Cisma en el PSG por el pulso entre Tuchel y Antero Henrique

El técnico alemán ha desmentido que haya pedido incluir a Rabiot en la disciplina de trabajo y sostiene que la situación continúa igual que en noviembre.

EFE
"Yo tengo mis opiniones y él tiene las suyas". Con esa franqueza, Thomas Tuchel, entrenador del París Saint-Germain (PSG), hizo públicas sus desavenencias con el director deportivo del club, Antero Henrique, un cisma que enturbia de nuevo la imagen de la entidad parisina.


El alemán Tuchel, de 45 años, acabó este sábado por confirmar lo que los medios franceses avisaban hace días. El extécnico del Borussia Dortmund no está satisfecho con el trabajo de reclutamiento del portugués Henrique, de 50.

Después de ocho meses de trabajo juntos, las fisuras han terminado en fracturas en este último mercado de invierno, en el que el PSG se reforzó con el internacional argentino Leandro Paredes, por 45 millones de euros. Una contratación que deja a Tuchel insatisfecho.

Paredes, de 24 años, es un medio, pero no lo suficientemente recuperador y defensivo como el alemán desea. El técnico pide desde el pasado verano un reemplazo del ítalo-brasileño Thiago Motta, quien colgó las botas.

Otro asunto que opone a los dos pilares deportivos del proyecto financiados por los cataríes es el de Adrien Rabiot. El internacional francésestá apartado del primer equipo desde que en noviembre se negase a renovar con el PSG, con el que tiene contrato hasta junio.

Henrique, con el visto bueno del presidente Nasser Al-Khelaïfi, fue el impulsor de la dura sanción al centrocampista de 23 años, a quien el Barcelona sigue de muy cerca.

Según la prensa, Tuchel pretende reintegrar a Rabiot, cuyas cualidades futbolísticas quiere recuperar en la parte más decisiva de la temporada, cuando se aproximan los octavos de final de la Liga de Campeones ante el Manchester United.

El alemán lo negó este sábado en rueda de prensa: "La situación es la misma que en noviembre. El club pidió suspender a Adrien. Como ya he dicho, comprendo al club y acepto la decisión. No ha cambiado nada".

Muchos auguran que las fricciones entre el técnico y el director deportivo terminarán seguro con la salida de uno de los dos. Debido al carisma de Tuchel y a sus buenos resultados deportivos hasta el momento -ha batido récords en el campeonato local-, la mayoría da por hecho que será Henrique el perdedor del pulso.


Contratado en 2017, el antiguo hombre fuerte del Oporto fue considerado como uno de los hombres clave para concretar el fichaje de Neymar por el PSG, que pagó 222 millones al Barcelona, la mayor transferencia de la historia del fútbol.

Sin embargo, los expeditivos métodos del portugués, como en la gestión del caso Rabiot, no han agradado a todos. Discreto y huidizo de los focos mediáticos, Henrique contrasta con la imagen pública de Tuchel, siempre sonriente, jovial y abierto al contacto con los periodistas.

La antigua mano derecha en el Oporto del presidente Pinto da Costa aterrizó en París con la reputación de haber sido el constructor de la famosa red de captación de la entidad lusa.

De ella salieron el luso-brasileño Pepe, el brasileño Hulk o los colombianos Radamel Falcao y James Rodríguez, todos ellos fichados por el Oporto cuando eran prácticamente desconocidos.

Además de las glorias deportivas que recabó en sus cerca de tres décadas en la Ciudad Invicta, el directivo portugués también resultó salpicado por polémicas, como el caso judicial sobre uso ilegal de seguridad privada por el que, no obstante, fue absuelto a finales de 2017.

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