Vinicius lo cambió todo
Es el rostro de la escalada de este Madrid que se ha contagiado de su entusiasmo e insistencia. Lleva 11 partidos como titular y en todos dejó huella.
Sergio Gómez
As
Vinicius (de 18 años) es el rostro del cambio de este Madrid. Contra el Atlético, el equipo de Solari confirmó su remontada (anímica y clasificatoria) con un partido competente, serio en defensa, eficaz en ataque y con Vinicius como elemento agitador. El brasileño, apuesta del entrenador argentino, ha contagiado al grupo con su entusiasmo, atrevimiento e insistencia. En el Wanda Metropolitano, como hizo tres días antes en otra plaza grande como la del Camp Nou, volvió a marcar la diferencia durante los 57 minutos que estuvo sobre el campo: le hicieron un penalti, se remangó atrás (tres recuperaciones), encaró (el 50% de los regates fueron buenos) y no paró de producir en la banda izquierda, como un pase con el exterior a Lucas que fue una joya.
"Aprende de los mejores y está allí muy bien aconsejado y arropado por el resto de la plantilla, que le da sustancia a su juego", respondió Solari en conferencia de prensa, preguntado por el crecimiento de Vinicius. "Su techo es el que le resta de años por delante en el fútbol", zanjó. En seis semanas, el joven delantero del Madrid se ha hecho con un sitio en el once de Solari. Ha sido titular en los últimos once partidos y en cada uno de ellos ha ampliado sus registros, ha dejado su huella...
Real Madrid-Real Sociedad (0-2)
La última derrota de los blancos en Liga fue el Día de Reyes, ante la Real. Aquella tarde, un Real Madrid deprimido cayó derrotado, pareció despedirse de la Liga, pero recibió la buena noticia de la aparición de Vinicius. Jugó 90 minutos, aportó dinamismo, velocidad y atrevimiento; se asoció con Benzema (12 pases); exhibió regate (seis buenos); remató (seis) y sufrió un claro penalti de Rulli que Munuera Montero (árbitro) y Melero (árbitro de VAR) se tragaron. Fue el primer partido del brasileño como titular en 2019 y desde aquel día no se ha bajado del once.
Real Madrid-Leganés (3-0)
El 9 de enero, en la ida de octavos de Copa, Vinicius volvió a meterse al Bernabéu en el bolsillo. En los 78 minutos que jugó, fue el que más veces remató a puerta (dos), sacó su genio a pasear (taconazo de lujo hacia atrás), dio una asistencia a Lucas Vázquez para que hiciera el 2-0 y cerró el marcador con un golazo enorme de volea Vinicius, acomodando el cuerpo al centro de Odriozola, la otra figura del partido.
Betis-Real Madrid (1-2)
La importancia de Vinicius para Solari se plasmó en este partido. El entrenador blanco le llevó a Sevilla a pesar de su gripe, le metió en el once y jugó los 90 minutos. Eléctrico y vertiginoso, su alegría fue lo único que contagió el ataque blanco. Volvió a ser el que más veces remató a puerta (tres), rozó el gol antes del descanso (Pau lo evitó) y demostró carácter. Se las tuvo tiesas con Bartra.
