Messi dirige la carga

El argentino tiró del carro y mete al Barça en cuartos con un doblete y dos asistencias a Piqué y Dembélé. El Lyon se puso 2-1, pero puso poca oposición.


Santi Giménez
As
Es sonar la fanfarria de la Champions en el Camp Nou y que el Barça se convierta en el perro de Paulov. Empieza a salivar y a mover el rabo… Y a morder hasta golear por 5-1 al Olympique para pasar a los cuartos por la puerta grande. Ni los momentos de duda, que los hubo, zarandean a un equipo que, como los Blues Brothers, parece estar en una misión divina. La versión blaugrana en Europa es pétrea y full equip. Un equipo que sabe sufrir, donde Messi recupera balones, marca y asiste, en el que Piqué y el resto de sus compañeros no dan opción al rival en una actuación que asusta por la contundencia y la fe en lograr el objetivo previsto tras superar un momento de duda cuando el Lyon se puso a un gol de la clasificación al marcar el 1-2.


El conjunto blaugrana salió de inicio a colmillo a por el Olympique de Lyon, que tardó 25 minutos en saber a qué olía la mitad de campo que le tocaba defender a un Barça que de salida le dio muy mala vida a los franceses.

El dominio del Barcelona se sustentó en un Suárez estratosférico, que descargaba todos los balones que le llegaban y en un Coutinho que reapareció a la manera de las vírgenes perdidas en la montaña. Esas que un pastorcillo incauto identificó como una piedra rara pero que otro vio llorar. Esta vez, Coutinho revivió y completó la mejor primera parte en su segunda temporada como culé. Atento, listo, rápido, preciso e incluso goleador, el brasileño volvió a cuando las parecerse al de la temporada pasada…hasta el minuto sesenta cuando se le apagan las pilas.

Es justo decir que nada de lo que hizo Coutinho hubiera tenido solución de continuidad sin un Suárez gigante. Puede que le cueste marcar, pero el trabajo del uruguayo es titánico, más allá de regalar el segundo gol a Coutinho, que la empujó a la red tras una maniobra genial del charrúa.

Antes, el Barcelona había concretado un dominio insultante con un gol de penalti que parecía más falta de Suárez a Denayer que al contrario (pero que el VAR confirmó) que Messi convirtió con un sutil estilo Panenka.

Tras el gol, Lopes, el portero de los franceses, fue retirado del campo pese a su oposición tras un tremendo topetazo con Suárez. Antes de irse al banquillo, salvó un gol a Suarez y su suplente hizo lo propio ante Messi. El primer tiempo acabó con un 2-0 a favor del Barça que se quedaba corto ante el aplastamiento de los barcelonistas. Pero una cosa es el resultado y las sensaciones y otra muy diferente que el Lyon seguía a un gol de meter el pánico en el cuerpo a los locales.

Y ese gol del pánico llegó mediante Tousart. El Olympique se puso a un tanto de la sorpresa, pero la reacción del Barça y de Valverde estuvo a la altura. Cuando el Lyon dominaba, entró Dembélé por un Coutinho agotado y Messi dijo hasta aquí hemos llegado. Marcó el argentino el tercero tras sentar a los dos centrales galos y conjuró el miedo en el estadio.

Tan arriba se vino el Barça, que el cuarto tanto lo marcó Piqué, a pase de Messi claro, en una excursión al ataque tras un saque de esquina en contra. Y minutos después, Dembélé marcó el quinto en asistencia, oh sorpresa, de Messi.

Una goleada que lleva al Barça a los cuartos de final tras un partido que tuvo todos los registros posibles. Magnífico el Barça en la primera parte, tocado en la segunda, recuperado después y absolutamente contundente en el desenlace. El fútbol español puede estar tranquilo: el representante que le queda en liza dará la cara.

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