El jefe del Ejército de Argelia desafía a la calle diciendo que su propuesta de transición es inalterable
El general Ahmed Gaid Salah denuncia una conspiración contra las Fuerzas Armadas
Francisco Peregil
Rabat, El País
La cosa se está poniendo muy seria en Argelia. El martes pasado el jefe del Ejército y viceministro de Defensa, Ahmed Gaid Salah propuso la inhabilitación del presidente y ministro de Defensa, Abdelaziz Buteflika, por motivos de salud, tal como contempla el artículo 102 de la Constitución. Este viernes, millones de argelinos salieron a las calles de las principales ciudades del país para rechazar esa propuesta y pedir la marcha de Buteflika y del propio Gaid Salah. Y el sábado por la tarde, Gaid Salah emitió un comunicado en el que se asegura que la posición de la Armada Nacional Popular (ANP) permanece “inalterable” y advierte sobre un reunión secreta celebrada este sábado por personajes "conocidos" cuyos nombres no desvela. El objetivo de esa cita, según el máximo responsable del Ejército, es “hacer creer a la opinión pública que el pueblo argelino rechaza la aplicación del artículo 102 de la Constitución”.
El problema es que el pueblo argelino, al menos una buena parte de la sociedad civil, rechaza la aplicación de ese artículo porque considera que aplicarlo sería mantener en el poder a la misma gente que lo ha ostentado durante varios lustros, con Gaid Salah a la cabeza.
Gaid Salah reunió el sábado por la tarde a varios comandantes del Ejército, entre los cuales resalta la presencia del comandante de la primera región militar, en la sede del Estado Mayor. Gaid Salah les comunicó que la aplicación del artículo 102 es “la única garantía para preservar una situación política estable”, según señala el comunicado difundido por las Fuerzas Armadas.
En el documento suscrito por el jefe del Ejército se señala que “la mayoría del pueblo argelino, a través de marchas pacíficas ha acogido favorablemente la propuesta del Ejército”. Después de esa interpretación bastante singular de las marchas gigantescas de este viernes donde se pedía la dimisión de Gaid Salah, el comunicado prosigue: “Sin embargo, ciertas partes malintencionadas están preparando un plan para atentar contra la credibilidad del Ejército y esquivar las reivindicaciones legítimas del pueblo”.
Gaid Salah añade que este sábado “individuos conocidos cuya identidad será desvelada en el momento oportuno” han celebrado una reunión cuyo objetivo es “emprender una campaña mediática virulenta a través de diferentes medios y sobre las redes sociales con el Ejército para hacer creer a la opinión pública que el pueblo rechaza la aplicación del artículo 102 de la Constitución”.
El jefe del Estado Mayor advierte que las propuestas que han salido de esa supuesta reunión establecen una “línea roja”, “son totalmente inaceptables” y frente a ellas el Ejército hará frente “por todos los medios legales”.
¿Quiénes son esas "partes malintencionadas" que Gaid Salah prefiere no citar de momento? El presidente del partido opositor Reagrupamiento por la Cultura y la Democracia (RCD), Mohcine Belabbas, ha ofrecido su versión. Belabbas señala que este sábado se han reunido el hermano menor del presidente, Said Buteflika, de 61 años, con el general Mohamad Mediene, alias Tawfik,el que fuera durante 25 años máximo responsable del Departamento de Inteligencia y Seguridad (DRS) hasta que fue destituido en 2015. Se trataría, según esa versión, de una guerra de clanes entre el jefe del Ejército y los Buteflika. "Gaid Salah comienza a ponerse nervioso", señala Belabbas. "La falta de valor para citar los nombres de las personas que se han reunido dejan suponer que la partida no está ganada para él".
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Durante las manifestaciones de este viernes muchas pancartas esgrimían frente al artículo 102 propuesto por el general el artículo 7, que establece que la legitimidad emana del pueblo. Sin embargo, en el comunicado se adultera esa demanda al decir: “la solución solo puede ser afrontada mediante la activación de los artículos, 7, 8 y 102”.
El Ejército ya no se ampara detrás de la imagen de un Abdelaziz Buteflika de 82 años en silla de ruedas que no pronuncia un discurso desde mayo de 2012. El jefe del Ejército se intenta proteger ahora detrás del pueblo. Pero el pueblo le ha dicho que se vaya.
