EEUU alista un aumento de los aranceles a los automóviles, y la Unión Europea prepara una respuesta "rápida y adecuada"

Donald Trump tiene 90 días para decidir si aplicar o no los impuestos, con el argumento de "proteger la seguridad nacional" del país, pese al reclamo de sus históricos aliados del Viejo Continente y la propia industria automotriz norteamericana. Alemania sería el país más afectado

Infobae
El departamento de Comercio de los EEUU anunció el domingo por la noche haber entregado a la Casa Blanca su informe sobre la industria automotriz, que podría desencadenar un aumento de los aranceles sobre los vehículos importados e intensificar la tensión con Europa, que ya se prepara para tomar medidas al respecto.


"El secretario de Comercio, Wilbur Ross, entregó oficialmente al presidente Donald Trump los resultados de la investigación del departamento de Comercio referida a los efectos de las importaciones de automóviles y autopartes sobre la seguridad nacional de los Estados Unidos", anunció la cartera sin dar más detalles. Las políticas proteccionistas del Gobierno republicano han optado por el argumento de la "seguridad nacional" para avanzar en su idea de imponer los aranceles.

El presidente Trump tiene ahora 90 días para tomar la decisión de aplicar o no tasas suplementarias a las importaciones de automóviles y equipamiento, una amenaza para esta industria en Europa y principalmente Alemania.

De su lado, la Unión Europea (UE) sostuvo este lunes que si los Estados Unidos imponen finalmente aranceles a sus automóviles "la Comisión Europea reaccionará de manera rápida y adecuada", dijo el vocero comunitario Margaritis Schinas en Bruselas.

La Casa Blanca había anunciado a fines de mayo su intención de imponer aranceles adicionales de hasta el 25% a las importaciones de vehículos, para defender al sector.

Según fuentes consultadas por la AFP, las conclusiones de este informe serían "positivas" sobre la cuestión de si consideraban una amenaza a la seguridad nacional la importación de vehículos, pese a las repetidas advertencias de sus aliados sobre los riesgos de una guerra comercial de consecuencias imprevisibles.

Si el presidente decidiera tomar medidas similares con los automóviles, los fabricantes alemanes (Mercedes-Benz, Volkswagen y BMW) serían los más afectados. En 2017, poco más de la mitad (8,3 millones) de los 17 millones de vehículos vendidos en los Estados Unidos eran importados.

Los autos importados de Canadá y México -que acaban de cerrar un nuevo acuerdo de libre comercio con Estados Unidos (T-MEC)- deberían quedar exentos del aumento de aranceles.

Ambos países son responsables por la mayoría de los vehículos importados por los Estados Unidos (4,27 millones) por delante de Japón (21%), Alemania (11%) y Corea del Sur (8%). En 2018, los grupos alemanes exportaron 470.000 autos a los Estados Unidos, según la federación de constructores VDA.

Según los analistas de EY, las tasas aduaneras de 25% sobre los vehículos costarían unos 5.000 millones de euros a los fabricantes alemanes.

La industria automotriz estadounidense criticó la posible medida, argumentando que afectaría tanto a la economía local como al sector automotor mundial.

El viernes, la National Automobile Dealers Association advirtió que 366.900 puestos de trabajo podrían perderse en los Estados Unidos debido al encarecimiento de los automóviles. Las nuevas tasas aumentarían el costo de los vehículos en 2.750 dólares en promedio, llevando a una disminución de las ventas de 1,3 millones de unidades por año, según la organización.

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