Paliza histórica al Roma
La Fiorentina vapulea al equipo capitalino en la Copa de Italia y se planta en semifinales con hat-trick de Chiesa y dos de Giovanni Simeone. Dzeko fue expulsado.
Mirko Calemme
As
El Roma vive una de las peores tardes de su historia: la Fiorentina destrozó a los giallorossi con un 7-1 que le clasifica a las semifinales de la Copa italiana (ante el ganador del Atalanta-Juve) y se suma a las humillaciones con el mismo resultado que le endosaron a los capitalinos tanto el Manchester United (en 2007) como Bayern de Múnich (en 2014).
El hombre del día fue, sin duda, Federico Chiesa: el italiano, una mezcla de técnica, potencia, inteligencia y fantasía, parece haber llegado a su madurez, a su versión definitiva, cuando todavía no cumplió 22 años. Mancini, que le observó asombrado en las gradas del Franchi, ya tiene el hombre clave para el futuro de su Italia.
El extremo había marcado dos goles ya después de 18 minutos (el segundo, con una preciosa vaselina), aunque los de Di Francesco tuvieron la ilusión de volver a meterse en el partido poco después, gracias a un tanto de Kolarov. Ni el tiempo de imaginar la remontada y Muriel, con su cuarto gol en cuatro partidos de viola, volvió a alargar las distancias.
En la reanudación hubo algo de equilibrio hasta el minuto 66 (Zaniolo, otra vez él, fue el último en rendirse), cuando empezó el vendaval de la Fiorentina: Benassi firmó el 4-1, Dzeko perdió los papeles protestando y fue expulsado (podrían caerle varios partidos) y Chiesa completó su hat-trick, el primero de la carrera, con un zurdazo cruzado. En los últimos diez minutos también hubo espacio para el doblete de Gio Simeone, que se ensañó sobre una zaga giallorossa ya totalmente ausente. La humillación estaba completa: para los romanisti, la pesadilla del ‘7-1’ ha vuelto.
Mirko Calemme
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El Roma vive una de las peores tardes de su historia: la Fiorentina destrozó a los giallorossi con un 7-1 que le clasifica a las semifinales de la Copa italiana (ante el ganador del Atalanta-Juve) y se suma a las humillaciones con el mismo resultado que le endosaron a los capitalinos tanto el Manchester United (en 2007) como Bayern de Múnich (en 2014).
El hombre del día fue, sin duda, Federico Chiesa: el italiano, una mezcla de técnica, potencia, inteligencia y fantasía, parece haber llegado a su madurez, a su versión definitiva, cuando todavía no cumplió 22 años. Mancini, que le observó asombrado en las gradas del Franchi, ya tiene el hombre clave para el futuro de su Italia.
El extremo había marcado dos goles ya después de 18 minutos (el segundo, con una preciosa vaselina), aunque los de Di Francesco tuvieron la ilusión de volver a meterse en el partido poco después, gracias a un tanto de Kolarov. Ni el tiempo de imaginar la remontada y Muriel, con su cuarto gol en cuatro partidos de viola, volvió a alargar las distancias.
En la reanudación hubo algo de equilibrio hasta el minuto 66 (Zaniolo, otra vez él, fue el último en rendirse), cuando empezó el vendaval de la Fiorentina: Benassi firmó el 4-1, Dzeko perdió los papeles protestando y fue expulsado (podrían caerle varios partidos) y Chiesa completó su hat-trick, el primero de la carrera, con un zurdazo cruzado. En los últimos diez minutos también hubo espacio para el doblete de Gio Simeone, que se ensañó sobre una zaga giallorossa ya totalmente ausente. La humillación estaba completa: para los romanisti, la pesadilla del ‘7-1’ ha vuelto.