Crisis en Venezuela: "Hay muchos soldados profesionales que quieren hacer esto", desertores de la Fuerza Armada hablan en exclusiva con la BBC
Colombia, BBC Mundo
Los soldados venezolanos que desertaron el sábado y buscaron refugio en Colombia dicen que temen por la seguridad de sus familias bajo el gobierno del presidente Nicolás Maduro.
En una conversación exclusiva con Orla Guerin, de la BBC, un desertor de 23 años dice que le preocupa que las fuerzas leales al presidente puedan "atacar a mi familia".
"Pero creo que fue la mejor decisión que pude haber tomado", agrega.
Según informó Migración Colombia, más de 100 soldados desertaron, la mayoría durante los duros enfrentamientos que se produjeron el sábado, cuando la oposición intentó ingresar al país ayuda humanitaria donada por Estados Unidos y otros gobiernos.
Los soldados venezolanos que desertaron el sábado y buscaron refugio en Colombia dicen que temen por la seguridad de sus familias bajo el gobierno del presidente Nicolás Maduro.
En una conversación exclusiva con Orla Guerin, de la BBC, un desertor de 23 años dice que le preocupa que las fuerzas leales al presidente puedan "atacar a mi familia".
"Pero creo que fue la mejor decisión que pude haber tomado", agrega.
Según informó Migración Colombia, más de 100 soldados desertaron, la mayoría durante los duros enfrentamientos que se produjeron el sábado, cuando la oposición intentó ingresar al país ayuda humanitaria donada por Estados Unidos y otros gobiernos.
El número, sin embargo, es pequeño en relación con los 300.000 efectivos con los que cuentan aproximadamente las fuerzas de seguridad.
La oposición ha alentado a los efectivos de la Fuerza Armada a romper filas, desobedecer a Maduro y ponerse del lado de Juan Guaidó, el líder opositor que se proclamó "presidente encargado" del país el 23 de enero.
El presidente Maduro envió tropas para bloquear carreteras y puentes en las fronteras de los vecinos Brasil y Colombia, por donde estaba previsto que entraran los alimentos y medicinas, lo que produjo grandes tensiones.
En varios puntos de cruce, las fuerzas de seguridad venezolanas arrojaron gases lacrimógenos contra voluntarios y manifestantes que lanzaban piedras a los soldados y policías antidisturbios.
Maltratados y golpeados
Orla Guerin, corresponsal internacional de la BBC.
Nos reunimos con los desertores, hombres y mujeres, un día después de que dejaran sus armas y abandonaron sus puestos. Han encontrado refugio en una iglesia católica, con una discreta presencia de seguridad afuera.
Algunos parecían estar en shock por las escenas violentas de este fin de semana cuando agentes venezolanos dispararon contra su propia gente con gases lacrimógenos y balas de goma.
El párroco que los acogió nos dijo que muchos llegaron maltratados y golpeados. Los desertores dijeron que habían huido porque su país necesitaba un cambio y sus hijos necesitaban comida. Después de hablar por teléfono con un ser querido, un joven oficial lloró abiertamente en presencia de los demás.
La mayoría de los que conocimos eran soldados rasos. Afirmaron que la cúpula militar aún está vinculada -por la corrupción- al presidente Nicolás Maduro, y que este luchará por mantenerse en el poder.
Pero dijeron que había perdido a las tropas que ahora están confiando en el líder de la oposición, Juan Guaidó.
¿Qué dicen los desertores?
Después de aceptar hablar con la BBC bajo condición de anonimato, un grupo de desertores venezolanos alojados en una iglesia en Cúcuta describieron lo que los empujó a abandonar las fuerzas armadas del presidente Maduro.
"Hay muchos soldados profesionales que quieren hacer esto. Esto será un efecto dominó. Esto tendrá una influencia significativa en las fuerzas armadas", dijo un hombre de 29 años.
"Las fuerzas armadas se han derrumbado debido a tantos oficiales corruptos. Los militares profesionales están cansados. No podemos seguir siendo esclavos, nos estamos liberando", agregó.
Otra desertora, una mujer, describió el estado de ánimo del sábado como "tenso", y agregó: "Estaba pensando que no podía dañar a mi propia gente. Mi hija todavía está en Venezuela y eso es lo que más me duele. Pero hice esto por ella. Es difícil porque no sé qué le pueden hacer".
Un tercero dijo que sentía dolor al ver a los venezolanos luchando por la ayuda humanitaria en las calles.
"Me sentí impotente e inútil. Sentí dolor por todo lo que sucedió", dijo.
¿Qué ocurrió el sábado en la frontera?
La oposición venezolana tenía previsto cruzar la frontera de forma pacífica desde Colombia y Brasil con camiones cargados con la ayuda humanitaria.
Guaidó se había comprometido a que esos cargamentos entrarían al país ese día. En respuesta, Maduro cerró las fronteras del país.
Civiles venezolanos buscaron cruzar la frontera para buscar la comida y medicinas, pero su intento rápidamente derivó en una situación sangrienta.
