El régimen de Nicolás Maduro reprimió el ingreso de la ayuda humanitaria con un nuevo grupo paramilitar integrado por disidentes de las FARC

El chavismo utilizó este grupo armado ilegal para frenar la asistencia que la comunidad internacional envió para el pueblo venezolano. La oposición denunció cientos de heridos en Táchira, en el límite con Cúcuta

Infobae
Luego del 23 de enero, fecha en la que Juan Guaidó se juramentó como presidente interino de Venezuela, una amenazante pintada se repitió por las calles de Táchira, en la frontera con Colombia: "Los colectivos toman la frontera en defensa de la revolución".


Los mensajes se transformaron en realidad unas semanas después, este sábado 23 de febrero, cuando la oposición venezolana intentó ingresar la ayuda humanitaria por esa frontera. Ese día, el nuevo grupo paramilitar integrado por colectivos chavistas y disidentes de la guerrilla colombiana FARC pasó a la acción, según denunció InSight Crime, la ONG dedicada al estudio del crimen organizado en Latinoamérica.

La sangrienta jornada del sábado dejó 285 heridos en dos puentes fronterizos. Además, la oposición venezolana, con datos del Foro Penal, aseguró que hubo 4 muertos y más de 20 heridos de bala en la localidad de Santa Elena de Uairén, en el estado Bolívar, limítrofe con Brasil, por donde también se intentó ingresar ayuda humanitaria. Y ya se señala a este nuevo grupo armado paramilitar como responsable de la brutal represión.

Fuentes en el estado Táchira informaron a InSight Crime que el plan del régimen incluyó la activación del "colectivo de seguridad fronteriza", un grupo integrado por civiles armados y algunos disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), del cual se tiene conocimiento desde agosto de 2018.

Desde entonces, se sabe que los integrantes del colectivo de seguridad fronteriza estarían siendo entrenados por miembros de la guerrilla colombiana, en un campamento situado en la localidad Palotal, municipio Bolívar del estado Táchira.

InSight Crime verificó que aproximadamente 70 motorizados, presuntamente integrantes del Colectivo de Seguridad se estrenaron en las calles de San Antonio y Ureña, en Táchira, el pasado 23 de enero, cuando se llevaron a cabo manifestaciones en contra de Maduro. En esa ocasión la ONG Fundaredes los responsabilizó de la muertes de dos manifestantes ocurridas ese día.

Hasta el presente, el colectivo de seguridad fronteriza había actuado en la clandestinidad y su presencia en las calles de Táchira solo estaba registrada en pintadas en las paredes que muestran la silueta de un hombre portando un fusil.

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