¿Dónde está el McLaren de 2019?
Sigue el trabajo en Woking después de una pretemporada satisfactoria, aunque el coche de Sainz y Norris aún tiene áreas para mejorar.
Jesús Balseiro
As
McLaren terminó satisfecha sus test de pretemporada con un monoplaza que ha nacido bien, sin graves problemas de fiabilidad y con más rodaje que en los últimos años. Fueron 4.059 kilómetros para la escudería de Woking en las dos semanas de Montmeló, un 50% más que el año anterior, el primero con Renault. Su MCL34 ha conseguido buenos registros a una vuelta con Carlos Sainz (1:16.9) y Lando Norris (1:17.0) que les mantienen en el top-10 virtual de estos entrenamientos, aunque no es ese el puesto real del monoplaza, al menos por ahora. Por lo visto en Barcelona, el coche tiene “áreas fuertes” pero también puntos débiles: es algo inestable al salir de curvas rápidas, aunque en eso pudo influir que llegaron a Montmeló con menos carga aerodinámica de la habitual para este circuito, y sufre especialmente en el tercer sector, plagado de virajes lentos. Su velocidad punta ha mejorado cuando en 2018 fue un lastre, aunque entre las razones también puede estar esa menor carga aerodinámica mencionada anteriormente.
En cuanto a la fiabilidad, ha habido problemas recurrentes con los escapes relacionados con el motor, algún fallo hidráulico y también un susto con la caja de cambios, que fue sustituida el tercer día de test y que retrasó ciertamente el rodaje. No obstante, han cumplido con todas las pruebas previstas en la hoja de ruta y las simulaciones de carrera desarrolladas en los últimos días se ejecutaron sin incidencias y con un ritmo de carrera prometedor, entre el 1:23 (más cargado de combustible) y el 1:21. La unidad de potencia de Renault ha progresado con respecto a 2018 y tiene más potencia, aunque desde la fábrica no especifican cuánta. La duda es saber si Honda les ha superado, porque eso convertiría al propulsor francés en el último de la parrilla.
Por tanto, ¿dónde está el McLaren? Dependerá más bien de dónde están los demás en el GP de Australia. Renault tiene algo de ventaja en esa zona media como cuarto equipo, quizás cuatro décimas por vuelta, sus prestaciones en los test lo confirman. Y Haas parece el tapado de la pretemporada con un coche muy bien construido. Tras ellos, en teoría, convergen tres conceptos muy diferentes: Alfa Romeo, con inspiración y fondos económicos de Ferrari; Toro Rosso, heredando diseños de Red Bull con un motor Honda que avanza rápido; y McLaren, con la fábrica de Woking volcada para acercar el coche al top-5. Son tres puestos que bailan y por unas décimas en la clasificación de Australia se puede pasar de aspirar al top-5 a estar lejos de los puntos. Mientras, Racing Point (ex Force India) ha terminado muy corto de rodaje en Barcelona, como Williams, y eso puede influir directamente en su rendimiento para las primeras carreras antes de que la parrilla se establezca a partir del verano.
De las impresiones que llegan desde dentro del box, hay quien ve al McLaren con capacidad para ser el 5º o 6º coche de la parrilla a lo largo de la temporada. La prioridad de Woking es alcanzar esos puestos a final de año y, sobre todo, mejorar durante la temporada, algo que no sucedió en 2018 porque centraron todos sus esfuerzos en comprender de dónde venían todos sus problemas. Además, la inversión del equipo está pensada en el medio plazo: en marzo se incorpora James Key como nuevo director técnico y en mayo llegará Andreas Seidl, próximo director de la escudería. No hay prisa en McLaren, aunque nadie renuncia a nada en 2019 hasta ver a qué distancia está el Renault y cuántas décimas deciden una comprimida Fórmula 1.
Jesús Balseiro
As
McLaren terminó satisfecha sus test de pretemporada con un monoplaza que ha nacido bien, sin graves problemas de fiabilidad y con más rodaje que en los últimos años. Fueron 4.059 kilómetros para la escudería de Woking en las dos semanas de Montmeló, un 50% más que el año anterior, el primero con Renault. Su MCL34 ha conseguido buenos registros a una vuelta con Carlos Sainz (1:16.9) y Lando Norris (1:17.0) que les mantienen en el top-10 virtual de estos entrenamientos, aunque no es ese el puesto real del monoplaza, al menos por ahora. Por lo visto en Barcelona, el coche tiene “áreas fuertes” pero también puntos débiles: es algo inestable al salir de curvas rápidas, aunque en eso pudo influir que llegaron a Montmeló con menos carga aerodinámica de la habitual para este circuito, y sufre especialmente en el tercer sector, plagado de virajes lentos. Su velocidad punta ha mejorado cuando en 2018 fue un lastre, aunque entre las razones también puede estar esa menor carga aerodinámica mencionada anteriormente.
En cuanto a la fiabilidad, ha habido problemas recurrentes con los escapes relacionados con el motor, algún fallo hidráulico y también un susto con la caja de cambios, que fue sustituida el tercer día de test y que retrasó ciertamente el rodaje. No obstante, han cumplido con todas las pruebas previstas en la hoja de ruta y las simulaciones de carrera desarrolladas en los últimos días se ejecutaron sin incidencias y con un ritmo de carrera prometedor, entre el 1:23 (más cargado de combustible) y el 1:21. La unidad de potencia de Renault ha progresado con respecto a 2018 y tiene más potencia, aunque desde la fábrica no especifican cuánta. La duda es saber si Honda les ha superado, porque eso convertiría al propulsor francés en el último de la parrilla.
Por tanto, ¿dónde está el McLaren? Dependerá más bien de dónde están los demás en el GP de Australia. Renault tiene algo de ventaja en esa zona media como cuarto equipo, quizás cuatro décimas por vuelta, sus prestaciones en los test lo confirman. Y Haas parece el tapado de la pretemporada con un coche muy bien construido. Tras ellos, en teoría, convergen tres conceptos muy diferentes: Alfa Romeo, con inspiración y fondos económicos de Ferrari; Toro Rosso, heredando diseños de Red Bull con un motor Honda que avanza rápido; y McLaren, con la fábrica de Woking volcada para acercar el coche al top-5. Son tres puestos que bailan y por unas décimas en la clasificación de Australia se puede pasar de aspirar al top-5 a estar lejos de los puntos. Mientras, Racing Point (ex Force India) ha terminado muy corto de rodaje en Barcelona, como Williams, y eso puede influir directamente en su rendimiento para las primeras carreras antes de que la parrilla se establezca a partir del verano.
De las impresiones que llegan desde dentro del box, hay quien ve al McLaren con capacidad para ser el 5º o 6º coche de la parrilla a lo largo de la temporada. La prioridad de Woking es alcanzar esos puestos a final de año y, sobre todo, mejorar durante la temporada, algo que no sucedió en 2018 porque centraron todos sus esfuerzos en comprender de dónde venían todos sus problemas. Además, la inversión del equipo está pensada en el medio plazo: en marzo se incorpora James Key como nuevo director técnico y en mayo llegará Andreas Seidl, próximo director de la escudería. No hay prisa en McLaren, aunque nadie renuncia a nada en 2019 hasta ver a qué distancia está el Renault y cuántas décimas deciden una comprimida Fórmula 1.