San Siro ya olvidó a Higuaín: Piatek es su nuevo rey

El delantero polaco eliminó al Nápoles de la Copa italiana con un extraordinario doblete que clasifica al Milán a las semifinales. Lleva 21 goles en 23 partidos

Mirko Calemme
As
Krzysztof Piatek ya conquistó San Siro y su primera, gran ovación: gracias a un doblete de su nuevo fichaje, el Milán eliminó al Nápoles con un merecido 2-0, clasificándose a las semifinales de la Copa italiana, única fase de la competición con partidos de ida y vuelta. Ancelotti, sin el lesionado Albiol y con Callejón en el banquillo, buscaba un enfrentamiento distinto al del sábado (que terminó 0-0), con un mediocampo (Fabián, Allan, Diawara, Zielinski), mucho más prudente. Gattuso, por su parte, pareció calificar, como todo el ‘milanismo’ (el Meazza estaba medio vacío) la Copa italiana más un estorbo que un objetivo: su once, en cambio, mostró todo lo contrario.


El técnico rossonero dejó fuera a Suso y Calhanoglu, apostando por Castillejo y Piatek, en su estreno como titular con la nueva camiseta. El polaco no desperdició la ocasión, y demostró una vez más porque media Europa (Real Madrid incluido) le sondeó en las últimas semanas: aprovechando dos regalos de la zaga sureña (Maksimovic hizo notar, y mucho, la ausencia de Albiol), el punta marcó dos goles en 45 minutos.

El primero lo realizó gracias a un pase largo de Laxalt que le puso, con la complicidad de sus rivales, solo ante Meret; el segundo lo hizo encarándose a un gigante como Koulibaly y encandilando todo San Siro con un potente derechazo. Con estas, llegó a 21 dianas en 23 partidos oficiales disputados en este curso, su primero en Italia. Los 35 millones que desembolsaron los rossoneri, considerando también su edad (apenas 23 años) se han convertido en un chollo: el adiós de Higuaín ya es un recuerdo lejano.

El equipo azzurro, que este año consideraba la Copa un objetivo vital, nunca supo reaccionar al mazazo: Insigne lo intentó sin ganas ni puntería, a Milik apenas le llegaron balones y tampoco Mertens, Ounas y Callejón, que entraron en la reanudación, cambiaron el rumbo del choque. El Nápoles de Ancelotti, cuya eliminación en el grupo de la muerte de la Champions fue aceptada con orgullo, vivió así su primera, gran decepción:ahora le queda el 'comodín' de la Europa League. El Milán, que en la segunda parte solo tuvo que defenderse con orden para sellar sin apuros el pase a la semifinal (espera al ganador del Lazio-Inter), celebró un triunfo inesperado y, sobre todo, su nueva estrella. La era Piatek ha comenzado.

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