Alemania resucita en Ámsterdam
Un gol de Schulz en el último suspiro dio los tres puntos a Alemania después de un partidazo en el Ámsterdam Arena.
José Carlos Menzel
As
La Alemania más peligrosa es la Alemania que se da por muerta. Y fue justo así como emprendió su viaje a Amsterdam. El pasado miércoles no había pasado del empate a uno ante la modesta Serbia, Löw seguía en el ojo del huracán tras cargarse a tres campeones del mundo como lo son Hummels, Boateng y Müller y en frente tenía a la Holanda de Koeman, la nueva selección de moda en Europa que le barrió en octubre. Pasó lo de siempre. La Mannschaft sacó pecho, dio un golpe sobre la mesa y empezó la fase de clasificación para la Euro 2020 imponiéndose por 3-2 a domicilio.
Fue la primera vez que se vio a la nueva Alemania. Se define por la velocidad de Sané, el talento de Gnabry y la precisión de Kroos. La tetracampeona lo tenía claro. Con el cuero en los pies buscaba la verticalidad en cada acción, sin él presionaba la salida de balón de los holandeses. Le salió bien el plan. Sané se aprovechó de un resbalón de de Ligt en el área para hacer el primero y un latigazo de Gnabry silenció a la grada definitivamente. Kehrer y el propio Sané estuvieron a punto de hacer el tercero, pero se toparon con Cillessen.
José Carlos Menzel
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La Alemania más peligrosa es la Alemania que se da por muerta. Y fue justo así como emprendió su viaje a Amsterdam. El pasado miércoles no había pasado del empate a uno ante la modesta Serbia, Löw seguía en el ojo del huracán tras cargarse a tres campeones del mundo como lo son Hummels, Boateng y Müller y en frente tenía a la Holanda de Koeman, la nueva selección de moda en Europa que le barrió en octubre. Pasó lo de siempre. La Mannschaft sacó pecho, dio un golpe sobre la mesa y empezó la fase de clasificación para la Euro 2020 imponiéndose por 3-2 a domicilio.
Fue la primera vez que se vio a la nueva Alemania. Se define por la velocidad de Sané, el talento de Gnabry y la precisión de Kroos. La tetracampeona lo tenía claro. Con el cuero en los pies buscaba la verticalidad en cada acción, sin él presionaba la salida de balón de los holandeses. Le salió bien el plan. Sané se aprovechó de un resbalón de de Ligt en el área para hacer el primero y un latigazo de Gnabry silenció a la grada definitivamente. Kehrer y el propio Sané estuvieron a punto de hacer el tercero, pero se toparon con Cillessen.