Cambios en las normas del fútbol: la barrera es sólo para los defensores
La IFAB aprueba que los atacantes no puedan incrustarse en el muro cuando se lanza una falta, y prohíbe los goles de mano involuntaria y tras golpear al árbitro
David Álvarez
Madrid, El País
Una de las disputas más largas de Cristiano Ronaldo contra el sistema es por un gol de 2010 que Mateu Lahoz adjudicó a Pepe en el acta. El defensa se había colocado en un extremo de la barrera de la Real Sociedad. Cuando Cristiano lanza la falta, Pepe empuja a un defensa para abrir hueco, se agacha y el balón le pega en la espalda, lo que provoca que se eleve y supere a Bravo. Pese al apunte oficial, el delantero y el Real Madrid nunca le contaron el tanto a Pepe. Cuatro años después, cuando el club hizo un homenaje a Cristiano en el Bernabéu por superar a Raúl como máximo goleador, seguía incluyendo ese gol sin el que sólo le habría empatado a 323. A partir de la próxima temporada una situación como aquella será imposible.
La International Football Association Board (IFAB), el organismo guardián de las reglas del fútbol, ha aprobado en su reunión anual prohibir que los atacantes se integren en la barrera cuando se lance una falta. Según explicó después de la reunión Ian Maxwell, de la federación escocesa, los atacantes deberán situarse al menos a un metro de los defensores. El cambio simplificará tanto el trabajo de los porteros como el de los árbitros, que no tendrán que vigilar las luchas por la posición sobre la línea de espuma en la hierba, aunque tendrán que medir una nueva distancia de seguridad, además de los clásicos 9,15 metros.
En su reunión en Aberdeen (Escocia), la IFAB aprobó también de manera definitiva que no serán válidos los goles marcados con la mano o el brazo, aunque ese contacto se produzca de manera involuntaria, algo que ya se aplica en LaLiga, por ejemplo. Tampoco se permitirá si antes de la ocasión de gol un jugador ha controlado la pelota con la mano o el brazo, incluso involuntariamente.
Bote neutral
Tampoco podrá haber gol si el último que toca el balón es el árbitro. Todavía ahora, a estos efectos, el colegiado es como el banderín de córner, o como un poste: podría marcar gol. Con la reforma aprobada este sábado por la IFAB, esta posibilidad desaparece. Si el árbitro se encuentra dentro del área cuando el balón le golpea antes de entrar, se para y juego y se entrega la pelota al portero. Si sucede fuera del área, se le devuelve al último equipo que la haya tocado.
Se introducen otras dos novedades en situaciones en las que el balón da en el árbitro. Si después de golpearle, la posesión cambia de bando, se le devuelve al equipo que la tenía antes de ese lance. Hay otro caso en el que también se para el juego aunque el balón no cambie de bando: si después de que la pelota golpee al árbitro cambia la jugada y aparece una nueva situación de ataque significativamente distinta, se detiene el juego y se devuelve el balón al equipo que lo tenía. Por ejemplo, un ataque por la banda que el árbitro reconduce a una zona libre en el centro.
Todas estas interrupciones se considerarán bote neutral, aunque el procedimiento de este lance se modifica y ya no será tan neutral: por regla general, la pelota regresará siempre al equipo que la tenía antes de la interrupción.
También cambiará el ritual de los penaltis. A partir de junio, el portero ya no estará obligado a tener ambos pies sobre la línea de gol cuando se produzca el lanzamiento; bastará con que pise la raya con uno.
Los cambios serán más ágiles, ya que el jugador sustituido no tendrá que ir al punto del centro del campo donde se muestra el panel con los números, sino que tendrá que salir por el punto más cercano. La IFAB ha calculado el tiempo que se ganará con el nuevo procedimiento. “Eso ahorrará alrededor de un minuto por cambio, y sería muy muy bueno”, dice Lukas Brud, secretario de la organización.
Se verán modificaciones también en los saques de puerta y en las faltas botadas en el área propia. El balón no tendrá que salir de ella para que la toque un segundo jugador como sucedía hasta ahora.
