Venezuela rechaza en la ONU el ultimátum de la UE: “¿Ocho días de qué?”

Estados Unidos y Rusia se enfrentan en una tensa sesión extraordinaria del Consejo de Seguridad para tratar la crisis del país caribeño

Sandro Pozzi
Nueva York, El País
Estados Unidos y Rusia han escenificado este sábado ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas un duro enfrentamiento por la crisis en Venezuela. El jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo, ha acusado a Moscú de sostener y proteger al “Estado mafioso ilegítimo” de Nicolás Maduro, al tiempo que ha pedido que se reconozca a Juan Guaidó como el líder para avanzar hacia la democracia. A lo que el representante ruso en la ONU, Vassily Nebenzia, ha respondido denunciando a Washington por “orquestar un intento de golpe de Estado”. Y en medio del intenso forcejeo, el ministro de Exteriores de Venezuela ha rechazado el plazo europeo para la celebración de elecciones, cargando de nuevo contra el presidente español, Pedro Sánchez.


Pompeo ha asegurado que ha llegado el momento de que los países “elijan de qué lado” están, si con las “las fuerzas de la libertad” o con “la liga de Maduro y su caos”. En este sentido, ha afirmado que “EE UU y sus socios son los auténticos amigos del pueblo venezolano”. Rusia, China, Siria, Irán y Cuba, añadió, respaldan un régimen que viola los derechos humanos de su propio pueblo. “Ninguno apoya la democracia”, ha advertido, “y usan este micrófono para condenar la injerencia externa”.

Pompeo también ha instado a todos los países a poner fin a sus transacciones financieras con el Gobierno de Maduro. "Esperamos también que cada una de esas naciones se aseguren de desconectar sus sistemas financieros del régimen de Maduro y permitan que los activos que pertenecen al pueblo venezolano vayan a los legítimos gobernantes de ese Estado", ha dicho.

EE UU ya trató de incluir a Venezuela en el programa de trabajo del Consejo de Seguridad cuando ocupó la presidencia en septiembre. Nikki Haley era entonces la embajadora de Washington ante la ONU. Rusia y China protestaron, al considerar que la crisis debía abordarse en la región, al no plantear un riesgo para la paz y la seguridad mundial. En mayo de 2017 ya se celebró una primera reunión a raíz de la represión durante las protestas, pero fue de carácter informal.

Rusia ha forzado este sábado un voto para intentar bloquear la sesión, al considerar que la iniciativa de EE UU representaba un abuso de su poder como país permanente. Nebenzia ha calificado la acción de “lamentable” y “deleznable”. "Es juego sucio", ha reiterado. Es más, ha considerado que lo que debería haber es una discusión sobre “la amenaza externa a Venezuela” y cómo EE UU trata de "desestabilizar" la región latinoamericana imponiendo "su voluntad a otros pueblos". También calificó de "provocación" que los países europeos impongan un plazo para celebrar las elecciones.

"¿Ocho días de qué?", se preguntó el ministro venezolano de Exteriores, Jorge Arreaza, desafiando el ultimátum, "¿por qué no convoca elecciones el presidente Pedro Sánchez?". Pidió así a Europa que "se dedique a sus cosas". "¿Dónde se les ocurre semejante acción injerencista y yo diría hasta infantil?", añadió al tiempo que denunció que estas maniobras dirigidas por la admnistración de Donald Trump pretenden estimular la acción de grupos violentos y forzar una intervención extranjera en el país. “EE UU está al frente del golpe de Estado”, afirmó el canciller, “se ven todas las costuras".

El cambio de régimen, reiteró el embajador ruso durante el debate, "es el juego preferido de EE UU". Moscú, como Pekín, tiene poder de veto. Washington, sin embargo, trata desde hace dos años de utilizar el órgano más poderoso de la ONU como altavoz para que la comunidad internacional presione para que se restaure el proceso democrático en el país. “Ahora tenemos un nuevo líder”, ha reiterado el secretario de Estado, “debe haber elecciones libres lo antes posible en Venezuela”.

Rusia y China, con el apoyo de Sudáfrica y Guinea Ecuatorial, sí lograron bloquear la adopción de una declaración de apoyo a la Asamblea Nacional como la única institución elegida democráticamente. La maniobra de EE UU, ha justificado el representante sudafricano, colocaría al país en el epicentro de un peligro duelo geopolítico. “Impidieron que se hable con una sola voz”, ha lamentado Pompeo, que espera que sus diplomáticos "sigan recibiendo las protecciones del Protocolo de Viena". "No pongan a prueba nuestra determinación para proteger a nuestra gente", ha advertido.

Reino Unido, representado por su viceministro de Exteriores, ha reiterado que Venezuela vive una situación de colapso total y que el único responsable de esta situación de penuria es Nicolás Maduro. “El mundo le ve y concluye que ya no es el presidente legítimo de Venezuela. Su corrupción, su engaño en las elecciones ya no son aceptables”, ha declarado en su intervención, “todos juntos podemos decir con claridad lo que debe pasar ahora”.

Francia también ha denunciado que las últimas elecciones no fueron ni legítimas ni creíbles y ha reclamado una nueva convocatoria electoral. Si no se responde a este llamamiento, ha advertido, se tomarán medidas para que se reconozca a Guaidó en su papel constitucional. En respuesta a Rusia, su representante ha dejado claro que “no se trata de una cuestión interna” cuando la crisis ha provocado tres millones de refugiados. Alemania, Bélgica, Polonia, República Dominicana y Perú se han expresado en los mismos términos.

Rosemary Di Carlo, responsable de la oficina de Asuntos Políticos de la ONU, ha dicho que el principal temor en este momento es que la situación se vaya de control y tenga consecuencias catastróficas. “Es un momento crucial”, ha advertido, al tiempo que ha pedido “moderación” para evitar una la escalada de violencia. La guía, ha concluido, debe ser el logro de una solución política para que sus ciudadanos gocen de paz, prosperidad y se respeten sus derechos humanos.

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