Amenaza de mazamorra pone en alerta a pobladores de Tiquipaya
La Gobernación de Cochabamba y la Alcaldía de Tiquipaya desplazaron hsta la zona personal y maquinaria que continúa trabajando durante la mañana de este viernes.
La Razón Digital / Baldwin Montero / La Paz
A poco más de un año del desborde del río Taquiña que cobró la vida de al menos cinco personas en Tiquipaya, Cochabamba, anoche la amenaza de una mazamorra volvió a poner en alerta a los pobladores de esa zona, algunos de los cuales amanecieron fuera de sus viviendas por temor a un nuevo desastre.
Personal de la Gobernación de Cochabamba y de la Alcaldía de Tiquipaya, incluido el burgomaestre Juan Carlos Angulo López, se trasladó hasta el lugar y trabajó durante toda la noche para vigilar la zona.
De acuerdo a la autoridad edil, los dos disipadores instalados para evitar desastres como el de 2018 lograron contener el material de arrastre más pesado, lo que hizo que hasta las zonas pobladas llegue solo agua y lodo.
No obstante, ya durante la mañana se constató que resultaron dañados por la fuerza de los impactos.
“Los dos disipadores contuvieron material grueso y a la parte sur llegó más que todo lodo. Personal y equipo pesado trabaja por cualquier urgencia en el sector. Iremos activando todas las emergencias que se activaron en febrero del año pasado”, anunció Angulo durante una pausa en el trabajo de control que realizaba anoche.
Pidió a los vecinos de la zona que salieron de sus viviendas por el temor a la crecida del río que se alejen de la orilla y permanezcan atentos.
El personal y la maquinaria desplazados hasta la zona continúan trabajando durante la mañana de este viernes. (
A poco más de un año del desborde del río Taquiña que cobró la vida de al menos cinco personas en Tiquipaya, Cochabamba, anoche la amenaza de una mazamorra volvió a poner en alerta a los pobladores de esa zona, algunos de los cuales amanecieron fuera de sus viviendas por temor a un nuevo desastre.
Personal de la Gobernación de Cochabamba y de la Alcaldía de Tiquipaya, incluido el burgomaestre Juan Carlos Angulo López, se trasladó hasta el lugar y trabajó durante toda la noche para vigilar la zona.
De acuerdo a la autoridad edil, los dos disipadores instalados para evitar desastres como el de 2018 lograron contener el material de arrastre más pesado, lo que hizo que hasta las zonas pobladas llegue solo agua y lodo.
No obstante, ya durante la mañana se constató que resultaron dañados por la fuerza de los impactos.
“Los dos disipadores contuvieron material grueso y a la parte sur llegó más que todo lodo. Personal y equipo pesado trabaja por cualquier urgencia en el sector. Iremos activando todas las emergencias que se activaron en febrero del año pasado”, anunció Angulo durante una pausa en el trabajo de control que realizaba anoche.
Pidió a los vecinos de la zona que salieron de sus viviendas por el temor a la crecida del río que se alejen de la orilla y permanezcan atentos.
El personal y la maquinaria desplazados hasta la zona continúan trabajando durante la mañana de este viernes. (