Además, habrá cambios en las amonestaciones a los entrenadores en los banquillos. Los árbitros volverán a mostrarles las tarjetas amarillas o rojas, en lugar de hacerlo de manera verbal.
David Álvarez
Madrid, El País
Una de las disputas más largas de Cristiano Ronaldo contra el sistema es por un gol de 2010 que Mateu Lahoz adjudicó a Pepe en el acta. El defensa se había colocado en un extremo de la barrera de la Real Sociedad. Cuando Cristiano lanza la falta, Pepe empuja a un defensa para abrir hueco, se agacha y el balón le pega en la espalda, lo que provoca que se eleve y supere a Bravo. Pese al apunte oficial, el delantero y el Real Madrid nunca le contaron el tanto a Pepe. Cuatro años después, cuando el club hizo un homenaje a Cristiano en el Bernabéu por superar a Raúl como máximo goleador, seguía incluyendo ese gol sin el que sólo le habría empatado a 323. A partir de la próxima temporada una situación como aquella será imposible.
La International Football Association Board (IFAB), el organismo guardián de las reglas del fútbol, ha aprobado en su reunión anual prohibir que los atacantes se integren en la barrera cuando se lance una falta. Según explicó después de la reunión Ian Maxwell, de la federación escocesa, los atacantes deberán situarse al menos a un metro de los defensores. El cambio simplificará tanto el trabajo de los porteros como el de los árbitros, que no tendrán que vigilar las luchas por la posición sobre la línea de espuma en la hierba, aunque tendrán que medir una nueva distancia de seguridad, además de los clásicos 9,15 metros.
En su reunión en Aberdeen (Escocia), la IFAB aprobó también de manera definitiva que no serán válidos los goles marcados con la mano o el brazo, aunque ese contacto se produzca de manera involuntaria, algo que ya se aplica en LaLiga, por ejemplo. Tampoco se permitirá si antes de la ocasión de gol un jugador ha controlado la pelota con la mano o el brazo, incluso involuntariamente.
Bote neutral
Tampoco podrá haber gol si el último que toca el balón es el árbitro. Todavía ahora, a estos efectos, el colegiado es como el banderín de córner, o como un poste: podría marcar gol. Con la reforma aprobada este sábado por la IFAB, esta posibilidad desaparece. Si el árbitro se encuentra dentro del área cuando el balón le golpea antes de entrar, se para y juego y se entrega la pelota al portero. Si sucede fuera del área, se le devuelve al último equipo que la haya tocado.
Se introducen otras dos novedades en situaciones en las que el balón da en el árbitro. Si después de golpearle, la posesión cambia de bando, se le devuelve al equipo que la tenía antes de ese lance. Hay otro caso en el que también se para el juego aunque el balón no cambie de bando: si después de que la pelota golpee al árbitro cambia la jugada y aparece una nueva situación de ataque significativamente distinta, se detiene el juego y se devuelve el balón al equipo que lo tenía. Por ejemplo, un ataque por la banda que el árbitro reconduce a una zona libre en el centro.
Todas estas interrupciones se considerarán bote neutral, aunque el procedimiento de este lance se modifica y ya no será tan neutral: por regla general, la pelota regresará siempre al equipo que la tenía antes de la interrupción.
También cambiará el ritual de los penaltis. A partir de junio, el portero ya no estará obligado a tener ambos pies sobre la línea de gol cuando se produzca el lanzamiento; bastará con que pise la raya con uno.
Los cambios serán más ágiles, ya que el jugador sustituido no tendrá que ir al punto del centro del campo donde se muestra el panel con los números, sino que tendrá que salir por el punto más cercano. La IFAB ha calculado el tiempo que se ganará con el nuevo procedimiento. “Eso ahorrará alrededor de un minuto por cambio, y sería muy muy bueno”, dice Lukas Brud, secretario de la organización.
Se verán modificaciones también en los saques de puerta y en las faltas botadas en el área propia. El balón no tendrá que salir de ella para que la toque un segundo jugador como sucedía hasta ahora.
Además, habrá cambios en las amonestaciones a los entrenadores en los banquillos. Los árbitros volverán a mostrarles las tarjetas amarillas o rojas, en lugar de hacerlo de manera verbal.