Leganés-Real Madrid (1-0)
Una de las características de Vinicius es que siempre lo intenta. Es un jugador de antes, que encara al rival, va y va, remata… En la derrota blanca en la vuelta de octavos de Copa, el brasileño volvió a ser el más insistente de cara a puerta. A pesar de no ser su mejor partido (disputó los 90'), nadie remató más que él (tres), estuvo certero en el pase (90% de acierto) y se sacó una de esas jugadas que protagonizan los resúmenes televisivos: lució velocidad en una carrera en la banda izquierda (33,9 km/h) para servirle a Brahim un gol que se estrelló en el palo…
Real Madrid-Sevilla (2-0)
El 19 de enero comenzaron a verse los primeros síntomas de rehabilitación del Real Madrid. Se volvió a ver al mejor Modric, Reguilón confirmó que llegó para quedarse, Casemiro abrió el marcador y lo barrió todo…y Vinicius volvió a completar un encuentro que no hizo más que consolidar su joven figura. El brasileño tiró del Madrid en el primer tiempo, demostrando una vez más que sus índices de productividad son evidentes. A los 6’, se plantó solo ante Vaclik en uno de sus desmarques explosivos, pero el checo le adivinó el remate cruzado; en el 21’ se las ingenió para marcharse de tres rivales antes de que el balón le llegara a Ceballos; en el 29’, forzó una amarilla para Carriço; en el 45’ se atrevió con un remate desde fuera del área; en la segunda parte se sacó una vaselina que se le fue por poco…
Real Madrid-Girona (4-2)
Contra el Girona, en la ida de cuartos de la Copa del Rey, Vinicius demostró por qué se convirtió en titular de pleno derecho para Solari. Desplegó de nuevo sus cualidades. En el once por sexto partido consecutivo, volvió a ser determinante: provocó un penalti, participó en el 3-2 de Ramos y asistió a Benzema en el 4-2 final. Además, asentado en la banda izquierda, no paró de producir: fue el que más centró (cinco veces), el que más ocasiones creó (seis), el que más regates buenos completó (tres) y, como peligro constante que fue, el que más faltas sufrió (tres). Su influencia en este Madrid es incontestable.
Espanyol-Real Madrid (2-4)
"Vinicius sólo tiene 18 años, hay que tener paciencia con él", insiste Solari. Y el partido de Cornellà mostró uno de esos pecados de juventud: la irregularidad. Únicamente tardó dos minutos en probar a Diego López, pero desde ese momento vivió en el gris. En la primera parte estuvo casi inédito y en la segunda parte tampoco se le vio inspirado, mucho menos explosivo que lo que acostumbró a los madridistas. Incluso se buscó la roja por un pisotón a Mario Hermoso que el VAR ignoró… En el 64’ fue sustituido por Bale, que volvía de su enésima lesión en el sóleo.
Girona-Real Madrid (1-3)
Jugó 67’ (volvió a ser sustituido por Bale) y volvió a involucrarse en el juego sin olvidar su ADN brasileño. A los aficionados de Montilivi dejó varias virguerías, una de ellas, un pase de tacón a Marcelo que casi acaba en gol. Pero con quien se entendió a la perfección (y se entiende partido tras partido) fue con Benzema. El brasileño favorece al francés y de esa alianza nació el 0-2 antes del descanso: asistió Vinicius, marcó Karim.
Real Madrid-Alavés (3-0)
Contra el Alavés, Vinicius volvió a ser referencia en el plano ofensivo. En la izquierda, su figura se agigantó: participó en un gol, marcó otro, fue el que más regates buenos hizo (cinco), el que más remató (seis), cinco regates buenos, cuatro recuperaciones... El partido ante los vitorianos evidenció la confianza que le tienen sus compañeros. Pese a que Bale fue titular en la derecha, el juego se volcó a la banda del brasileño: el 44% de los ataques blancos fue por el lado de Vini. Además, le pasaron más (cada 1,6 minutos) que a Bale (uno cada 2,5’)… Dejó el campo en el 87’ y el Bernabéu le honró con una gran ovación.
Barcelona-Real Madrid (1-1)
Vinicius se presentó en el Camp Nou, en la ida de semifinales de Copa, y evidenció que no le pesa ningún escenario. Solari también se atrevió con él en el Clásico y el brasileño no decepcionó: fue quien más regates intentó (cinco), el segundo que más ocasiones creó (dos, sólo por detrás de las cuatro de Benzema), quien más remató (cuatro) y al que más faltas le hicieron (tres, las mismas que Kroos y Marcelo, provocando una de ellas la amarilla de Semedo). Contagió al Madrid con su entusiasmo. Cuando Solari le quitó en el 63’ para meter a Bale, el Madrid empeoró… Todo pasa por el efecto Vinicius.
