Batman, un personaje inagotable: todo lo que sabés y lo que no sabés del invencible hombre murciélago
El gran personaje que cumple 80 años es una figura que fue alternando entre estéticas camp y un oscuro realismo sucio a lo largo de los años. Curiosidades y anécdotas de uno de los nombres más queridos de la cultura popular
Ignacio Balbuena
5) El Regreso del Caballero de la Noche de Frank Miller fue una ambiciosa exploración de la mitología de Batman, que al igual que la película Batman: El Caballero de la Noche de Christopher Nolan, se proponía examinar las ramificaciones ideológicas de Batman, considerando su relación con otros superhéroes, con los medios, el gobierno y el ejercicio de la violencia. Lamentablemente, muchos siguieron esta dirección de forma superficial hasta llegar prácticamente a la parodia, incluso el propio Miller, que en su All Star Batman propone a un Batman abusivo que exclama en un momento "Sos estúpido? Soy el maldito Batman!". Luego tiene sexo al lado de un galpón en donde está quemando vivos a unos ladrones. Quizás el Batman de Miller es el ícono americano por antonomasia: un emblema del exceso.
Ignacio Balbuena
En una entrevista realizada en la Comic Con de Nueva York, el actor Kevin Conroy (la voz de Batman en la serie animada de los '90s) definió perfectamente el appeal del personaje. ''Es un personaje absolutamente teatral'', dijo Conroy, un actor de teatro con formación clásica. ''Convocar a un actor de teatro para interpretar a Batman fue una decisión acertada, especialmente a un actor con experiencia en los clásicos. Están haciendo un drama elevado. Batman es Aquiles. Es Orestes. Es Hamlet''. La muerte de de sus padres es un aspecto central de su narrativa y le da al personaje un carácter trágico. En Detective Comics #33, vemos como Thomas y Martha Wayne son asesinados a sangre fría por un ladrón en busca del collar de perlas de la madre del pequeño Bruce Wayne (o Bruno Díaz, como se lo conoce en los países de habla hispana), que jurará luego combatir el crimen el resto de su vida. ''Criminales. Son cobardes y supersticiosos, mi disfraz tendrá que infundir el terror en sus corazones, tendré que ser una criatura de la noche, negra, terrible.'' Un murciélago irrumpe entonces por una de las ventanas de la Mansión Wayne, y el resto es historia.
Batman nació bajo la influencia de otros héroes pulp de la época como El Zorro o La Sombra, pero enseguida se definió como un personaje con rasgos propios. Ya en Batman #1, el primer número de su serie regular de 1940, podemos ver varios elementos de su mitología: su archienemigo el Guasón, o Robin, el chico maravilla. Otros elementos del personaje que permanecen al día de hoy son establecidos en esta primera época, como el traje gris y negro con el logo del murciélago, los batarangs (también llamados bati búmerans) y gadgets varios, la capacidad detectivesca, científica y atlética del personaje, y otros personajes perennes como Alfred Pennyworth, su incansable mayordomo.
Susana Polo, experta en cómics y editora del sitio polygon.com, escribió que el tono en los superhéroes es como un péndulo que oscila de un extremo a otro a medida que pasan las décadas. Esto es cierto también para Batman, que fue alternando entre estéticas más bien camp y un oscuro realismo sucio a lo largo de los años. A las historias influenciadas por el cine negro de los años '40 (con un Batman que incluso no dudaba en usar armas de fuego o tratar a los criminales con crueldad), le siguió una etapa llena de ciencia ficción delirante, en la que Batman abandona la lucha contra gángsters y criminales callejeros por viajes espaciales y alienígenas.
Fue importante la influencia del psiquiatra Fredric Wertham, que con su libro La Seducción de los Inocentes llevó a la creación del Comics Code Authority, una suerte de estatuto para que los cómics no tuvieran contenido que fuera una ''mala influencia para la juventud''. Así, las historias de Batman pasaron de ser crime thrillers a sci-fi lisérgico, algo que atravesó toda la Edad de Plata del Cómic, llena de historias alucinatorias y disparatadas.
