Informe de EEUU muestra a Bolivia como tercer mayor productor de coca y cocaína en el mundo
El documento presentado al Congreso dice que no encuentra datos que respalden la posición del Gobierno boliviano, que justifica el incremento del mercado legal en un supuesto mayor consumo tradicional de coca
EL DEBER
Como cada año, esta semana el Departamento de Estado de EUU presentó al Congreso de ese país el Informe de la Estrategia Internacional de Control de Narcóticos, un documento que analiza el nacrotráfico en cada país y revisa los avances para reducir la producción y tráfico de sustancias ilícitas.
Según este documento, en 2018, Bolivia fue el tercer mayor productor de "coca y cocaína en el mundo" y una zona de tráfico de cocaína peruana.
Sobre la producción de cocaína, el texto señala que "la producción potencial de cocaína pura en Bolivia sigue siendo históricamente alta en 249 TM en comparación con las 170 TM de hace una década".
Ausencia de datos
El informe estadounidense dice que no hay datos disponibles para respaldar las afirmaciones del Gobierno boliviano "de que el consumo de coca tradicional, cultural y medicinal ha aumentado", argumento que fue utilizado, según el texto, para justificar el aumento de la legalidad que pasó de 12.000 hectáreas a 22.000 con la nueva Ley General de Coca.
Según la estimación realizada, hay un excedente del 38% de coca que no es utilizada con fines tradicionales.
Sin embargo, en meses pasados el ministro de Gobierno Carlos Romero indicó que hubo un incremento del 6% de cultivos de hoja de coca y que Bolivia es considerado un país modélico en los esfuerzos que hace por la reducción de los cultivos. "Es una cifra manejable, no está fuera de control", indicó, según archivos de Unitel.
Por otra parte, informó en el Congreso de Eurolat el país invirtió entre 2009 a 2018 más de 637 millones de dólares en la aplicación de un modelo propio en la lucha contra las drogas.
Falta de controles
El estudio cuestiona los "controles inadecuados" sobre el mercado legal de coca y el tránsito hacia otros países.
"Bolivia debe intensificar los esfuerzos para detener el desvío de coca a la cocaína mediante el endurecimiento de los controles sobre el comercio de hoja de coca, logrando reducciones netas en el cultivo de coca, y mejorar la aplicación de la ley y los esfuerzos judiciales para investigar y procesar las actividades delictivas relacionadas con las drogas", finaliza el capítulo relacionado a Bolivia.
EL DEBER intentó comunicarse con el ministro de Gobierno para conocer su opinión sobre este informe pero hasta la publicación de este artículo, no había respondido a las llamadas.
La 'lista negra'
Además de Bolivia, el reporte menciona a los siguientes países como los principales productores de drogas ilícitas y/o zonas de tránsito de drogas: Afganistán, Bahamas, Belice, Birmania, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, India, Jamaica, Laos, México, Nicaragua, Pakistán, Panamá, Perú y Venezuela.
EL DEBER
Como cada año, esta semana el Departamento de Estado de EUU presentó al Congreso de ese país el Informe de la Estrategia Internacional de Control de Narcóticos, un documento que analiza el nacrotráfico en cada país y revisa los avances para reducir la producción y tráfico de sustancias ilícitas.
Según este documento, en 2018, Bolivia fue el tercer mayor productor de "coca y cocaína en el mundo" y una zona de tráfico de cocaína peruana.
Sobre la producción de cocaína, el texto señala que "la producción potencial de cocaína pura en Bolivia sigue siendo históricamente alta en 249 TM en comparación con las 170 TM de hace una década".
Ausencia de datos
El informe estadounidense dice que no hay datos disponibles para respaldar las afirmaciones del Gobierno boliviano "de que el consumo de coca tradicional, cultural y medicinal ha aumentado", argumento que fue utilizado, según el texto, para justificar el aumento de la legalidad que pasó de 12.000 hectáreas a 22.000 con la nueva Ley General de Coca.
Según la estimación realizada, hay un excedente del 38% de coca que no es utilizada con fines tradicionales.
Sin embargo, en meses pasados el ministro de Gobierno Carlos Romero indicó que hubo un incremento del 6% de cultivos de hoja de coca y que Bolivia es considerado un país modélico en los esfuerzos que hace por la reducción de los cultivos. "Es una cifra manejable, no está fuera de control", indicó, según archivos de Unitel.
Por otra parte, informó en el Congreso de Eurolat el país invirtió entre 2009 a 2018 más de 637 millones de dólares en la aplicación de un modelo propio en la lucha contra las drogas.
Falta de controles
El estudio cuestiona los "controles inadecuados" sobre el mercado legal de coca y el tránsito hacia otros países.
"Bolivia debe intensificar los esfuerzos para detener el desvío de coca a la cocaína mediante el endurecimiento de los controles sobre el comercio de hoja de coca, logrando reducciones netas en el cultivo de coca, y mejorar la aplicación de la ley y los esfuerzos judiciales para investigar y procesar las actividades delictivas relacionadas con las drogas", finaliza el capítulo relacionado a Bolivia.
EL DEBER intentó comunicarse con el ministro de Gobierno para conocer su opinión sobre este informe pero hasta la publicación de este artículo, no había respondido a las llamadas.
La 'lista negra'
Además de Bolivia, el reporte menciona a los siguientes países como los principales productores de drogas ilícitas y/o zonas de tránsito de drogas: Afganistán, Bahamas, Belice, Birmania, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, India, Jamaica, Laos, México, Nicaragua, Pakistán, Panamá, Perú y Venezuela.