1x1 del Barcelona: Ter Stegen y Suárez rematan al Real Madrid
Todo el mundo le daba a Messi la responsabilidad de ser el protagonista de la semifinal, pero aparecieron otros actores para darle la estocada al equipo blanco.
Javier Miguel
As
Ter Stegen: Partido apoteósico del guardameta alemán con tres intervenciones portentosas. La primera poniendo el cuerpo lo justo y necesario para quitarle espacios a Vinícius en su remate, la segunda con una parada de portero de balonmano a un remate a bocajarro de Benzema y la tercera a un remate de cabeza muy intencionado de Reguilón al que respondió con una estirada felina. Si a eso añadimos su seguridad en todos los balones aéreos y centros laterales, nos encontramos con su mejor actuación de la temporada. Le ha dado un buen regalo a su compañero bajo los palos, Jasper Cillessen, que podrá jugar la final de Copa.
Semedo: Sufrió de lo lindo a la hora de frenar a un impetuoso y habilidoso Vinícius, sin duda el jugador más peligroso del Real Madrid. Estuvo bien respaldado por Sergi Roberto a la hora de hacerle las coberturas y vigilar sus espaldas. El lateral portugués apenas se dibujó en ataque, ya que suficientes quebraderos de cabeza tenía con frenar al brasileño. Hizo lo que pudo, aunque en este caso la velocidad de Vinícius llegó a desbordarle en más de una ocasión.
Piqué: Sobresaliente partido el suyo. Ejemplar con el balón en los pies, contundente en la anticipación y muy atento a los movimientos de Benzema, al que maniató durante todo el partido. Sigue manteniendo su nivel de la temporada en todos los sentidos. Físicamente sigue sobrado, como demostró en la segunda parte cuando intentó ser la avanzadilla en más de un contragolpe.
Lenglet: El central francés regresó a la titularidad, cumpliendo con creces con el guión. Tuvo algún problema ante la presión alta del rival para sacar el balón y pecó de cierta falta de contundencia en los balones aéreos. Estuvo muy atento para darle un respiro a Alba cuando el lateral subía al ataque.
Alba: Superlativo partido el del lateral izquierdo del Barcelona. Está claro que con partidos así su renovación no es que esté encarrillada sino que se merece un cheque en blanco. Se multiplicó por toda la banda, siendo el primero a la hora de subir al ataque como el primero a la hora de recuperar posiciones. Evitó más de un contragolpe peligroso gracias a su capacidad de anticipación. El único error que cometió fue en un despeje defectuoso en el área que estuvo cerca de aprovecharlo Vinícius.
Sergio Busquets: Simplemente genial. Capaz de mover el equipo pese a estar prácticamente acorralado de hombres de blanco. Su capacidad de gestionar los tiempos y encontrar pases entre líneas fueron claves cuando el Real Madrid más estaba apretando. Fue sustituido en los últimos minutos para darle un respiro, pensando ya en el partido del sábado de Liga en el Bernabéu.
Sergi Roberto: Despliegue físico impresionante del canterano, que se puso el mono de trabajo para poner coto a las incursiones de Reguilón y Vinícius. Además intentó siempre que pudo dar un respiro a la presión del rival con sus incursiones poderosas por el mediocampo.
Rakitic: Su mejor partido de lo que llevamos de curso. Vital en todos los sentidos para aguantar el equilibrio en el mediocampo y buscar siempre soluciones a la hora de dar fluidez al juego. Recuperó decenas de balones y siempre encontró una solución correcta a todos los balones que le caían en los pies. Sergio Ramos le hizo un penalti de libro, pero ni protestó ni se quejó.
Messi: Sigue sin poderle marcar al Real Madrid en Copa del Rey, sumando su octavo Clásico copero sin ver puerta. No fue tan decisivo ni letal como en otras ocasiones, pero supo siempre leer el partido y encontrar dónde podía hacer más daño al rival. No chutó ninguna vez a puerta, ya que se sacrificó en ataque, buscando tener más control y superioridad en el mediocampo. No le hizo ascos a presionar al rival y hasta recuperó un balón peligroso a Carvajal.
Luis Suárez: Protagonista absoluto en ataque al ser autor de dos goles y coautor de un tercero al provocar que Varane acabara metiéndose un gol en propia puerta. Su casi ‘hat trick’ llegó tras una primera parte ciertamente desoladora, donde apenas recibió un balón en condiciones. Sin embargo, tras el descanso Dembélé empezó a suministrarle gasolina y el charrúa lo aprovechó marcando un gol de killer, forzando el autogol del centran francés y provocando el pelnalti de Casemiro que certificó con una enorme vaselina al más puro estilo Panenka.
Dembélé: El francés se sacrificó por el equipo, colocándose casi como un interior izquierdo para frenar las subidas de Carvajal. Su trabajo defensivo fue vital para evitar más de un susto, sobre todo un balón que sacó dentro del área cuando llegaba franco para el remate de un rival. En la segunda parte se desquitó la timidez ofensiva y empezó a desplegar todas sus virtudes de desequilibrio y visión de juego, dejando en evidencia más de una vez a Carvajal. Regaló dos grandes asistencias a Luis Suárez.
Coutinho: Saltó al campo con el partido ya resuelto y en un escenario perfecto para desplegar todas sus habilidades. Sin embargo volvió a pecar de poco ambicioso, limitándose a controlar el partido. Eso sí, en defensa le puso intensidad.
Arturo Vidal: Los pocos balones que tocó el chileno los acabó perdiendo. En su favor hay que reconocer que tampoco eran balones fáciles de controlar.