Susana Polo, experta en cómics y editora del sitio polygon.com, escribió que el tono en los superhéroes es como un péndulo que oscila de un extremo a otro a medida que pasan las décadas. Esto es cierto también para Batman, que fue alternando entre estéticas más bien camp y un oscuro realismo sucio a lo largo de los años. A las historias influenciadas por el cine negro de los años '40 (con un Batman que incluso no dudaba en usar armas de fuego o tratar a los criminales con crueldad), le siguió una etapa llena de ciencia ficción delirante, en la que Batman abandona la lucha contra gángsters y criminales callejeros por viajes espaciales y alienígenas.
Fue importante la influencia del psiquiatra Fredric Wertham, que con su libro La Seducción de los Inocentes llevó a la creación del Comics Code Authority, una suerte de estatuto para que los cómics no tuvieran contenido que fuera una ''mala influencia para la juventud''. Así, las historias de Batman pasaron de ser crime thrillers a sci-fi lisérgico, algo que atravesó toda la Edad de Plata del Cómic, llena de historias alucinatorias y disparatadas.
La influencia del Batman de Adam West también fue determinante, con su estética colorida, sus onomapoteyas impresas en pantalla y el famoso bati-twist. La eventual pérdida de interés en esta estética impulsó la creación de un renovado Batman más cercano a sus raíces a través del trabajo de Denny O'Neil y Neal Adams en los años '70 y de Norm Breyfogle en los '80 y '90. Varias encarnaciones de Batman siguieron esta dirección: cómics emblemáticos como El Regreso del Caballero de La Noche y Batman: Año Uno de Frank Miller, La Broma Asesina de Alan Moore, El Largo Halloween de Jeph Loeb, las dos películas de Tim Burton con Michael Keaton y la absolutamente fundamental serie animada de Bruce Timm y Paul Dini, contribuyeron a crear un Batman alejado ya definitivamente del camp de los '60, un personaje obsesionado, por momentos incluso torturado (a veces literalmente, como cuando Bane le rompe la espalda) y con una psicología muy compleja, con historias influenciadas por el romanticismo y la literatura gótica. Basta ver su galería de villanos para confirmar esto, llena de identidades duales, monstruos de origen trágico, romances imposibles y científicos locos. Respetando esa máxima hitchcockiana sobre la importancia del villano, los enemigos de Batman son tan icónicos como el propio héroe: desde el Guasón, el Pingüino, Gatúbela y el Acertijo, a Dos Caras, el Espantapájaros, Cara de Barro o Bane.
Después Joel Schumacher se ocupó de tirar todo por la borda, claro, sobre todo con la infame Batman y Robin, en la que George Clooney sacaba de su bolsillo una bati-tarjeta de crédito y usaba un traje con bati-pezones. Eventualmente tuvimos como respuesta a eso la trilogía de Christopher Nolan, bien anclada en el realismo sucio de Miller y afines, con Batman: El Caballero de la Noche y el Guasón de Heath Ledger como su punto más alto y un nuevo estándar para el género. Finalmente, Lego Batman: la Película, una deconstrucción del personaje con una animación totalmente frenética, nos demostró que todas estas versiones del personaje pueden reconciliarse y convivir, ya que son parte del legado y la historia de un héroe que es en sí mismo un mitologema, un entramado mítico mutable y atravesado por la cultura de la época que lo rodea y que a su a vez también la atraviesa de forma transversal.
En palabras de Grant Morrison en su libro, Supergods: ''La rudeza noir, lo sobrenatural, la tecnología de punta, la megafortuna, el fetichismo, todo se mezclaba en Batman.'' A continuación y a modo de celebración de estos 80 años del caballero de la noche, va una pequeña lista de momentos notables y curiosos de su amplia historia.
1) Batman es visto hoy como un héroe ejemplar, determinado al punto de la obsesión pero noble, capaz de proezas mentales y físicas extraordinarias. El lector ávido por recorrer su historia desde el comienzo quizás se sorprenda al verlo actuar de forma cruel en El Caso del Sindicato Químico, su primera aparición, que concluye con Batman arrojando a un criminal de un puñetazo a un tanque de ácido para luego exclamar ''Un final adecuado para alguien de su calaña''. Eventualmente, por decisión editorial, el personaje juraría no usar armas de fuego ni matar. Estos dos principios éticos siguen siendo fundamentales para el personaje al día de hoy.
