Los pecados del Atleti en Turín
El equipo rojiblanco salió a especular con el resultado y no a buscar un gol que hubiese obligado a hacer cuatro a los italianos.
Sergio Picos
As
El Atlético vivió una pesadilla en Turín. La Juventus remontó el fantástico 2-0 con el que partía el equipo rojiblanco del Wanda Metropolitano y se impuso por 3-0 con un hat-trick de Cristiano Ronaldo aprovechando la inoperancia del equipo de Simeone, que no se pareció lo más mínimo al conjunto competitivo, aguerrido y difícil de superar desde la llegada del técnico. En frente tuvo un gran rival que ahora se sitúa como uno de los grandes candidatos para hacerse con el título, pero el Atlético cometió varios pecados que le han dejado fuera de la competición cuya final se disputa en el feudo colchonero.
El primero de ellos fue la versión más especulativa con la que saltó al terreno de juego. Si marcar un gol obligaba a la Juventus a hacer cuatro, el Atlético no buscó nunca la portería rival, algo que demuestran los datos, ya que no remató a la portería de Szczesny en todo el partido. Tan sólo un cabezazo por arriba de Morata al borde del descanso generó peligro sobre la meta del polaco. Jugar a conservar el resultado de la ida fue un gran error del equipo rojiblanco, que a los tres minutos ya había sufrido un gol de Chiellini anulado por una falta de Cristiano.
Esta cara más timorata permitió a la Juventus llegar a línea de fondo prácticamente sin dificultad, ya que el balón no le duraba nada a un Atlético aculado en su área y donde el balón parecía cubierto de fuego por lo que quemaba en los pies de los jugadores. Un peligro tremendo teniendo en cuenta que el once de la Juventus tenía una altura media de 1,85 y a los excelentes cabeceadores Cristiano y Mandzukic en la delantera. El portugués logró sus dos primeros tantos así, cabeceando un centro lateral. El equipo bianconero robaba en campo rival y Cancelo y Spinazzola no tenían que correr hacia atrás y vivían en el borde del área rojiblanca. El lateral izquierdo italiano jugaba su sexto partido de toda la temporada y en ningún momento se pudo medir la teórica debilidad defensiva que formaba en su costado. Lemar y Koke sufrían las acometidas de los carrileros totalmente desbordados con la presencia de un Bernardeschi indetectable para la defensa y las ayudas a los laterales Arias y Juanfran no llegaban a tiempo. Principalmente el jugador de Crevillente, que jugaba en el lateral izquierdo a pierna cambiada por las bajas de Filipe y Lucas, dos de los jugadores que este curso han sufrido las constantes lesiones de la plantilla. Diego Costa es otro de los jugadores con problemas físicos, aunque en su caso como en el de Thomas no estuvo disponible por sanción.
Principalmente Lemar fue el más señalado después de la perdida que acabaría en el segundo gol italiano. Su partido fue muy decepcionante, pero se le exigieron cosas que no están en su ADN y no se le permitió ni siquiera intentar explotar las características por las que le ficharon. Un jugador técnico cuya función ante la Juventus fue la de correr hacia atrás y medirse en duelos físicos para los que, por lo menos todavía, no está preparado.
Otro error atlético vino por su incapacidad de reaccionar a la estampida juventina. La salida en tromba de los italianos pudo pillar al equipo por sorpresa, aunque ya sabían que su juego sería directo y que tenían mucho peligro en los centros, la presencia de Emre Can como tercer central y los carrileros arriba no fueron contrarrestados con ningún movimiento táctico en la primera mitad. Juanfran sufría con Lemar por delante, pero Koke no cambió su emparejamiento para ayudar al habitual lateral derecho. Otra opción pasaba por jugar con el vallecano en el doble pivote y trasladar a Saúl a la banda o retrasar a Griezmann para que entrase más en juego, pero tampoco se produjo. Finalmente los cambios tácticos llegaron con las entradas de Correa y Vitolo, pero la Juventus ya jugaba con el viento a favor y con la confianza en pleno auge.
Un Correa que cometió el último error fatal del partido. El Atlético era mucho peor y no había conseguido generar peligro, pero en los últimos minutos la Juventus parecía con la intensidad venida a menos guardando energías para la prórroga. Sin embargo el argentino cometió un penalti muy tonto sobre Bernardeschi en el minuto 85 que teniendo en frente a a Cristiano Ronaldo era todo un suicidio. El portugués engañó a Oblak y puso el 3-0 que dejó al Atlético fuera de la Champions.