Los soldados dispararon contra los civiles con gases lacrimógenos y balines de goma.
"¿Dónde está el socialismo? El sueldo no te alcanza ni para los pasajes"
Testimonio de Edgar Torres Varela, sargento de la Fuerza Armada Nacional de Venezuela que desertó el 23 de febrero*
Cuando yo me desperté, el 23 de febrero, comencé a pensarlo seriamente. Ese era el día que teníamos que libertar a Venezuela, libertar a nuestro pueblo. Tomé la decisión de cruzar la frontera ese mismo día.
Decidí luchar por dejar entrar la ayuda humanitaria. Como militares que somos, el pueblo confía en nosotros para defenderlo. Debemos defender al pueblo, no al gobierno. Al Estado, no al gobierno.
Entre la tropa no hablábamos mucho de esto porque de esas cosas no se puede hablar dentro del comando. No se puede por el temor a lo que puede pasar, incluso puedes ir preso. Además, somos militares y ante todo existe la disciplina, la obediencia y la subordinación. Pero estamos decididos, mis compañeros están decididos también. La lucha sigue. La decisión es libertar a Venezuela.
Yo llegué al puente rompiendo las barreras y topes con una tanqueta. Decidí avanzar. Se siente una emoción muy grande, se pierde el miedo. Eran momentos en los que yo estaba decidido a hacer algo por nosotros mismos, por la libertad.
Llevo 14 años en la institución. Ingresé a los 21 años. Nací en un pueblo llamado Boconó, en el estado de Trujillo. Somos de un pueblo humilde y trabajador, toda mi familia está allá. Todos preocupados por la situación de país, la necesidad, la falta de alimento, de insumos médicos.
Me di cuenta que las cosas se arruinaron cuando empezó la migración. Cuando nuestras familias se comenzaron a desprender y la gente empezó a irse del país.
Es doloroso porque el sueldo no alcanza para nada, ni para los pasajes. No alcanza para alimentar una familia de dos personas por una sola semana. Toda la tropa sufre eso. Nos dan arroz, caraota y grano, pero poquito.
Nuestro gran miedo es que un familiar se enferme porque lo podemos perder. No tenemos el seguro social y el seguro de un militar no sirve para nada. Podemos durar un día en una clínica y si se acaba el seguro te dicen 'ya no lo podemos tener aquí'. ¿Dónde está el socialismo? Nosotros, la tropa, estamos pasando necesidades y el alto mando tiene su seguro, todos sus beneficios. ¿Dónde quedamos nosotros y nuestros familiares?
Cuando entré eran otros tiempos, había disciplina, había respeto entre militares. De un tiempo acá se acabó todo.
No niego que admiraba a Hugo Chávez. Era un líder, era un comandante. Se ganó al pueblo de Venezuela. Lamentablemente el que manda es Dios y se fue.
Cuando entré a las Fuerzas Armadas nunca imaginé que esto pasaría. Nadie se imaginaba esto, nunca. Era imposible imaginarme esto, pero nos tocó vivirlo y aquí estamos, pa'lante.
Muchas veces tuve que salir a reprimir y por dentro sabía lo que siente el pueblo. Es difícil estar ahí en ese momento. Se siente miedo porque ves que el odio y la rabia la descargan con uno. Y uno no tiene la culpa. Estuve en las manifestaciones de 2014, de 2017. Fueron muchos días. Me dolía cuando tenía que lanzar gases. Uno no lo hacía con mala intención.
*Testimonio brindado a Boris Miranda, corresponsal de BBC Mundo en Colombia.
¿Cómo se llegó a esta situación?
La ayuda humanitaria almacenada en Colombia y Brasil está en el centro de un choque político entre Maduro y Guaidó que se remonta a la controvertida reelección del primero en 2018.
Esos comicios fueron desconocidos por parte de la oposición que los consideró fraudulentos y que, en consecuencia, decidió desconocer la autoridad del mandatario desde que el pasado 10 de enero inició su nuevo periodo presidencial.
Casi dos semanas más tarde, Guaidó -en su condición de presidente de la Asamblea Nacional (Parlamento)- se juramentó como "presidente encargado" del país y anunció que encabezaría un gobierno de transición que convocará elecciones libres.
Maduro, por su parte, le acusó de liderar un intento de golpe de Estado.
Guaidó recibió el apoyo de Estados Unidos, Canadá y la mayor parte de los países latinoamericanos y europeos; mientras que Maduro cuenta con el respaldo de Rusia, China, Irán, Turquía, Bolivia y Cuba, entre otros.
Venezuela ha vivido durante los últimos años una severa crisis política y económica.
Una inflación descontrolada ha hecho subir los precios de una manera desbocada, lo que ha dejado a una gran parte de la población sin capacidad para costear los bienes más esenciales.
Unos 3,4 millones de ciudadanos han emigrado de Venezuela en los últimos años, de acuerdo con cifras de la Agencia de la ONU para los refugiados, ACNUR.
Se trata de la mayor crisis migratoria que ha visto América Latina en tiempos recientes.