Arthur: Apenas pudo participar cinco minutos. Salió para acabar de matar el partido, pero estaba ya muerto hace tiempo.
As
Ter Stegen: Partido apoteósico del guardameta alemán con tres intervenciones portentosas. La primera poniendo el cuerpo lo justo y necesario para quitarle espacios a Vinícius en su remate, la segunda con una parada de portero de balonmano a un remate a bocajarro de Benzema y la tercera a un remate de cabeza muy intencionado de Reguilón al que respondió con una estirada felina. Si a eso añadimos su seguridad en todos los balones aéreos y centros laterales, nos encontramos con su mejor actuación de la temporada. Le ha dado un buen regalo a su compañero bajo los palos, Jasper Cillessen, que podrá jugar la final de Copa.
Semedo: Sufrió de lo lindo a la hora de frenar a un impetuoso y habilidoso Vinícius, sin duda el jugador más peligroso del Real Madrid. Estuvo bien respaldado por Sergi Roberto a la hora de hacerle las coberturas y vigilar sus espaldas. El lateral portugués apenas se dibujó en ataque, ya que suficientes quebraderos de cabeza tenía con frenar al brasileño. Hizo lo que pudo, aunque en este caso la velocidad de Vinícius llegó a desbordarle en más de una ocasión.
Piqué: Sobresaliente partido el suyo. Ejemplar con el balón en los pies, contundente en la anticipación y muy atento a los movimientos de Benzema, al que maniató durante todo el partido. Sigue manteniendo su nivel de la temporada en todos los sentidos. Físicamente sigue sobrado, como demostró en la segunda parte cuando intentó ser la avanzadilla en más de un contragolpe.
Lenglet: El central francés regresó a la titularidad, cumpliendo con creces con el guión. Tuvo algún problema ante la presión alta del rival para sacar el balón y pecó de cierta falta de contundencia en los balones aéreos. Estuvo muy atento para darle un respiro a Alba cuando el lateral subía al ataque.
Alba: Superlativo partido el del lateral izquierdo del Barcelona. Está claro que con partidos así su renovación no es que esté encarrillada sino que se merece un cheque en blanco. Se multiplicó por toda la banda, siendo el primero a la hora de subir al ataque como el primero a la hora de recuperar posiciones. Evitó más de un contragolpe peligroso gracias a su capacidad de anticipación. El único error que cometió fue en un despeje defectuoso en el área que estuvo cerca de aprovecharlo Vinícius.
Sergio Busquets: Simplemente genial. Capaz de mover el equipo pese a estar prácticamente acorralado de hombres de blanco. Su capacidad de gestionar los tiempos y encontrar pases entre líneas fueron claves cuando el Real Madrid más estaba apretando. Fue sustituido en los últimos minutos para darle un respiro, pensando ya en el partido del sábado de Liga en el Bernabéu.
Sergi Roberto: Despliegue físico impresionante del canterano, que se puso el mono de trabajo para poner coto a las incursiones de Reguilón y Vinícius. Además intentó siempre que pudo dar un respiro a la presión del rival con sus incursiones poderosas por el mediocampo.
Rakitic: Su mejor partido de lo que llevamos de curso. Vital en todos los sentidos para aguantar el equilibrio en el mediocampo y buscar siempre soluciones a la hora de dar fluidez al juego. Recuperó decenas de balones y siempre encontró una solución correcta a todos los balones que le caían en los pies. Sergio Ramos le hizo un penalti de libro, pero ni protestó ni se quejó.
Messi: Sigue sin poderle marcar al Real Madrid en Copa del Rey, sumando su octavo Clásico copero sin ver puerta. No fue tan decisivo ni letal como en otras ocasiones, pero supo siempre leer el partido y encontrar dónde podía hacer más daño al rival. No chutó ninguna vez a puerta, ya que se sacrificó en ataque, buscando tener más control y superioridad en el mediocampo. No le hizo ascos a presionar al rival y hasta recuperó un balón peligroso a Carvajal.
Luis Suárez: Protagonista absoluto en ataque al ser autor de dos goles y coautor de un tercero al provocar que Varane acabara metiéndose un gol en propia puerta. Su casi ‘hat trick’ llegó tras una primera parte ciertamente desoladora, donde apenas recibió un balón en condiciones. Sin embargo, tras el descanso Dembélé empezó a suministrarle gasolina y el charrúa lo aprovechó marcando un gol de killer, forzando el autogol del centran francés y provocando el pelnalti de Casemiro que certificó con una enorme vaselina al más puro estilo Panenka.
Dembélé: El francés se sacrificó por el equipo, colocándose casi como un interior izquierdo para frenar las subidas de Carvajal. Su trabajo defensivo fue vital para evitar más de un susto, sobre todo un balón que sacó dentro del área cuando llegaba franco para el remate de un rival. En la segunda parte se desquitó la timidez ofensiva y empezó a desplegar todas sus virtudes de desequilibrio y visión de juego, dejando en evidencia más de una vez a Carvajal. Regaló dos grandes asistencias a Luis Suárez.
Coutinho: Saltó al campo con el partido ya resuelto y en un escenario perfecto para desplegar todas sus habilidades. Sin embargo volvió a pecar de poco ambicioso, limitándose a controlar el partido. Eso sí, en defensa le puso intensidad.
Arturo Vidal: Los pocos balones que tocó el chileno los acabó perdiendo. En su favor hay que reconocer que tampoco eran balones fáciles de controlar.
Arthur: Apenas pudo participar cinco minutos. Salió para acabar de matar el partido, pero estaba ya muerto hace tiempo.
