Capturaron a un jefe del ELN acusado de ser uno de los autores del atentado terrorista en Bogotá
El detenido identificado como Arturo Ordóñez además es señalado de ser uno de los responsables de organizar el denominado "plan pistola" para asesinar policías
Infobae
El presidente de Colombia, Iván Duque, anunció el viernes la captura de Arturo Ordóñez, presunto jefe del frente urbano del grupo ELN y uno de los autores intelectuales del atentado contra una escuela de policía en Bogotá que dejó 22 muertos en enero, además del atacante.
Ordoñez, también conocido como "el Elefante", está "vinculado desde hace 37 años" al grupo rebelde y es "miembro de la dirección nacional" del Ejército de Liberación Nacional, indicó el mandatario en su cuenta de Twitter.
Duque agregó que con su captura se redujo la capacidad de la última guerrilla del país de planear acciones armadas en ciudades de Antioquia (noroeste), Cundinamarca, Tolima y Bogotá (centro).
Según informó en redes sociales el ministro de Defensa, Guillermo Botero, Ordoñez era además uno de los responsables de organizar el denominado "plan pistola", para asesinar policías.
La captura fue descrita como el "golpe más duro" en años contra la guerrilla por la Presidencia de Colombia.
El atentado contra una escuela de cadetes ocurrido el pasado 17 de enero en la capital y reivindicado por el ELN marcó el fin de los moribundos diálogos de paz adelantados en Quito y luego en La Habana por el antecesor de Duque, Juan Manuel Santos.
El frente de Ordoñez es el encargado "hacer sentir la guerra" en las zonas urbanas y no solo en las rurales, con estructuras que puedan golpear centros de poder y sitios sensibles, explicó a la AFP el profesor investigador de la Universidad Externado de Colombia, Jaime Zuluaga.
"La caída de un dirigente de una de las células, salvo que permita capturar toda la red, puede ser un golpe político y tener incidencia operativa pero no paraliza, porque son estructuras colectivas", agregó. Advirtió que este tipo de acciones pueden recrudecer el conflicto, por lo que es necesario tratar de reactivar vías de diálogo.
Duque ha declarado estar dispuesto a retomar el diálogo solamente si los guerrilleros liberan a todos los secuestrados en su poder y se comprometen al cese de todas sus "acciones criminales".
El mandatario derechista también ha solicitado al gobierno cubano que entregue a los negociadores de paz rebeldes en su territorio.
Con unos 1.800 combatientes y una extensa red de apoyo, el ELN opera en una docena de los 32 departamentos colombianos.
Aunque aliviado por el desarme y transformación en partido de la exguerrilla FARC en 2017, Colombia vive un conflicto armado de más de medio siglo que enfrenta a guerrillas, paramilitares, narcos y agentes estatales, con un saldo de más de ocho millones de víctimas.
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El presidente de Colombia, Iván Duque, anunció el viernes la captura de Arturo Ordóñez, presunto jefe del frente urbano del grupo ELN y uno de los autores intelectuales del atentado contra una escuela de policía en Bogotá que dejó 22 muertos en enero, además del atacante.
Ordoñez, también conocido como "el Elefante", está "vinculado desde hace 37 años" al grupo rebelde y es "miembro de la dirección nacional" del Ejército de Liberación Nacional, indicó el mandatario en su cuenta de Twitter.
Duque agregó que con su captura se redujo la capacidad de la última guerrilla del país de planear acciones armadas en ciudades de Antioquia (noroeste), Cundinamarca, Tolima y Bogotá (centro).
Según informó en redes sociales el ministro de Defensa, Guillermo Botero, Ordoñez era además uno de los responsables de organizar el denominado "plan pistola", para asesinar policías.
La captura fue descrita como el "golpe más duro" en años contra la guerrilla por la Presidencia de Colombia.
El atentado contra una escuela de cadetes ocurrido el pasado 17 de enero en la capital y reivindicado por el ELN marcó el fin de los moribundos diálogos de paz adelantados en Quito y luego en La Habana por el antecesor de Duque, Juan Manuel Santos.
El frente de Ordoñez es el encargado "hacer sentir la guerra" en las zonas urbanas y no solo en las rurales, con estructuras que puedan golpear centros de poder y sitios sensibles, explicó a la AFP el profesor investigador de la Universidad Externado de Colombia, Jaime Zuluaga.
"La caída de un dirigente de una de las células, salvo que permita capturar toda la red, puede ser un golpe político y tener incidencia operativa pero no paraliza, porque son estructuras colectivas", agregó. Advirtió que este tipo de acciones pueden recrudecer el conflicto, por lo que es necesario tratar de reactivar vías de diálogo.
Duque ha declarado estar dispuesto a retomar el diálogo solamente si los guerrilleros liberan a todos los secuestrados en su poder y se comprometen al cese de todas sus "acciones criminales".
El mandatario derechista también ha solicitado al gobierno cubano que entregue a los negociadores de paz rebeldes en su territorio.
Con unos 1.800 combatientes y una extensa red de apoyo, el ELN opera en una docena de los 32 departamentos colombianos.
Aunque aliviado por el desarme y transformación en partido de la exguerrilla FARC en 2017, Colombia vive un conflicto armado de más de medio siglo que enfrenta a guerrillas, paramilitares, narcos y agentes estatales, con un saldo de más de ocho millones de víctimas.