Malcom y Coutinho, 200 millones de euros en la picota
El ex del Girondins por falta de calidad y el ex del Liverpool por decepcionante quedan cada día más en evidencia y con la espada de Damocles sobre su cabeza.
Juan Jiménez
As
El desastre del Barça en Sevilla tuvo muchos nombres propios, pero ningunos como los de Malcom y Coutinho. El extremo criado en Buraco Quente certificó que, a excepción de aquella aparición angelical en el Giuseppe Meazza, no está todavía para el Barça. Malcom perdió 17 balones en el Sánchez Pizjuán pero eso no fue lo peor. Como en casi todos los partidos que ha jugado, evidenció una falta de nivel alarmante para lo que se requiere en el Barça. Voluntad le pone toda, pero le falta categoría. El partido que jugó en Sevilla le dejó tocadísimo. No tuvo que ver siquiera con el gol que falló en la primera parte, a puerta vacía y con su pierna natural. Es un asunto de nivel y sensaciones y no viene ya de un partido.
Pero es posible que lo de Coutinho sea peor. Nada más salir, el ex del Liverpool tuvo una oportunidad inmejorable de hacer el 1-1. Abierta la defensa del Sevilla en un mal movimiento defensivo, tuvo la oportunidad de perfilarse y encontrar el mejor ángulo de disparo de sus características. Pero Coutinho, perjudicado eso sí por el despeje de Kjaer, falló. Otra vez cabizbajo y con poco espíritu, lo siguiente que hizo fue perder un balón que terminó en el 2-0. Una jugada que, más allá del desenlace, fue el vivo retrato de un jugador apocado que observó el final de la jugada resignado. Si Coutinho había aparecido en el campo junto a Suárez para provocar un efecto disuasorio sobre el Sevilla y temor en los rivales, eso no pasó.
Que el Barça le buscará un sitio a Malcom, por el que pagó 41 millones de euros, ya es un secreto a voces. Lo suyo no parece cuestión de adaptación ni tiempo sino de nivel. Lo de Coutinho tiene aún más calado. Fichaje estratégico del Barça, primero se ha descubierto que no es el relevo natural de Iniesta porque no tiene la condición para jugar de interior. Y ahora ya está en duda hasta su nivel de desequilibrio y de hacer la diferencia, ese por el cual el Barça pagó 160 millones de euros al Liverpool. Recién confirmada la llegada de De Jong (86 millones de euros), el runrún sobre una posible salida en verano empieza a ser algo más que humo. Partidos como el de Sevilla le ponen en la rampa de salida.
Malcom y Coutinho, 200 millones en la picota en el Barça.
Juan Jiménez
As
El desastre del Barça en Sevilla tuvo muchos nombres propios, pero ningunos como los de Malcom y Coutinho. El extremo criado en Buraco Quente certificó que, a excepción de aquella aparición angelical en el Giuseppe Meazza, no está todavía para el Barça. Malcom perdió 17 balones en el Sánchez Pizjuán pero eso no fue lo peor. Como en casi todos los partidos que ha jugado, evidenció una falta de nivel alarmante para lo que se requiere en el Barça. Voluntad le pone toda, pero le falta categoría. El partido que jugó en Sevilla le dejó tocadísimo. No tuvo que ver siquiera con el gol que falló en la primera parte, a puerta vacía y con su pierna natural. Es un asunto de nivel y sensaciones y no viene ya de un partido.
Pero es posible que lo de Coutinho sea peor. Nada más salir, el ex del Liverpool tuvo una oportunidad inmejorable de hacer el 1-1. Abierta la defensa del Sevilla en un mal movimiento defensivo, tuvo la oportunidad de perfilarse y encontrar el mejor ángulo de disparo de sus características. Pero Coutinho, perjudicado eso sí por el despeje de Kjaer, falló. Otra vez cabizbajo y con poco espíritu, lo siguiente que hizo fue perder un balón que terminó en el 2-0. Una jugada que, más allá del desenlace, fue el vivo retrato de un jugador apocado que observó el final de la jugada resignado. Si Coutinho había aparecido en el campo junto a Suárez para provocar un efecto disuasorio sobre el Sevilla y temor en los rivales, eso no pasó.
Que el Barça le buscará un sitio a Malcom, por el que pagó 41 millones de euros, ya es un secreto a voces. Lo suyo no parece cuestión de adaptación ni tiempo sino de nivel. Lo de Coutinho tiene aún más calado. Fichaje estratégico del Barça, primero se ha descubierto que no es el relevo natural de Iniesta porque no tiene la condición para jugar de interior. Y ahora ya está en duda hasta su nivel de desequilibrio y de hacer la diferencia, ese por el cual el Barça pagó 160 millones de euros al Liverpool. Recién confirmada la llegada de De Jong (86 millones de euros), el runrún sobre una posible salida en verano empieza a ser algo más que humo. Partidos como el de Sevilla le ponen en la rampa de salida.
Malcom y Coutinho, 200 millones en la picota en el Barça.