Sergio Gómez
As
Vinicius (de 18 años) es el rostro del cambio de este Madrid. Contra el Atlético, el equipo de Solari confirmó su remontada (anímica y clasificatoria) con un partido competente, serio en defensa, eficaz en ataque y con Vinicius como elemento agitador. El brasileño, apuesta del entrenador argentino, ha contagiado al grupo con su entusiasmo, atrevimiento e insistencia. En el Wanda Metropolitano, como hizo tres días antes en otra plaza grande como la del Camp Nou, volvió a marcar la diferencia durante los 57 minutos que estuvo sobre el campo: le hicieron un penalti, se remangó atrás (tres recuperaciones), encaró (el 50% de los regates fueron buenos) y no paró de producir en la banda izquierda, como un pase con el exterior a Lucas que fue una joya.
"Aprende de los mejores y está allí muy bien aconsejado y arropado por el resto de la plantilla, que le da sustancia a su juego", respondió Solari en conferencia de prensa, preguntado por el crecimiento de Vinicius. "Su techo es el que le resta de años por delante en el fútbol", zanjó. En seis semanas, el joven delantero del Madrid se ha hecho con un sitio en el once de Solari. Ha sido titular en los últimos once partidos y en cada uno de ellos ha ampliado sus registros, ha dejado su huella...
Real Madrid-Real Sociedad (0-2)
La última derrota de los blancos en Liga fue el Día de Reyes, ante la Real. Aquella tarde, un Real Madrid deprimido cayó derrotado, pareció despedirse de la Liga, pero recibió la buena noticia de la aparición de Vinicius. Jugó 90 minutos, aportó dinamismo, velocidad y atrevimiento; se asoció con Benzema (12 pases); exhibió regate (seis buenos); remató (seis) y sufrió un claro penalti de Rulli que Munuera Montero (árbitro) y Melero (árbitro de VAR) se tragaron. Fue el primer partido del brasileño como titular en 2019 y desde aquel día no se ha bajado del once.
Real Madrid-Leganés (3-0)
El 9 de enero, en la ida de octavos de Copa, Vinicius volvió a meterse al Bernabéu en el bolsillo. En los 78 minutos que jugó, fue el que más veces remató a puerta (dos), sacó su genio a pasear (taconazo de lujo hacia atrás), dio una asistencia a Lucas Vázquez para que hiciera el 2-0 y cerró el marcador con un golazo enorme de volea Vinicius, acomodando el cuerpo al centro de Odriozola, la otra figura del partido.
Betis-Real Madrid (1-2)
La importancia de Vinicius para Solari se plasmó en este partido. El entrenador blanco le llevó a Sevilla a pesar de su gripe, le metió en el once y jugó los 90 minutos. Eléctrico y vertiginoso, su alegría fue lo único que contagió el ataque blanco. Volvió a ser el que más veces remató a puerta (tres), rozó el gol antes del descanso (Pau lo evitó) y demostró carácter. Se las tuvo tiesas con Bartra.