Francisco Peregil
Rabat, El País
La cosa se está poniendo muy seria en Argelia. El martes pasado el jefe del Ejército y viceministro de Defensa, Ahmed Gaid Salah propuso la inhabilitación del presidente y ministro de Defensa, Abdelaziz Buteflika, por motivos de salud, tal como contempla el artículo 102 de la Constitución. Este viernes, millones de argelinos salieron a las calles de las principales ciudades del país para rechazar esa propuesta y pedir la marcha de Buteflika y del propio Gaid Salah. Y el sábado por la tarde, Gaid Salah emitió un comunicado en el que se asegura que la posición de la Armada Nacional Popular (ANP) permanece “inalterable” y advierte sobre un reunión secreta celebrada este sábado por personajes "conocidos" cuyos nombres no desvela. El objetivo de esa cita, según el máximo responsable del Ejército, es “hacer creer a la opinión pública que el pueblo argelino rechaza la aplicación del artículo 102 de la Constitución”.
El problema es que el pueblo argelino, al menos una buena parte de la sociedad civil, rechaza la aplicación de ese artículo porque considera que aplicarlo sería mantener en el poder a la misma gente que lo ha ostentado durante varios lustros, con Gaid Salah a la cabeza.
Gaid Salah reunió el sábado por la tarde a varios comandantes del Ejército, entre los cuales resalta la presencia del comandante de la primera región militar, en la sede del Estado Mayor. Gaid Salah les comunicó que la aplicación del artículo 102 es “la única garantía para preservar una situación política estable”, según señala el comunicado difundido por las Fuerzas Armadas.
En el documento suscrito por el jefe del Ejército se señala que “la mayoría del pueblo argelino, a través de marchas pacíficas ha acogido favorablemente la propuesta del Ejército”. Después de esa interpretación bastante singular de las marchas gigantescas de este viernes donde se pedía la dimisión de Gaid Salah, el comunicado prosigue: “Sin embargo, ciertas partes malintencionadas están preparando un plan para atentar contra la credibilidad del Ejército y esquivar las reivindicaciones legítimas del pueblo”.
Gaid Salah añade que este sábado “individuos conocidos cuya identidad será desvelada en el momento oportuno” han celebrado una reunión cuyo objetivo es “emprender una campaña mediática virulenta a través de diferentes medios y sobre las redes sociales con el Ejército para hacer creer a la opinión pública que el pueblo rechaza la aplicación del artículo 102 de la Constitución”.
El jefe del Estado Mayor advierte que las propuestas que han salido de esa supuesta reunión establecen una “línea roja”, “son totalmente inaceptables” y frente a ellas el Ejército hará frente “por todos los medios legales”.
¿Quiénes son esas "partes malintencionadas" que Gaid Salah prefiere no citar de momento? El presidente del partido opositor Reagrupamiento por la Cultura y la Democracia (RCD), Mohcine Belabbas, ha ofrecido su versión. Belabbas señala que este sábado se han reunido el hermano menor del presidente, Said Buteflika, de 61 años, con el general Mohamad Mediene, alias Tawfik,el que fuera durante 25 años máximo responsable del Departamento de Inteligencia y Seguridad (DRS) hasta que fue destituido en 2015. Se trataría, según esa versión, de una guerra de clanes entre el jefe del Ejército y los Buteflika. "Gaid Salah comienza a ponerse nervioso", señala Belabbas. "La falta de valor para citar los nombres de las personas que se han reunido dejan suponer que la partida no está ganada para él".
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Durante las manifestaciones de este viernes muchas pancartas esgrimían frente al artículo 102 propuesto por el general el artículo 7, que establece que la legitimidad emana del pueblo. Sin embargo, en el comunicado se adultera esa demanda al decir: “la solución solo puede ser afrontada mediante la activación de los artículos, 7, 8 y 102”.
El Ejército ya no se ampara detrás de la imagen de un Abdelaziz Buteflika de 82 años en silla de ruedas que no pronuncia un discurso desde mayo de 2012. El jefe del Ejército se intenta proteger ahora detrás del pueblo. Pero el pueblo le ha dicho que se vaya.