Sergio Picos
As
El Atlético vivió una pesadilla en Turín. La Juventus remontó el fantástico 2-0 con el que partía el equipo rojiblanco del Wanda Metropolitano y se impuso por 3-0 con un hat-trick de Cristiano Ronaldo aprovechando la inoperancia del equipo de Simeone, que no se pareció lo más mínimo al conjunto competitivo, aguerrido y difícil de superar desde la llegada del técnico. En frente tuvo un gran rival que ahora se sitúa como uno de los grandes candidatos para hacerse con el título, pero el Atlético cometió varios pecados que le han dejado fuera de la competición cuya final se disputa en el feudo colchonero.
El primero de ellos fue la versión más especulativa con la que saltó al terreno de juego. Si marcar un gol obligaba a la Juventus a hacer cuatro, el Atlético no buscó nunca la portería rival, algo que demuestran los datos, ya que no remató a la portería de Szczesny en todo el partido. Tan sólo un cabezazo por arriba de Morata al borde del descanso generó peligro sobre la meta del polaco. Jugar a conservar el resultado de la ida fue un gran error del equipo rojiblanco, que a los tres minutos ya había sufrido un gol de Chiellini anulado por una falta de Cristiano.
Esta cara más timorata permitió a la Juventus llegar a línea de fondo prácticamente sin dificultad, ya que el balón no le duraba nada a un Atlético aculado en su área y donde el balón parecía cubierto de fuego por lo que quemaba en los pies de los jugadores. Un peligro tremendo teniendo en cuenta que el once de la Juventus tenía una altura media de 1,85 y a los excelentes cabeceadores Cristiano y Mandzukic en la delantera. El portugués logró sus dos primeros tantos así, cabeceando un centro lateral. El equipo bianconero robaba en campo rival y Cancelo y Spinazzola no tenían que correr hacia atrás y vivían en el borde del área rojiblanca. El lateral izquierdo italiano jugaba su sexto partido de toda la temporada y en ningún momento se pudo medir la teórica debilidad defensiva que formaba en su costado. Lemar y Koke sufrían las acometidas de los carrileros totalmente desbordados con la presencia de un Bernardeschi indetectable para la defensa y las ayudas a los laterales Arias y Juanfran no llegaban a tiempo. Principalmente el jugador de Crevillente, que jugaba en el lateral izquierdo a pierna cambiada por las bajas de Filipe y Lucas, dos de los jugadores que este curso han sufrido las constantes lesiones de la plantilla. Diego Costa es otro de los jugadores con problemas físicos, aunque en su caso como en el de Thomas no estuvo disponible por sanción.
Principalmente Lemar fue el más señalado después de la perdida que acabaría en el segundo gol italiano. Su partido fue muy decepcionante, pero se le exigieron cosas que no están en su ADN y no se le permitió ni siquiera intentar explotar las características por las que le ficharon. Un jugador técnico cuya función ante la Juventus fue la de correr hacia atrás y medirse en duelos físicos para los que, por lo menos todavía, no está preparado.
Otro error atlético vino por su incapacidad de reaccionar a la estampida juventina. La salida en tromba de los italianos pudo pillar al equipo por sorpresa, aunque ya sabían que su juego sería directo y que tenían mucho peligro en los centros, la presencia de Emre Can como tercer central y los carrileros arriba no fueron contrarrestados con ningún movimiento táctico en la primera mitad. Juanfran sufría con Lemar por delante, pero Koke no cambió su emparejamiento para ayudar al habitual lateral derecho. Otra opción pasaba por jugar con el vallecano en el doble pivote y trasladar a Saúl a la banda o retrasar a Griezmann para que entrase más en juego, pero tampoco se produjo. Finalmente los cambios tácticos llegaron con las entradas de Correa y Vitolo, pero la Juventus ya jugaba con el viento a favor y con la confianza en pleno auge.
Un Correa que cometió el último error fatal del partido. El Atlético era mucho peor y no había conseguido generar peligro, pero en los últimos minutos la Juventus parecía con la intensidad venida a menos guardando energías para la prórroga. Sin embargo el argentino cometió un penalti muy tonto sobre Bernardeschi en el minuto 85 que teniendo en frente a a Cristiano Ronaldo era todo un suicidio. El portugués engañó a Oblak y puso el 3-0 que dejó al Atlético fuera de la Champions.