La Fórmula 1 teme a Honda

Todos los ojos mirarán al Red Bull cuando empiece este lunes la pretemporada 2019 en Montmeló. De su motor depende también el futuro de la escudería.

Jesús Balseiro
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Puede que en 24 horas el miedo a Honda se confirme como infundado con una bandera roja y una unidad de potencia averiada a los pocos minutos de comenzar el primer test de la pretemporada 2019. Así fue durante los tres años de alianza con McLaren, sin excepción, y tampoco en Toro Rosso mejoraron excesivamente sus resultados de fiabilidad. Red Bull exige el máximo de los motores, no es casualidad que rompieran más que McLaren y Renault en 2018 montando el mismo ejemplar. Pero es, sin duda, el coche al que se dirigirán todas las miradas cuando comiencen los test de Montmeló.




Honda, ante su última oportunidad de reengancharse a la Fórmula 1 con éxito, puede convertir a Red Bull en equipo de fábrica y pelear contra Mercedes y Ferrari o acabar con la única alternativa posible y, por qué no, arrastrar al equipo energético fuera del gran circo. Ya han flirteado con la Resistencia y tienen vínculos interesantes con Aston Martin que se estrecharán en el WEC, y Helmut Marko y compañía no están de humor en la F1 desde que Mercedes está donde ellos estuvieron durante cuatro temporadas consecutivas.
Honda vuelve a propulsar a un equipo de primer nivel en la Fórmula 1.

La unidad de potencia RA619H desarrollada en la fábrica de Sakura se ha debido integrar al chasis de Red Bull siguiendo los planos del Toro Rosso STR13, el del pasado año. Los dos equipos comparten caja de cambios y suspensión trasera, fabricadas por Red Bull Technology en Milton Keynes, y se pretende mantener una autopista de información y datos entre las sedes de Japón, Faenza e Inglaterra para anticiparse a los problemas y solucionarlos. El principal interlocutor nipón es Yamamoto, responsable del proyecto Honda F1, el relevo de Arai o Hasegawa, las caras conocidas en Woking.

Más allá de las declaraciones cercanas a Red Bull y las amenazas de un "muy buen motor" que se escuchan durante los últimos meses, poco se sabe de las prestaciones del propulsor. "Honda está progresando, han tenido un invierno fuerte y el objetivo es tener más caballos que el año pasado", dice Christian Horner, jefe de la escudería. Verstappen y Gasly esperan impacientes que eso sea así, pero conviene no engañarse: a McLaren le fue mejor sin Honda en 2018 (aunque peor que en 2017) comparando sus resultados con los del año anterior, y a Toro Rosso le fue peor con el propulsor japonés (después de cuatro años siendo el séptimo coche, cayeron al noveno). Y con sólo tres motores disponibles sin penalización, el ritmo de evoluciones también es un factor clave para la temporada 2019. Porque si Red Bull está lejos de los triunfos y encima cierra una parrilla por sanciones, se empezaría a hablar de fracaso en la alianza con los japoneses. Aunque si ese mismo RB15 aspira a luchar por victorias esta temporada, quizás esa etiqueta se aplica en otro box...

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