1x1 del Atleti: Costa zarandea a la Juve y Godín la decapita
El ariete saltó al campo encendido y desconcertó a los italianos mientras le aguantó el físico. El Atlético hizo trizas el poder aéreo italiano y el uruguayo deja a la Juve tocada.
Jorge García
As
Oblak. Respondió de forma magnífica en el minuto siete al libre directo lanzado por Cristiano, que buscaba la escuadra. No hubo necesidad de él hasta el 88', cuando volvió a negarle el gol a los italianos con una gran estirada sobre el disparo de Bernardeschi.
Juanfran. Cristiano le buscó sin mucha suerte. Simeone apeló a su sobriedad para un partido grande y estuvo correcto, entendiendo bien los momentos del partido y las sensaciones de su equipo. La vieja guardia respondió una vez más en una gran cita.
Giménez. Oportunísimo a los pies de Dybala en el 19’. Midió bien el juego aéreo y con paciencia en las posesiones largas de la Juventus, sin perder la concentración ni caer en los engaños. Además, dio un paso al frente en el área rival para resolver una embarullada jugada y marcar.
Godín. Concentradísimo de inicio, con muy buen sentido de la anticipación. La suya fue una batalla tremenda con Mandzukic. Jugó con mucha energía y fue así como en el 58’ desbarató una cabalgada peligrosa de Cristiano. Jugó con jerarquía y oficio. Partidazo. Lo era ya antes del gol.
Filipe. Estuvo muy comedido durante casi todo el partido, con poca asociación hasta que se internó con personalidad en el 70’ para meterle a Morata un centro al área, algo que le había faltado al Atlético hasta entonces. El ariete remató a gol, pero el VAR se lo anuló.
Saúl. Freno bien la zancada de Alex Sandro por su costado, haciendo que el brasileño se pensara mucho sus habituales subidas y, después, ayudó a Juanfran cuando Cristiano pensó en buscarle. Desde la derecha veía más limitado su perfil con balón y apareció menos, tanto por dentro como por fuera. Mucho sacrificio.
Rodrigo. Jugó con muchas precauciones para que no le sorprendiera ninguna diagonal al centro sobre su espalda. Su rigor era tal, que en alguna ocasión pecó de falta de profundidad en campo rival, pensando en la vuelta. Bien en corto, como siempre, y también en el juego aéreo. Una buena noche para seguir madurando y creciendo.
Thomas. En el 14’ contestó al zapatazo de Cristiano siete minutos antes, pero Szczesny blocó bien. Estuvo firme durante el primer tiempo, tomando responsabilidades y eligiendo bien, hasta que en el 45’ le hizo una entrada durísima a Dybala. Vio la amarilla y se pierde la vuelta. Eso le costó la sustitución en el 60’ para no correr riesgos.
Koke. Simeone le liberó de los golpeos en las jugadas de estrategia para preservarle físicamente. El esfuerzo habitual durante el primer tiempo, aunque falto de profundidad. Sin poder encontrar a Costa al espacio durante ese tramo. Salió más alto tras la reanudación, con buena presencia en campo rival en el mejor tramo del Atlético, pero las piernas ya no le daban para más.
Griezmann. Operó muy bien entre líneas, orientando bien los ataques en tres cuartos de campo, sin que ni Chiellini ni Bonucci acertaran a descifrar por dónde iba a aparecer. Además provocaba estrés en la salida de balón italiana con una muy bien seleccionada presión. En el 50’ encontró rápidamente a Costa al espacio y le dejó ante Szcesny y dos minutos después Szcesny desvió al travesaño su remate en vaselina.
Diego Costa. Comenzó ganando los dos primeros duelos y creando desconcierto. Vio la amarilla en el 7’ por no respetar la distancia en la barrera y se perderá el choque de vuelta, pero siguió sin inmutarse. Contagiando a sus compañeros y al público. Se vació desde el primer minuto. Ganaba prácticamente cada balón, dejando impotente a Bonucci y a los medios de la Juve. Casi le saca, incluso, el penalti a un ingenuo De Sciglio. En el 50’ tuvo su gran ocasión en una carrera con Bonucci, pero falló en la definición. Ahí se le acabó el resuello.
Morata. El plan era entrar fresco para aprovechar el desgaste al que Costa sometió a la zaga turinesa. Acertó en la primera que tuvo, aunque el VAR le echó una mano salvadora a la Juventus advirtiendo de un empujón sobre Chiellini. Pero su remate había sido inapelable.
Lemar. Entró con un Atlético estirado, con la intención de darle el último empujón en la zona de tres cuartos. No tuvo una buena entrada, con una imprecisión y un despiste, pero coincidió que con él en el campo llegaron los mejores momentos del Atlético.