2) Mencioné anteriormente que el personaje atravesó una etapa llena de historias psicodélicas y absurdas. Hay varios ejemplos, como el Batman Arcoris (Detective Comics #241), una historia en la que Batman decide que la mejor forma de llamar la atención de los criminales es intercambiando los colores de su traje, el Zebra Batman (Detective Comics #275), resultado de una transformación radioactiva, o la aparición de personajes extravagantes como el Bati-Duende, un diablillo de otra dimensión, o Ace, el Bati-Sabueso. Aunque quizás la historia que se lleva el premio mayor es la aparición del Bat-Baby: en Batman #147, un cómic de 1961, Batman termina en el cuerpo de un pequeño infante al exponerse al rayo de un científico loco. Pero conserva su inteligencia y su fuerza, por lo que se calza un enterito y sigue causando terror entre los criminales. Sí, los cómics de esta época eran un disparate.
3) Stan Lee es conocido por su trabajo en Marvel Comics y en personajes como Spider-Man y los Vengadores. Sin embargo, en 2001 colaboró con DC para crear su versión de varios personajes icónicos de su empresa rival. Su hombre murciélago es Wayne Williams, un afroamericano injustamente acusado de asesinar a su padre que amasa una fortuna practicando lucha libre, y que usa un traje de murciélago realista, lo que le da una apariencia más cercana al Man-Bat (un personaje real del universo de Batman).
4) Batman tiene una galería de villanos memorables. Pero como todos los superhéroes, también combatió con personajes menos notables. El más infame es quizás Mitchell Mayo a.k.a. El Rey Condimento, que usa pistolas que disparan ketchup y mostaza. Curiosamente, nació en Batman: La Serie Animada, responsable también de la creación de uno de los personajes más icónicos de DC: Harley Quinn, recientemente interpretada por Margot Robbie en Escuadrón Suicida.
5) El Regreso del Caballero de la Noche de Frank Miller fue una ambiciosa exploración de la mitología de Batman, que al igual que la película Batman: El Caballero de la Noche de Christopher Nolan, se proponía examinar las ramificaciones ideológicas de Batman, considerando su relación con otros superhéroes, con los medios, el gobierno y el ejercicio de la violencia. Lamentablemente, muchos siguieron esta dirección de forma superficial hasta llegar prácticamente a la parodia, incluso el propio Miller, que en su All Star Batman propone a un Batman abusivo que exclama en un momento "Sos estúpido? Soy el maldito Batman!". Luego tiene sexo al lado de un galpón en donde está quemando vivos a unos ladrones. Quizás el Batman de Miller es el ícono americano por antonomasia: un emblema del exceso.
6) Hay, en la historia de Batman, al menos dos vínculos con la cultura argentina. Uno es a través de El Gaucho, un personaje que aparece por primera vez en Detective Comics #215, en la historia ''Batman de Todas Las Naciones''. Allí aparecen varios héroes de diversos países, entre ellos Argentina pero también Italia y Francia, que deciden inspirarse en la figura de Batman para combatir el crimen en sus propios territorios. Grant Morrison retomaría esta idea de Batman como una franquicia global en Batman, Incorporated, del 2010. Curiosamente, El Gaucho, o Santiago Vargas, porta en su encarnación más moderna una máscara que es más bien parecida a la de un luchador de catch mexicano.
7) Otra conexión argentina de interés es un cómic que no fue. En los '90 el guionista Alan Grant y el dibujante Quique Alcatena planearon lanzar un Elseworld (un mundo alternativo fuera de la continuidad tradicional) en el que Bruno Díaz era hijo de víctimas de la dictadura militar. Pero el proyecto no prosperó y eventualmente fue cajoneado. Otros Elseworlds que sí vieron la luz muestran a Batman como un pirata, investigando a Jack El Destripador, combatiendo junto al Rey Arturo, obteniendo el anillo de Linterna Verde o en el Japón feudal (en la película Batman Ninja, actualmente disponible en Netflix).
