El Bayern salió ileso de Anfield
El Liverpool dominó y tuvo las mejores ocasiones, pero no supo culminar ninguna. Salah, muy impreciso. La eliminatoria se decidirá en el Allianz Arena.
Alberto Muñoz
As
Llegó el Bayern… y Anfield se convirtió en un pim, pam, pum. Los ingleses tiraban con escopeta de feria, solo así puede explicarse que llegasen a disparar 15 veces y solo dos fuesen entre los tres palos. El Liverpool desperdicia una ocasión de oro para haber dejado encarrilada una eliminatoria que tuvo hoy en su mano pero que tendrá que porfiar al siempre exigente Allianz Arena.
Se puede considerar un milagro que no hubiese ningún gol en la primera parte. A pesar de que el Bayern salió valiente, y de que Gnabry dejó muy buenas sensaciones, lo cierto es que el Liverpool consiguió disparar diez veces… aunque solo una entre los tres palos. Hay días en los que los hombres de Klopp parecen peleados con la definición, y hoy apenas pusieron en aprietos a Neuer. Especialmente grave es el caso de Sadio Mané, al que no es la primera vez que le pasa y que llegó a finalizar jugadas de una forma extremadamente pobre, aunque hay que reconocerle que supo fabricarse esas mismas oportunidades.
Si el triste partido de James fue la gran decepción para los germanos, la irrupción de Henderson, que se adueñó desde el primer momento del centro del campo, fue la mejor noticia ante la falta de acierto de los de arriba. El inglés dio un auténtico recital de pases, intensidad y liderazgo que explican por qué Jürgen Klopp sigue manteniéndole como capitán del equipo a pesar de la lluvia de estrellas que ha llegado durante los últimos años. A pesar de eso los minutos siguieron pasando y el Bayern se agarró al 0-0 con uñas y dientes ayudado de la falta de puntería de los reds, consiguiendo que todo se resuelva ante su afición el próximo 13 de marzo.
Alberto Muñoz
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Llegó el Bayern… y Anfield se convirtió en un pim, pam, pum. Los ingleses tiraban con escopeta de feria, solo así puede explicarse que llegasen a disparar 15 veces y solo dos fuesen entre los tres palos. El Liverpool desperdicia una ocasión de oro para haber dejado encarrilada una eliminatoria que tuvo hoy en su mano pero que tendrá que porfiar al siempre exigente Allianz Arena.
Se puede considerar un milagro que no hubiese ningún gol en la primera parte. A pesar de que el Bayern salió valiente, y de que Gnabry dejó muy buenas sensaciones, lo cierto es que el Liverpool consiguió disparar diez veces… aunque solo una entre los tres palos. Hay días en los que los hombres de Klopp parecen peleados con la definición, y hoy apenas pusieron en aprietos a Neuer. Especialmente grave es el caso de Sadio Mané, al que no es la primera vez que le pasa y que llegó a finalizar jugadas de una forma extremadamente pobre, aunque hay que reconocerle que supo fabricarse esas mismas oportunidades.
Si el triste partido de James fue la gran decepción para los germanos, la irrupción de Henderson, que se adueñó desde el primer momento del centro del campo, fue la mejor noticia ante la falta de acierto de los de arriba. El inglés dio un auténtico recital de pases, intensidad y liderazgo que explican por qué Jürgen Klopp sigue manteniéndole como capitán del equipo a pesar de la lluvia de estrellas que ha llegado durante los últimos años. A pesar de eso los minutos siguieron pasando y el Bayern se agarró al 0-0 con uñas y dientes ayudado de la falta de puntería de los reds, consiguiendo que todo se resuelva ante su afición el próximo 13 de marzo.