Los otros conflictos de Isco
El jugador del Madrid acumula polémicas esta temporada: foto en Halloween, choques con Solari, enfrentamiento con la grada, supuesto sobrepeso, feo a Chendo...
M.A. del Pozo
As
Isco Alarcón está viviendo la que quizá sea su temporada más convulsa desde que es futbolista profesional. Y más desde que Solari llegó al banquillo del Real Madrid para hacerse cargo del equipo en sustitución de Lopetegui. Entrenador y jugador parecen no haber encontrado un punto de encuentro y el distanciamiento entre ambos es más que evidente, llevando a Isco a perder protagonismo y a, como él mismo dijo en sus redes sociales contestando a De la Red, "no tener las mismas oportunidades" que sus compañeros.
Pero este ha sido el último episodio conflictivo que ha vivido el de Arroyo de la Miel esta temporada, un curso en el que Isco ha destacado más fuera que dentro del terreno de juego.
La primera polémica llegó con Solari recién aterrizado en Concha Espina. El Real Madrid viajó a Melilla para disputar la ida de la Copa del Rey ante el equipo de Segunda B. Un choque que el argentino aprovechó para dar descanso a alguno de los más habituales dejándoles en Madrid. Isco, uno de los que no viajó, apareció disfrazado de Halloween en la cuenta de Instagram de su novia, Sara Sálamo mientras el Madrid disputaba le partido. Una cuestión que el propio jugador aclaró días más tarde en su propia cuenta, volviendo a subir una imagen con tema de Halloween: "Es increíble, se puede subir una foto sin haberla hecho en este precioso momento".
Ese mismo mes de noviembre vino el desencuentro más grave entre técnico y jugador. Primero extrañó la suplencia de Isco ante el Eibar, pero entraba dentro de la normalidad. No tanto que sacara a Isco cuando el marcador ya era de 3-0. No tuvo tiempo el malagueño de hacer mucho en el campo. Luego, se supo que en el autobús el jugador tuvo un mal gesto con el entrenador que dio paso a otro suceso, éste en Roma pocos días después
En Roma, en el primer partido de Champions de Solari, Isco ni se vistió y tuvo que ver el partido desde la grada. Un signo que evidenció que la relación entre Solari e Isco estaba totalmente rota.
El mes de diciembre trajo nuevas polémicas en el expediente del malagueño. Primero volvió a utilizar las redes sociales para responder a todos aquellos que le acusaban de estar fuera de forma. Durante el partido ante el Valencia la realización captó el momento en el que Isco se preparaba para entrar al terreno de juego, momento que corrió como la pólvora por las redes sociales señalando la supuesta falta de forma. El jugador, de nuevo en sus redes sociales, respondió a la críticas colgando una foto suya con el torso desnudo y la pregunta "¿Estoy gordo?"
Poco tardó en producirse una nueva polémica en torno a Isco. En el partido ante el CSKA, intrascendente con el Madrid ya clasificado, el '22' blanco fue titular, pero en lugar de ser un momento plácido todo se torció por una pitada de la grada al jugador tras un fallo y la posterior recriminación del futbolista a la grada.
El siguiente capítulo se escribió durante el Mundial de clubes de la FIFA. Sólo 22 minutos jugó Isco en la semifinal ante el Kashima. En la final no tuvo oportunidad de jugar y muy comentada también fue la celebración de Ramos con el malagueño en el gol que ponía el 3-0 para el Madrid. El de Camas corrió hacia el lugar en el que se encontraba Isco calentando para fundirse en un abrazo con él. La cara y el gesto del malagueño desataron la polémica en redes sociales.
El cambio de año no trajo consigo un cambio de rumbo en la situación de Isco y en su relación con Solari. La frialdad entre ambos quedó patente en Butarque durante el partido de Copa. Isco formó parte del equipo titular, pero Solari decidió cambiarlo en el minuto 68 y tras la salida del jugador del terreno de juego ambos ni se miraron.
