Inter y Fiore empatan en un festival de goles y VAR
Nerazzurri y viola acabaron con un empate a tres un partido infinito, con 12 minutos de descuento y muchísimas polémicas con el VAR protagonista.
Mirko Calemme
As
Seis goles, doce minutos de descuento y muchísimas polémicas: el 3-3 entre Fiorentina e Inter de esta noche lo recordaremos durante muchos años. El VAR fue el protagonista absoluto de un enfrentamiento que regaló emociones nada más empezar y mantuvo la tensión alta hasta el 103'.
Los primeros dos tantos llegaron en apenas cuatro minutos: la Viola se adelantó con un gol en propia puerta de De Vrij, que desvió en la red un remate de Simeone, los nerazzurri pusieron las tablas enseguida con una volea de Vecino, que no celebró por respeto a su exhinchada. En ambos casos, el VAR certificó la validez de los tantos, pero todavía le quedaba mucho trabajo.
Los de Pioli volvieron a buscar la ventaja (Gerson desperdició una enorme oportunidad), pero con el paso del tiempo creció el Inter: una bonita rosca zurda de Politano valió el 1-2 y, en la segunda parte, llegó el 1-3 con un penalti de Perisic. El árbitro lo pitó por una mano de Fernandes. Con la ayuda del VAR, obviamente.
El videoarbitraje también le quitó el 2-3 a los locales, que había marcado Biraghi, por una falta de Muriel a D’Ambrosio. El colombiano, sin embargo, se tomó su venganza con un maravilloso lanzamiento de falta que, esta vez sí, recortó distancias.
El final de un partido tan loco no podía ser banal: el colegiado Abisso quiso siete minutos de descuento, y justo en el sexto pitó un penalti por una dudosa mano de D’Ambrosio. Volvió a revisar la pantalla del VAR, pasó allí un par de minutos y, al final, confirmó su decisión desesperando a los interisti. Veretout desde los once metros no falló: la batalla se acabó con un empate en el 103'.
Mirko Calemme
As
Seis goles, doce minutos de descuento y muchísimas polémicas: el 3-3 entre Fiorentina e Inter de esta noche lo recordaremos durante muchos años. El VAR fue el protagonista absoluto de un enfrentamiento que regaló emociones nada más empezar y mantuvo la tensión alta hasta el 103'.
Los primeros dos tantos llegaron en apenas cuatro minutos: la Viola se adelantó con un gol en propia puerta de De Vrij, que desvió en la red un remate de Simeone, los nerazzurri pusieron las tablas enseguida con una volea de Vecino, que no celebró por respeto a su exhinchada. En ambos casos, el VAR certificó la validez de los tantos, pero todavía le quedaba mucho trabajo.
Los de Pioli volvieron a buscar la ventaja (Gerson desperdició una enorme oportunidad), pero con el paso del tiempo creció el Inter: una bonita rosca zurda de Politano valió el 1-2 y, en la segunda parte, llegó el 1-3 con un penalti de Perisic. El árbitro lo pitó por una mano de Fernandes. Con la ayuda del VAR, obviamente.
El videoarbitraje también le quitó el 2-3 a los locales, que había marcado Biraghi, por una falta de Muriel a D’Ambrosio. El colombiano, sin embargo, se tomó su venganza con un maravilloso lanzamiento de falta que, esta vez sí, recortó distancias.
El final de un partido tan loco no podía ser banal: el colegiado Abisso quiso siete minutos de descuento, y justo en el sexto pitó un penalti por una dudosa mano de D’Ambrosio. Volvió a revisar la pantalla del VAR, pasó allí un par de minutos y, al final, confirmó su decisión desesperando a los interisti. Veretout desde los once metros no falló: la batalla se acabó con un empate en el 103'.