Godoy Cruz 0-4 River Plate / Regreso a la normalidad
El Millonario fue superior a su rival de principio a fin y se reencontró con la victoria que necesitaba para recuperar la confianza en la Superliga.
Nicolás Mirelman
As
Las tres derrotas en fila parecieron calar hondo en el orgullo del equipo de Marcelo Gallardo que, respondiendo a su obligación, salió decidido a llevarse los tres puntos ante el Tomba, en el Estadio Malvinas Argentinas.
Con Exequiel Palacios como eje futbolístico y nexo entre el mediocampo y la delantera, el Millonario se reencontró con su mejor nivel y pudo plasmarlo en el marcador en el primer tiempo, aunque primero debió sufrir cuando Juan Andrada estrelló un tiro libre contra el palo izquierdo de Franco Armani.
Luego de eso, el arquero riverplatense no tuvo mucho más trabajo y el dominio del campeón de América fue absoluto. Un encendido Rafael Borré recuperó en campo contrario y Lucas Pratto capitalizó la primera gran asistencia de Palacios para poner, de zurda, el 1-0.
Poco después, el tucumano también le cedió el segundo al delantero colombiano, quien convirtió sin problemas, pero su tanto fue mal anulado por una presunta posición adelantada que no existió. La revancha, de todas formas, llegaría minutos más tarde.
River usaba todo el ancho de la cancha, hacía daño por los costados y, en uno de los avances, Borré enganchó, Nahuel Arena tocó la pelota con la mano y el propio Rafa anotó desde los 11 metros.
El conjunto local no hacía pie y, para colmo, se quedó con un hombre menos cuando Tomás Cardona le puso la plancha a la altura de la cabeza a Gonzalo Montiel. Desde entonces, definitivamente no hubo más partido.
Apenas comenzado el complemento, Pratto liquidó el pleito con un preciso cabezazo luego de un centro de Milton Casco. En adelante, los del Muñeco se dedicaron a manejar los tiempos, atacar sin urgencias y llevar el juego lejos de su territorio. Las chances se sucedieron hasta que el ingresado Matías Suárez decoró el resultado con una resolución exquisita dentro del área.
En Mendoza, River goleó, jugó bien y dio señales positivas en el afán de volver a ser el que levantó hace poco menos de dos meses la Copa Libertadores. El domingo, en Liniers, tendrá una buena medida ante el duro Vélez de Gabriel Heinze, para saber dónde está parado.
Nicolás Mirelman
As
Las tres derrotas en fila parecieron calar hondo en el orgullo del equipo de Marcelo Gallardo que, respondiendo a su obligación, salió decidido a llevarse los tres puntos ante el Tomba, en el Estadio Malvinas Argentinas.
Con Exequiel Palacios como eje futbolístico y nexo entre el mediocampo y la delantera, el Millonario se reencontró con su mejor nivel y pudo plasmarlo en el marcador en el primer tiempo, aunque primero debió sufrir cuando Juan Andrada estrelló un tiro libre contra el palo izquierdo de Franco Armani.
Luego de eso, el arquero riverplatense no tuvo mucho más trabajo y el dominio del campeón de América fue absoluto. Un encendido Rafael Borré recuperó en campo contrario y Lucas Pratto capitalizó la primera gran asistencia de Palacios para poner, de zurda, el 1-0.
Poco después, el tucumano también le cedió el segundo al delantero colombiano, quien convirtió sin problemas, pero su tanto fue mal anulado por una presunta posición adelantada que no existió. La revancha, de todas formas, llegaría minutos más tarde.
River usaba todo el ancho de la cancha, hacía daño por los costados y, en uno de los avances, Borré enganchó, Nahuel Arena tocó la pelota con la mano y el propio Rafa anotó desde los 11 metros.
El conjunto local no hacía pie y, para colmo, se quedó con un hombre menos cuando Tomás Cardona le puso la plancha a la altura de la cabeza a Gonzalo Montiel. Desde entonces, definitivamente no hubo más partido.
Apenas comenzado el complemento, Pratto liquidó el pleito con un preciso cabezazo luego de un centro de Milton Casco. En adelante, los del Muñeco se dedicaron a manejar los tiempos, atacar sin urgencias y llevar el juego lejos de su territorio. Las chances se sucedieron hasta que el ingresado Matías Suárez decoró el resultado con una resolución exquisita dentro del área.
En Mendoza, River goleó, jugó bien y dio señales positivas en el afán de volver a ser el que levantó hace poco menos de dos meses la Copa Libertadores. El domingo, en Liniers, tendrá una buena medida ante el duro Vélez de Gabriel Heinze, para saber dónde está parado.