Un plantel de 41 jugadores repartido por el mundo: así puede combatir el Chelsea la sanción de la FIFA

La desmedida política deportiva que aplica el magnate ruso Roman Abramovich ha generado que el club tengas dos plantillas, una en la institución y otra desparramada por todo el planeta

Infobae
El Chelsea ha sido sancionado por la Comisión de Disciplina de la FIFA sin poder fichar jugador en los próximos dos mercados de pases por infringir la normativa sobre traspasos de menores de 18 años y, pese a que el club inglés sostiene que actuó "de acuerdo a la regulación" y recurrirá la sentencia, ya empiezan a planificar la forma de no verse tan afectados por el castigo impuesto por la entidad que regula el fútbol mundial.


Todo indica que Los Blues tendrán que esforzarse para no perder a sus futbolistas pero, a su vez, su gastos desmedidos y su polémica política de fichajes le han garantizado un gran colchón de jugadores.

La directiva encabezada por el multimillonario ruso Roman Abramovich, dueño de la institución londinense, suele fichar en cantidades. Disponen del dinero y no les preocupa establecer un balance entre altas y bajas. Esto ha llevado a que el Chelsea tenga dos plantillas: la que representa al equipo durante la temporada y otra con jugadores distribuidos alrededor del mundo en calidad de cedidos. Siempre fue un problema. Pero en ese contexto, dicho factor se ha transformado en una posible solución.

En la actualidad, además de los 25 futbolistas que están a las órdenes del DT italiano Maurizio Sarri, el Chelsea posee 41 jugadores a préstamo en distintos clubes del mundo. Tiene más hombres en otros equipos que en su propio plantel.

Los más destacados de esta extensa lista son: Christian Pulisic (Borussia Dortmund), Álvaro Morata (Atlético Madrid), Tiemoué Bakayoko (AC Milán), Michy Batshuayi (Crystal Palace), Mario Pasalic (Atalanta), Eduardo (Vitesse), Zouma (Everton) y Kylian Hazard (Cercle Brugge), el hermano menor de Eden, entre otros. Todas figuras que cualquier equipo desearía tener.

Es probable que todas estas figuras regresen al elenco de Londres y se queden cuando el equipo pierda a jugadores como Gonzalo Higuaín o Mateo Kovacic, que actualmente juegan a préstamos en el Chelsea y no podrían ser inscriptos o fichados de forma permanente.

Ahora los jugadores cedidos pueden salvar al Chelsea en su sanción. Su plantilla distribuida por todo el planeta es el resultado de una gestión simple pero un poco extravagante. Abramovich compra todo: estrellas, promesas, y hasta jugadores que simplemente pueden expandir su mercado. Si dan la talla se quedan en Stamford Bridge, pero sino son inmediatamente enviados a otra parte.

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