años ahí, es como mi casa. Además soy hincha y tenerlo enfrente es algo raro. Lo quiero disfrutar. Es un lindo partido, lo estamos esperando desde que salió el sorteo, todos mis compañeros y yo. Estoy muy ansioso, voy a hacer lo mejor porque hace dos años que estoy acá y la gente me tomó mucho cariño. Pero para mí es muy confuso enfrentar a Boca, me agarra mucha confusión. Pero mi trabajo es Wilstermann y es un partido que va a ver todo el mundo y debemos estar a la altura.
-Se nota que tenés un apego importante con Boca...
-Sin dudas, toda mi familia es de Boca. Hace días que me llaman ellos y también amigos pidiéndome que no haga un gol y esas cosas. Pero no hay nada más lindo para un jugador de fútbol que hacer un gol, es algo que te pone contento. Obviamente que si me toca no lo voy a gritar, aunque sólo pienso en ese partido y en hacer goles.
-¿Cómo viviste la última final?
-Intenso. Acá en Bolivia siguen mucho al fútbol argentino y les encanta. Hay muchos hinchas de Boca y también de River. Nosotros nos juntábamos a ver los partidos, y que se suspendía, que no, que se jugaba, que se volvía a suspender... Hacíamos un asado y no se jugaba, después se jugaba cuando me tocaba jugar a mí y finalmente se fue a España... Pero perdimos y queda esa bronca de perder con el eterno rival. Acá tengo muchos compañeros que son hinchas de Boca, que que incluso cuando tienen vacaciones y tiempo viajan para ir a la Bombonera.
-¿Es chiste?
-No, no. La mayoría van a jugar el martes. Por ejemplo, el Tano Ortiz (NdeR: defensor) es fanático. Cuando llegué, lo primero que hizo fue perdirme la camiseta de Boca. Y hay más, eh.
-¡Una locura!
-Sí, je. Pero la gente acá es así. Yo me acuerdo cuando llegué a Bolivia me fueron a buscar al aeropuerto todos con la camiseta de Boca, había muy pocas de Wilstermann. En los entrenamientos pasa lo mismo, la gente todavía me sigue pidiendo que les firme las camiseta de Boca que llevan.
-Evidentemente dejaste un gran recuerdo en los hinchas, ¿no?
-Eso es lo bueno, siempre se acuerdan de mí. No es fácil ganar cinco títulos en Boca. Estoy muy orgulloso de mi carrera en el club, a mi me dio todo, yo venía de un barrio humilde... No me reprocho nada, sobre todo que más allá de los títulos jugué 158 partidos en la Primera.
-¿La final de la Copa tapa el descenso de River?
-Je, el hincha de River te va a decir que sí y el hincha de Boca que no. Tiene que quedar ahí, en el folclore. Lo escuché hablar a Almeyda, que recordó que hubo gente que se murió por estas cosas y ahí es como ya se frena un poco la mano. No debe pasar de una cargada, que ellos nos gasten porque nos ganaron la final de la Libertadores y nosotros a ellos porque se fueron a la B. Eso va a seguir así hasta que se juegue otra final, o hasta que alguno de los dos vuelva a ganar una Libertadores. Lo mejor de esa final es que en todo el mundo de habló de Boca y de River.
-¿Seguís en contacto con el Mundo Boca?
-Del plantel del semestre pasado prácticamente no conocía a nadie salvo a Magallán, que en su momento hemos compartido cosas. Y de éste con muchos jugadores que llegaron como Andrada, Izquierdoz y Goltz, que los conozco de Lanús. También tengo buena onda con Marcone, que lo conozco de Arsenal. Con Carlitos hice una pretemporada. Ah, el que me mandó audio esta semana fue Martín...
-...
-Siempre me escribe Palermo. Me preguntó cómo me preparaba para enfrentar a Boca. Cada vez que juego un partido importante como éste me llama o me manda mensaje, está muy pendiente de mí. De hecho a veces se enoja porque no lo atiendo.
-O sea, ¿te das el lujo de clavarle el visto a Palermo?
