La fiabilidad del Barça: 17 partidos de Liga sin perder
Desde que perdió 3-4 contra el Betis, suma casi cinco meses sin conocer la derrota con un balance goleador de 41-9. Valverde ajustó las teclas y el equipo se reveló inabordable.
Juan Jiménez
As
Cuando después de perder 3-4 contra el Betis (11 de noviembre), el Barça empató (1-1) de milagro en el Wanda, LaLiga aparecía más loca que nunca y sin dueño. En esa misma jornada, la 12, el primer Madrid de Solari ganó en Vigo (2-4) y el Sevilla remontó al Espanyol (2-1). Pero el Barça se ha encargado de ir cerrando lo que parecía estar tan abierto. Desde aquella lejana derrota contra el Betis, el Barça ha sumado 17 partidos sin perder con un espectacular balance goleador de 41-9.
Valverde encontró los equilibrios que necesitaba. Ter Stegen, dubitativo en un inicio, volvió a ponerse firme. Piqué, que firmó una semana fatal con sus errores flagrantes ante Girona, Leganés y Athletic, dio un cambio radical. Además, Valverde encontró los automatismos y el sistema..., y Messi nunca falla. El resultado es un equipo líder con diez puntos de diferencia a nueve jornadas del final y en el que todo escenario que no fuese ganar la competición resultaría una catástrofe si se advierte que los azulgrana van camino de los cinco meses sin perder un partido..., como para hacerlo tres. No parece el Barça el equipo algo soso pero absolutamente seguro y resultadista de hace un año. Pero sí da ya sensación de fiabilidad. Eso le tiene cerca del campeonato.
No obstante, y pese a que los números son aplastantes, en el Barça no van a olvidar lo que sucedió en la temporada 2015-16. Entonces, con LaLiga ganada virtualmente en marzo, los azulgrana empataron ante el Villarreal y perdieron consecutivamente ante Real Madrid, Real Sociedad y Valencia hasta el punto de verse asfixiados hasta el final, cuando ganaron LaLiga en Granada. Es fácil pensar que el Barça no se relajará, pero también que la luz media-larga está puesta en la Champions y que la distancia en LaLiga permite manejarse con las rotaciones. Lleno de razones después de sus buenos movimientos de banquillo y en la gestión del grupo humano, Valverde no quiere pasar otra vez por el trago de Roma. El Barça llegará de puntillas, tenso y humilde a Old Trafford.
Juan Jiménez
As
Cuando después de perder 3-4 contra el Betis (11 de noviembre), el Barça empató (1-1) de milagro en el Wanda, LaLiga aparecía más loca que nunca y sin dueño. En esa misma jornada, la 12, el primer Madrid de Solari ganó en Vigo (2-4) y el Sevilla remontó al Espanyol (2-1). Pero el Barça se ha encargado de ir cerrando lo que parecía estar tan abierto. Desde aquella lejana derrota contra el Betis, el Barça ha sumado 17 partidos sin perder con un espectacular balance goleador de 41-9.
Valverde encontró los equilibrios que necesitaba. Ter Stegen, dubitativo en un inicio, volvió a ponerse firme. Piqué, que firmó una semana fatal con sus errores flagrantes ante Girona, Leganés y Athletic, dio un cambio radical. Además, Valverde encontró los automatismos y el sistema..., y Messi nunca falla. El resultado es un equipo líder con diez puntos de diferencia a nueve jornadas del final y en el que todo escenario que no fuese ganar la competición resultaría una catástrofe si se advierte que los azulgrana van camino de los cinco meses sin perder un partido..., como para hacerlo tres. No parece el Barça el equipo algo soso pero absolutamente seguro y resultadista de hace un año. Pero sí da ya sensación de fiabilidad. Eso le tiene cerca del campeonato.
No obstante, y pese a que los números son aplastantes, en el Barça no van a olvidar lo que sucedió en la temporada 2015-16. Entonces, con LaLiga ganada virtualmente en marzo, los azulgrana empataron ante el Villarreal y perdieron consecutivamente ante Real Madrid, Real Sociedad y Valencia hasta el punto de verse asfixiados hasta el final, cuando ganaron LaLiga en Granada. Es fácil pensar que el Barça no se relajará, pero también que la luz media-larga está puesta en la Champions y que la distancia en LaLiga permite manejarse con las rotaciones. Lleno de razones después de sus buenos movimientos de banquillo y en la gestión del grupo humano, Valverde no quiere pasar otra vez por el trago de Roma. El Barça llegará de puntillas, tenso y humilde a Old Trafford.