Un muerto y 10 heridos al abrir fuego colonos israelíes en una aldea palestina
El Ejército investiga los enfrentamientos registrados cerca de un asentamiento salvaje
Juan Carlos Sanz
Jerusalén, El País
Un grupo de colonos armados ha abierto fuego este sábado contra habitantes de la aldea palestina de Al Mughayir, al norte de Ramala. El tiroteo causó la muerte de Hamdi Naasan, de 38 años, que recibió un tiro por la espalda, según el Ministerio de Sanidad de la Autoridad Palestina, y causó heridas a 10 personas. Fuentes palestinas aseguraron que el Ejército israelí intervino también en los hechos, pero un inusual comunicado castrense precisó que fueron los civiles israelíes quienes dispararon y que sus fuerzas se limitaron a utilizar medios antidisturbios para disolver un enfrentamiento entre colonos y palestinos.
La agencia de noticias oficial palestina Wafa informó de que al menos uno de los heridos se encuentra hospitalizado en estado grave. El alcalde de Al Mughayir, Amin Abu Elaya, dijo que los colonos abrieron fuego contra varias casas en las afueras de la localidad. Vecinos consultados por el diario israelí Haaretz responsabilizaron de los hechos a los colonos del cercano asentamiento de Adi Ad, considerado ilegal por las propias autoridades israelíes al haber sido levantado sin autorización del Ejército.
La oficina de prensa de las Fuerzas Armadas indicó en un comunicado que, antes de que se produjera el ataque a la aldea palestina, se había registrado una pelea entre un grupo de palestinos y varios colonos, uno de lo cuales sufrió heridas leves que no precisaron atención médica. Poco después se produjo otro enfrentamiento en Al Mughayir en el que civiles israelíes dispararon munición real. El Ejército ha abierto una investigación sobre los hechos.
“Israel continúa una política de escalada de tensión que está creando una atmósfera peligrosa e incontrolable”, señaló un comunicado de la presidencia de la Autoridad Palestina. “Consideramos al Gobierno de Israel responsable de este crimen”, acusó el secretario general de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Saeb Erekat, a través de Twitter.
En viernes murió a consecuencia de los disparos de las tropas el adolescente palestino Ayman Hamad, de 16 años, cerca de la localidad de Silwad, situada también en la provincia de Ramala. Los portavoces militares sostienen que el muchacho estaba tirando piedras a los vehículos que transitaban por la carretera 60, que a atraviesa de norte a sur Cisjordania, territorio ocupado militarmente por Israel desde 1967.
Más de 400.000 colonos judíos se han asentado durante el último medio siglo en más de un centenar de colonias en Cisjordania, donde el 60% del territorio se halla bajo control de Israel tras los Acuerdos de Oslo de 1993. Hace dos años, la Kneset (Parlamento) aprobó una ley para la regularización de 53 asentamientos salvajes construidos sin autorización israelí sobre propiedad privada palestina. Su legalización con efectos retroactivos implicará la expropiación forzosa de unas 800 hectáreas donde se han edificado cerca de 4.000 viviendas sin ningún aval oficial.
Para la comunidad internacional, todos los asentamientos israelíes son ilegales. El Consejo de Seguridad de la ONU reafirmó por última vez en diciembre de 2016 en la resolución 2334 que todas las colonias –incluidas las de Jerusalén Este, donde viven otros 200.000 colonos judíos–, carecen de validez legal.
Juan Carlos Sanz
Jerusalén, El País
Un grupo de colonos armados ha abierto fuego este sábado contra habitantes de la aldea palestina de Al Mughayir, al norte de Ramala. El tiroteo causó la muerte de Hamdi Naasan, de 38 años, que recibió un tiro por la espalda, según el Ministerio de Sanidad de la Autoridad Palestina, y causó heridas a 10 personas. Fuentes palestinas aseguraron que el Ejército israelí intervino también en los hechos, pero un inusual comunicado castrense precisó que fueron los civiles israelíes quienes dispararon y que sus fuerzas se limitaron a utilizar medios antidisturbios para disolver un enfrentamiento entre colonos y palestinos.
La agencia de noticias oficial palestina Wafa informó de que al menos uno de los heridos se encuentra hospitalizado en estado grave. El alcalde de Al Mughayir, Amin Abu Elaya, dijo que los colonos abrieron fuego contra varias casas en las afueras de la localidad. Vecinos consultados por el diario israelí Haaretz responsabilizaron de los hechos a los colonos del cercano asentamiento de Adi Ad, considerado ilegal por las propias autoridades israelíes al haber sido levantado sin autorización del Ejército.
La oficina de prensa de las Fuerzas Armadas indicó en un comunicado que, antes de que se produjera el ataque a la aldea palestina, se había registrado una pelea entre un grupo de palestinos y varios colonos, uno de lo cuales sufrió heridas leves que no precisaron atención médica. Poco después se produjo otro enfrentamiento en Al Mughayir en el que civiles israelíes dispararon munición real. El Ejército ha abierto una investigación sobre los hechos.
“Israel continúa una política de escalada de tensión que está creando una atmósfera peligrosa e incontrolable”, señaló un comunicado de la presidencia de la Autoridad Palestina. “Consideramos al Gobierno de Israel responsable de este crimen”, acusó el secretario general de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Saeb Erekat, a través de Twitter.
En viernes murió a consecuencia de los disparos de las tropas el adolescente palestino Ayman Hamad, de 16 años, cerca de la localidad de Silwad, situada también en la provincia de Ramala. Los portavoces militares sostienen que el muchacho estaba tirando piedras a los vehículos que transitaban por la carretera 60, que a atraviesa de norte a sur Cisjordania, territorio ocupado militarmente por Israel desde 1967.
Más de 400.000 colonos judíos se han asentado durante el último medio siglo en más de un centenar de colonias en Cisjordania, donde el 60% del territorio se halla bajo control de Israel tras los Acuerdos de Oslo de 1993. Hace dos años, la Kneset (Parlamento) aprobó una ley para la regularización de 53 asentamientos salvajes construidos sin autorización israelí sobre propiedad privada palestina. Su legalización con efectos retroactivos implicará la expropiación forzosa de unas 800 hectáreas donde se han edificado cerca de 4.000 viviendas sin ningún aval oficial.
Para la comunidad internacional, todos los asentamientos israelíes son ilegales. El Consejo de Seguridad de la ONU reafirmó por última vez en diciembre de 2016 en la resolución 2334 que todas las colonias –incluidas las de Jerusalén Este, donde viven otros 200.000 colonos judíos–, carecen de validez legal.