-Jaja, claro, o me dice que no le mando mensajes. Pero ponete en mi lugar, me pongo nervioso... ¡Es Palermo! A veces pienso que si le escribo lo puedo molestar o algo por el estilo. Pero él se enoja y me dice que no es así. Siempre me mimó en Boca, es como mi segundo padre. Se preocupa mucho por mí y eso me motiva, me pone muy orgulloso.
-¿Hablan de Boca?
-¡Muchísimo! Él está muy pendiente, todo el tiempo. Además, siempre nos acordamos de todas las cosas que vivimos ahí. Martín tiene la ilusión de agarrar algún día. Cuando se fue Guillermo, que sonaba, se ilusionó. Sabe que algún día le va a tocar por todo lo que le dio al club, es ídolo y está haciendo su carrera.
-Trayectoria no le falta...
-A Martín le sobra espalda para ser el técnico de Boca. Por eso es ídolo, tiene mucha espalda. En este momento no se le dio porque agarró Alfaro, que siempre me quiso en sus equipos, je.
-¿Cómo es eso?
-Pocos saben esa historia. En todos los equipos en donde estuvo, en la mayoría me quiso llevar. Porque en esa época en Boca estaba Riquelme y se decía que yo era el sucesor, y que además iba a tener poco rodaje porque estaba él. Entonces Alfaro me quería. Me han dicho que es un gran entrenador, que trabaja muy bien, que va para adelante, que le mete ganas y que es muy serio. Ahora le tocó agarrar a un Boca que venía golpeado.
-¡¿Y no te llamó para ir a Boca?!
-Jaja ahora ya no, me llamaba cuando tenía 25 años... Estoy viejo, tengo 32. Nunca lo tuve como técnico, no llegamos a coincidir en Arsenal, a donde a mí me llevó Palermo. Tampoco hablé por teléfono, pero me enteraba que me quería por mi representante y también cuando llegué a Arsenal: los utileros y los kinesiólogos me decían que Alfaro estaba como loco conmigo.
-¿Cómo lo ves en Boca?
-Veo todos los partidos. Y más ahora que los vamos a enfrentar, hace tres meses que vemos todos los partidos de Boca. Creo que es un equipo que está en un proceso así como también lo estamos nosotros, que nos cambiaron el entrenador y vino uno nuevo con un estilo más europeo. No venimos bien en el torneo, aunque seguimos a seis puntos de la punta pero perdimos tres partidos en nuestra casa. Hacía dos años que no pasaba eso.
-¿Qué análisis hicieron de este Boca?
-Nos llamó la atención cómo jugó con Defensa... ¡El primer tiempo fue un baile terrible! Pero mirando el partido dijmos, “es Boca” y dicho y hecho: tuvo una y lo ganó. Y con Unión pasó más o menos lo mismo. Le tenemos mucho respeto a Boca, aunque con Defensa lo desconocimos... Y eso nos sirvió para darnos cuenta de que le podemos hacer daño. -
¿Les preocupa se haya encendido Tevez?
-Y sí, pero Boca es así. Nosotros somos un equipo humilde que nos juntamos y hasta nos cargamos. Incluso, cuando veíamos que Carlitos por ahí no estaba tan encendido decíamos “por ahí a Boca le ganamos”.
-Y si tenés que cambiar la camiseta...
-¡Con Carlitos! Todos van a querer cambiarla con él. Pero yo ya hablé con uno de los utileros de Boca y le mandé un audio para que le pasara directo a Carlitos donde le pido la camiseta. Igual, le dije al utilero que traiga camisetas de más de Tevez, de Pipa, de Zárate, de todos...
-¡Estás en todo!
-Je, sí, igual acá nuestro utilero hace camisetas de Boca...
-¿Eh?
-No son originales, eh. Pero la final con River la vimos todos con camisetas de Boca, con mis compañeros. Yo por ejemplo con la 32 de Carlitos, que tenía nombre y todo, y otros con la 10 de Cardona. Ahora espero tener la original el martes.