Correa. Saltó al campo por un castigado Koke para acelerar al Atlético. Se acercó a Morata y trató desde ahí de inquietar.
Jorge García
As
Oblak. Respondió de forma magnífica en el minuto siete al libre directo lanzado por Cristiano, que buscaba la escuadra. No hubo necesidad de él hasta el 88', cuando volvió a negarle el gol a los italianos con una gran estirada sobre el disparo de Bernardeschi.
Juanfran. Cristiano le buscó sin mucha suerte. Simeone apeló a su sobriedad para un partido grande y estuvo correcto, entendiendo bien los momentos del partido y las sensaciones de su equipo. La vieja guardia respondió una vez más en una gran cita.
Giménez. Oportunísimo a los pies de Dybala en el 19’. Midió bien el juego aéreo y con paciencia en las posesiones largas de la Juventus, sin perder la concentración ni caer en los engaños. Además, dio un paso al frente en el área rival para resolver una embarullada jugada y marcar.
Godín. Concentradísimo de inicio, con muy buen sentido de la anticipación. La suya fue una batalla tremenda con Mandzukic. Jugó con mucha energía y fue así como en el 58’ desbarató una cabalgada peligrosa de Cristiano. Jugó con jerarquía y oficio. Partidazo. Lo era ya antes del gol.
Filipe. Estuvo muy comedido durante casi todo el partido, con poca asociación hasta que se internó con personalidad en el 70’ para meterle a Morata un centro al área, algo que le había faltado al Atlético hasta entonces. El ariete remató a gol, pero el VAR se lo anuló.
Saúl. Freno bien la zancada de Alex Sandro por su costado, haciendo que el brasileño se pensara mucho sus habituales subidas y, después, ayudó a Juanfran cuando Cristiano pensó en buscarle. Desde la derecha veía más limitado su perfil con balón y apareció menos, tanto por dentro como por fuera. Mucho sacrificio.
Rodrigo. Jugó con muchas precauciones para que no le sorprendiera ninguna diagonal al centro sobre su espalda. Su rigor era tal, que en alguna ocasión pecó de falta de profundidad en campo rival, pensando en la vuelta. Bien en corto, como siempre, y también en el juego aéreo. Una buena noche para seguir madurando y creciendo.
Thomas. En el 14’ contestó al zapatazo de Cristiano siete minutos antes, pero Szczesny blocó bien. Estuvo firme durante el primer tiempo, tomando responsabilidades y eligiendo bien, hasta que en el 45’ le hizo una entrada durísima a Dybala. Vio la amarilla y se pierde la vuelta. Eso le costó la sustitución en el 60’ para no correr riesgos.
Koke. Simeone le liberó de los golpeos en las jugadas de estrategia para preservarle físicamente. El esfuerzo habitual durante el primer tiempo, aunque falto de profundidad. Sin poder encontrar a Costa al espacio durante ese tramo. Salió más alto tras la reanudación, con buena presencia en campo rival en el mejor tramo del Atlético, pero las piernas ya no le daban para más.
Griezmann. Operó muy bien entre líneas, orientando bien los ataques en tres cuartos de campo, sin que ni Chiellini ni Bonucci acertaran a descifrar por dónde iba a aparecer. Además provocaba estrés en la salida de balón italiana con una muy bien seleccionada presión. En el 50’ encontró rápidamente a Costa al espacio y le dejó ante Szcesny y dos minutos después Szcesny desvió al travesaño su remate en vaselina.
Diego Costa. Comenzó ganando los dos primeros duelos y creando desconcierto. Vio la amarilla en el 7’ por no respetar la distancia en la barrera y se perderá el choque de vuelta, pero siguió sin inmutarse. Contagiando a sus compañeros y al público. Se vació desde el primer minuto. Ganaba prácticamente cada balón, dejando impotente a Bonucci y a los medios de la Juve. Casi le saca, incluso, el penalti a un ingenuo De Sciglio. En el 50’ tuvo su gran ocasión en una carrera con Bonucci, pero falló en la definición. Ahí se le acabó el resuello.
Morata. El plan era entrar fresco para aprovechar el desgaste al que Costa sometió a la zaga turinesa. Acertó en la primera que tuvo, aunque el VAR le echó una mano salvadora a la Juventus advirtiendo de un empujón sobre Chiellini. Pero su remate había sido inapelable.
Lemar. Entró con un Atlético estirado, con la intención de darle el último empujón en la zona de tres cuartos. No tuvo una buena entrada, con una imprecisión y un despiste, pero coincidió que con él en el campo llegaron los mejores momentos del Atlético.
Correa. Saltó al campo por un castigado Koke para acelerar al Atlético. Se acercó a Morata y trató desde ahí de inquietar.