El penúltimo incidente llegó la pasada jornada de Liga, ante el Alavés: entró al campo en el minuto 87 y al retirarse a los vestuarios, con un enfado considerable, el jugador le negó el saludo a Chendo. A pesar del aparente desplante, Isco saló al paso de nuevo en redes sociales, poniendo una foto junto al delegado del Madrid negando el incidente: "Fue una broma"
M.A. del Pozo
As
Isco Alarcón está viviendo la que quizá sea su temporada más convulsa desde que es futbolista profesional. Y más desde que Solari llegó al banquillo del Real Madrid para hacerse cargo del equipo en sustitución de Lopetegui. Entrenador y jugador parecen no haber encontrado un punto de encuentro y el distanciamiento entre ambos es más que evidente, llevando a Isco a perder protagonismo y a, como él mismo dijo en sus redes sociales contestando a De la Red, "no tener las mismas oportunidades" que sus compañeros.
Pero este ha sido el último episodio conflictivo que ha vivido el de Arroyo de la Miel esta temporada, un curso en el que Isco ha destacado más fuera que dentro del terreno de juego.
La primera polémica llegó con Solari recién aterrizado en Concha Espina. El Real Madrid viajó a Melilla para disputar la ida de la Copa del Rey ante el equipo de Segunda B. Un choque que el argentino aprovechó para dar descanso a alguno de los más habituales dejándoles en Madrid. Isco, uno de los que no viajó, apareció disfrazado de Halloween en la cuenta de Instagram de su novia, Sara Sálamo mientras el Madrid disputaba le partido. Una cuestión que el propio jugador aclaró días más tarde en su propia cuenta, volviendo a subir una imagen con tema de Halloween: "Es increíble, se puede subir una foto sin haberla hecho en este precioso momento".
Ese mismo mes de noviembre vino el desencuentro más grave entre técnico y jugador. Primero extrañó la suplencia de Isco ante el Eibar, pero entraba dentro de la normalidad. No tanto que sacara a Isco cuando el marcador ya era de 3-0. No tuvo tiempo el malagueño de hacer mucho en el campo. Luego, se supo que en el autobús el jugador tuvo un mal gesto con el entrenador que dio paso a otro suceso, éste en Roma pocos días después
En Roma, en el primer partido de Champions de Solari, Isco ni se vistió y tuvo que ver el partido desde la grada. Un signo que evidenció que la relación entre Solari e Isco estaba totalmente rota.
El mes de diciembre trajo nuevas polémicas en el expediente del malagueño. Primero volvió a utilizar las redes sociales para responder a todos aquellos que le acusaban de estar fuera de forma. Durante el partido ante el Valencia la realización captó el momento en el que Isco se preparaba para entrar al terreno de juego, momento que corrió como la pólvora por las redes sociales señalando la supuesta falta de forma. El jugador, de nuevo en sus redes sociales, respondió a la críticas colgando una foto suya con el torso desnudo y la pregunta "¿Estoy gordo?"
Poco tardó en producirse una nueva polémica en torno a Isco. En el partido ante el CSKA, intrascendente con el Madrid ya clasificado, el '22' blanco fue titular, pero en lugar de ser un momento plácido todo se torció por una pitada de la grada al jugador tras un fallo y la posterior recriminación del futbolista a la grada.
El siguiente capítulo se escribió durante el Mundial de clubes de la FIFA. Sólo 22 minutos jugó Isco en la semifinal ante el Kashima. En la final no tuvo oportunidad de jugar y muy comentada también fue la celebración de Ramos con el malagueño en el gol que ponía el 3-0 para el Madrid. El de Camas corrió hacia el lugar en el que se encontraba Isco calentando para fundirse en un abrazo con él. La cara y el gesto del malagueño desataron la polémica en redes sociales.
El cambio de año no trajo consigo un cambio de rumbo en la situación de Isco y en su relación con Solari. La frialdad entre ambos quedó patente en Butarque durante el partido de Copa. Isco formó parte del equipo titular, pero Solari decidió cambiarlo en el minuto 68 y tras la salida del jugador del terreno de juego ambos ni se miraron.
El penúltimo incidente llegó la pasada jornada de Liga, ante el Alavés: entró al campo en el minuto 87 y al retirarse a los vestuarios, con un enfado considerable, el jugador le negó el saludo a Chendo. A pesar del aparente desplante, Isco saló al paso de nuevo en redes sociales, poniendo una foto junto al delegado del Madrid negando el incidente: "Fue una broma"