El principal rival electoral de Evo Morales recibió casi medio millón de dólares del gobierno boliviano

Carlos Mesa actuó como vocero en la causa marítima ante La Haya. No fue gratis

Infobae
Carlos Mesa se presenta como la alternativa a Evo Morales para las próximas elecciones a presidentes para Bolivia. Un contrincante que legitima la ilegal presentación del actual mandatario boliviano a una tercera reelección. Pero además de las amnistías recíprocas, el escándalo que salpica a ambos por el Lava Jato y el litio, ahora se reveló que el líder opositor recibió casi medio millón de dólares -al cambio de la época- por parte del Palacio Quemado.


Sobre la connivencia entre ambos políticos Infobae ya había adelantado algo en un artículo pasado titulado: Evo Morales, el temor de quedar en soledad y ser el próximo Maduro. Sin embargo, una investigación revelada por Página Siete da cuenta de que Mesa recibió 2.8 millones de pesos bolivianos entre 2014 y 2018.

Este pago se realizó en concepto de vocería con motivo de la demanda presentada por La Paz ante la Corte Internacional de La Haya para conseguir una salida al mar frente a Chile. Morales utilizó al jefe de Comunidad Ciudadana para que fuera uno de los portavoces del reclamo marítimo ante el mundo y mostrar amplitud en su gobierno.

No fue gratis. El dato fue conseguido gracias a lo pedido por el diputado Wilson Santamaría, aliado de otro candidato presidencial, Oscar Ortiz. "Corresponde señalar que el Sr. Carlos Mesa recibió un monto total de 1.022.855,14 bolivianos (un millón veintidós mil ochocientos cincuenta y cinco bolivianos 00/14", señala el documento.

La suma es completada gracias a la generosidad de Morales con otros tres colaboradores del ex presidente: el ex canciller Gustavo Aliaga (1.079.879 bolivianos), Miguel Céspedes (302.529 bolivianos) y Ninoska Salas (450.487 bolivianos). Los pagos contemplaban la comodidad de la delegación: pasajes, refrigerios, salarios, aguinaldo y viáticos en general.

La relación entre Morales y Mesa posee varios capítulos. El primero de ellos tiene que ver con la causa de la empresa Quiborax, chilena, quien demandó al estado boliviano por haberle quitado la concesión que el entonces presidente Mesa le había otorgado para la explotación de litio. Cuando se destapó el escándalo, Evo salió al rescate de su antecesor.

Pero también lo hizo cuando se destapó la causa de corrupción por el Lava Jato. Previsor, Morales salvó el pellejo de su oponente para dar por finalizada la investigación que tarde o temprano arruinaría a su propio gobierno. En Bolivia ya nadie habla de una causa que golpeó a la mayoría de las administraciones de la región.

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