Leganés-Real Madrid (1-0)
Una de las características de Vinicius es que siempre lo intenta. Es un jugador de antes, que encara al rival, va y va, remata… En la derrota blanca en la vuelta de octavos de Copa, el brasileño volvió a ser el más insistente de cara a puerta. A pesar de no ser su mejor partido (disputó los 90'), nadie remató más que él (tres), estuvo certero en el pase (90% de acierto) y se sacó una de esas jugadas que protagonizan los resúmenes televisivos: lució velocidad en una carrera en la banda izquierda (33,9 km/h) para servirle a Brahim un gol que se estrelló en el palo…
Real Madrid-Sevilla (2-0)
El 19 de enero comenzaron a verse los primeros síntomas de rehabilitación del Real Madrid. Se volvió a ver al mejor Modric, Reguilón confirmó que llegó para quedarse, Casemiro abrió el marcador y lo barrió todo…y Vinicius volvió a completar un encuentro que no hizo más que consolidar su joven figura. El brasileño tiró del Madrid en el primer tiempo, demostrando una vez más que sus índices de productividad son evidentes. A los 6’, se plantó solo ante Vaclik en uno de sus desmarques explosivos, pero el checo le adivinó el remate cruzado; en el 21’ se las ingenió para marcharse de tres rivales antes de que el balón le llegara a Ceballos; en el 29’, forzó una amarilla para Carriço; en el 45’ se atrevió con un remate desde fuera del área; en la segunda parte se sacó una vaselina que se le fue por poco…
Real Madrid-Girona (4-2)
Contra el Girona, en la ida de cuartos de la Copa del Rey, Vinicius demostró por qué se convirtió en titular de pleno derecho para Solari. Desplegó de nuevo sus cualidades. En el once por sexto partido consecutivo, volvió a ser determinante: provocó un penalti, participó en el 3-2 de Ramos y asistió a Benzema en el 4-2 final. Además, asentado en la banda izquierda, no paró de producir: fue el que más centró (cinco veces), el que más ocasiones creó (seis), el que más regates buenos completó (tres) y, como peligro constante que fue, el que más faltas sufrió (tres). Su influencia en este Madrid es incontestable.
Espanyol-Real Madrid (2-4)
"Vinicius sólo tiene 18 años, hay que tener paciencia con él", insiste Solari. Y el partido de Cornellà mostró uno de esos pecados de juventud: la irregularidad. Únicamente tardó dos minutos en probar a Diego López, pero desde ese momento vivió en el gris. En la primera parte estuvo casi inédito y en la segunda parte tampoco se le vio inspirado, mucho menos explosivo que lo que acostumbró a los madridistas. Incluso se buscó la roja por un pisotón a Mario Hermoso que el VAR ignoró… En el 64’ fue sustituido por Bale, que volvía de su enésima lesión en el sóleo.
Girona-Real Madrid (1-3)
Jugó 67’ (volvió a ser sustituido por Bale) y volvió a involucrarse en el juego sin olvidar su ADN brasileño. A los aficionados de Montilivi dejó varias virguerías, una de ellas, un pase de tacón a Marcelo que casi acaba en gol. Pero con quien se entendió a la perfección (y se entiende partido tras partido) fue con Benzema. El brasileño favorece al francés y de esa alianza nació el 0-2 antes del descanso: asistió Vinicius, marcó Karim.
Real Madrid-Alavés (3-0)
Contra el Alavés, Vinicius volvió a ser referencia en el plano ofensivo. En la izquierda, su figura se agigantó: participó en un gol, marcó otro, fue el que más regates buenos hizo (cinco), el que más remató (seis), cinco regates buenos, cuatro recuperaciones... El partido ante los vitorianos evidenció la confianza que le tienen sus compañeros. Pese a que Bale fue titular en la derecha, el juego se volcó a la banda del brasileño: el 44% de los ataques blancos fue por el lado de Vini. Además, le pasaron más (cada 1,6 minutos) que a Bale (uno cada 2,5’)… Dejó el campo en el 87’ y el Bernabéu le honró con una gran ovación.
Barcelona-Real Madrid (1-1)
Vinicius se presentó en el Camp Nou, en la ida de semifinales de Copa, y evidenció que no le pesa ningún escenario. Solari también se atrevió con él en el Clásico y el brasileño no decepcionó: fue quien más regates intentó (cinco), el segundo que más ocasiones creó (dos, sólo por detrás de las cuatro de Benzema), quien más remató (cuatro) y al que más faltas le hicieron (tres, las mismas que Kroos y Marcelo, provocando una de ellas la amarilla de Semedo). Contagió al Madrid con su entusiasmo. Cuando Solari le quitó en el 63’ para meter a Bale, el Madrid empeoró… Todo pasa por el efecto Vinicius.