8) Si volvemos a la idea de que los superhéroes alternan cíclicamente entre versiones más oscuras y versiones más kid-friendly, naturalmente debería haber una versión del murciélago que se oponga al Batman de Christopher Nolan (y al todavía más oscuro Batman de Zack Snyder interpretado por Ben Affleck, hoy ya retirado). La respuesta es quizás Batman: The Brave and The Bold, una serie animada que se aleja de la caracterización más bien romántica y gótica de Batman: La Serie Animada y opta por retomar el espíritu lúdico de Adam West y la influencia de Dick Sprang, un ilustrador que trabajó en Batman durante sus primeras décadas.
9) En diciembre de 1988, DC publicó la saga Una Muerte en la Familia, en la que el Robin de esa era, Jason Todd, es brutalmente asesinado a manos del Guasón. Pero lo realmente particular de este arco argumental es que los fans decidieron el destino del personaje a través de una votación telefónica en la que Robin perdió la vida por un pequeñísimo margen. No importó demasiado: eventualmente Jason Todd resucitó con el nombre de Capucha Roja y devino un antihéroe. En los cómics nadie se queda muerto por mucho tiempo. Incluso el propio Batman estuvo ''muerto'' (ver Crisis Final #6), aunque en realidad resulta que lo enviaron a la época de las cavernas. Otro dato de color: Una Muerte en la Familia fue escrita por Jim Starlin, conocido por su trabajo en varios personajes cósmicos del universo Marvel, como el Capitán Marvel o Thanos, hoy muy popular por su rol en las últimas películas de los Vengadores.
10) Hace un par de años, a DC se le ocurrió hacer un crossover entre los Looney Tunes y varios superhéroes. La idea parecía pésima en teoría pero resultó excelente en la ejecución. Una de esas historias es la notable Batman/Elmer Fudd de Tom King, que reimagina al torpe Elmer como un peligroso personaje motivado por la venganza y a varios personajes de Warner como arquetipos del cine noir, con una femme fatale incluida. Hay que leer para creer.
La historia de Batman es enorme y muchas veces para lectores nuevos es intimidante acercarse a un personaje con tantas historias extraordinarias. A modo de cierre, me permito recomendar algunas lecturas que pueden servir como un punto de partida. Para los orígenes del personaje, las mencionadas Batman: Año Uno y El Largo Halloween son esenciales, y se complementan perfectamente con la versión proto-fascista y casi distópica de El Regreso del Caballero de La Noche, o la oscuridad casi nihilista de La Broma Asesina.
Más allá de estos cómics, una posible continuación es Batman: Asilo Arkham, con guión de Grant Morrison y arte de Dave McKean, el artista detrás de las extraordinarias tapas de Sandman, en una combinación densa y pictórica. El mismo Morrison se encargaría luego de llevar adelante la serie regular de Batman, aportando al personaje su clásico imaginario mágico y simbólico. Otra historia moderna que representa a Batman como un estratega maestro al punto de la paranoia es JLA: Torre de Babel, de Mark Waid, en el que vemos cómo Batman está preparado para derrotar a sus compañeros de la Liga de la Justicia explotando sus debilidades.
Arrancar por lo más reciente también es una opción, y quienes deseen encontrarse con una versión fresca del personaje pueden optar por La Corte de los Búhos, de Scott Snyder, o los volúmenes Yo Soy Gotham/Yo Soy Suicida, de Tom King, que plantea la relación romántica entre Batman y Gatúbela desde un lugar humano y vulnerable. Ambos autores son recomendables y trabajan desde un lugar moderno pero alimentado por los años de continuidad e historia acumulada.
Alternativamente, y para quienes quieran conocer la ridiculez del mundo del cómic en su plenitud absoluta y total, pueden intentar con Noches Oscuras: Metal, que presenta a un personaje muy nuevo pero ya icónico, el Batman Que Ríe, una terrorífica mezcla del Batman y el Guasón.
Alternativamente, y para quienes quieran conocer la ridiculez del mundo del cómic en su plenitud absoluta y total, pueden intentar con Noches Oscuras: Metal, que presenta a un personaje muy nuevo pero ya icónico, el Batman Que Ríe, una terrorífica mezcla del Batman y el Guasón.