Europa lanza un mecanismo de pagos para esquivar las sanciones comerciales de Donald Trump a Irán
La jefa de la diplomacia de la UE defiende el acuerdo nuclear con Teherán como "clave para la seguridad de la región"
Lluís Pellicer
Bucarest, El País
La Unión Europea sigue tratando de salvar el acuerdo nuclear con Irán a pesar de los efectos de las sanciones impuestas al país por Estados Unidos. Francia, Alemania y Reino Unido anunciaron este jueves la creación de un mecanismo de pagos para que las empresas europeas puedan esquivar el control —y el castigo— norteamericano sobre operaciones comerciales “lícitas”. Federica Mogherini, jefa de la diplomacia europea, defendió que el acuerdo con Teherán “está funcionando”.
Teherán llevaba semanas urgiendo a la UE a poner en marcha un mecanismo efectivo para mantener el pulso económico exterior tras las sanciones impuestas por Donald Trump. El presidente estadounidense, en una de las decisiones más controvertidas de su mandato, solventó romper el acuerdo nuclear y restablecer “al máximo nivel” las sanciones contra el régimen.
Las consecuencias fueron inmediatas. En cuestión de horas, el sistema internacional de comunicación interbancaria Swift anunció el cierre del acceso a varios bancos iraníes, lo que dejaba prácticamente aislado al sistema financiero del país.
La UE se desmarcó de la decisión de Trump y trató de que sus empresas pudieran operar con Irán esquivando la lupa de EE UU, lo cual podía acarrearles incluso perder el acceso al mercado nortamericano. A pesar de que intentó abrir vías a través del Banco Europeo de Inversión incluyendo a Irán entre sus países beneficiarios, los sectores clave de la economía de Irán se resentían. Es el caso del sector energétio, donde el dominio del dólar es absoluto.
Francia, Alemania y Reino Unido —los países europeos del grupo negociador con Irán— trabajaron desde verano en la creación de un Vehículo con Cometido Especial (SPV por su nombre en inglés, Special Purpose Vehicle). Este jueves, tras la primera jornada de la reunión informal de ministros de Exteriores de Bucarest, los jefes de la diplomacia de los tres países anunciaron su constitución.
El titular francés, Jean-Yves Le Drian, explicó que el nuevo instrumento, con sede en París, facilitará el “comercio legítimo” entre las empresas europeas e Irán. La puesta en marcha del vehículo, bautizado como INSTEX, está pendiente todavía de detalles técnicos y de la creación de una contraparte en Irán.
Primero, productos esenciales
Una vez constituido, añadió Le Drian, se empezará a canalizar los intercambios de las industrias “más esenciales para la población iraní”, como los productos farmacéuticos, los dispositivos médicos y los productos agroalimentarios. Fuentes diplomáticas explicaron que la intención de los tres países es ir ampliando el foco de sectores y también de países que puedan usar ese mecanismo de pagos.
Sin embargo, fuentes consultadas mostraron escepticismo en cuanto a la eficacia de ese vehículo para las grandes corporaciones europeas —como British Airways, Total, Siemenes o Meliá—, que tal vez no querrán arriesgarse a perder la posibilidad de hacer negocios en Estados Unidos. Sí consideraron, en cambio, que pueden beneficiarse de esa medida pequeñas y medianas empresas que tal vez no tienen presencia en Norteamérica pero sí mantienen relaciones comerciales con Irán.
La UE considera, en cualquier caso, que ese sistema forma parte de las obligaciones adquiridas a raíz del acuerdo nuclear con Irán. En especial, recordó Mogherini, cuando los 13 últimos informes del Organismo Internacional de la Energía Atómica arrojan que el cumplimiento por parte de Irán es “pleno”. “Es un elemento clave para la seguridad de la región”, concluyó la Alta Representate de Asuntos Exteriores de la Unión Europea.
A pesar del apoyo al tratado nuclear, la UE no ha dudado en imponer sanciones a Irán cuando ha considerado que sus acciones suponían una deriva autoritaria. Así lo hizo después de que Holanda acusara a Teherán de haber orquestado el asesinato de dos ciudadanos de origen iraní en suelo holandés en 2015 y 2017. Las sanciones consisten en incluir a dos iraníes y una entidad dependiente del Ministerio de Seguridad de ese país en la lista terrorista de la UE.
Lluís Pellicer
Bucarest, El País
La Unión Europea sigue tratando de salvar el acuerdo nuclear con Irán a pesar de los efectos de las sanciones impuestas al país por Estados Unidos. Francia, Alemania y Reino Unido anunciaron este jueves la creación de un mecanismo de pagos para que las empresas europeas puedan esquivar el control —y el castigo— norteamericano sobre operaciones comerciales “lícitas”. Federica Mogherini, jefa de la diplomacia europea, defendió que el acuerdo con Teherán “está funcionando”.
Teherán llevaba semanas urgiendo a la UE a poner en marcha un mecanismo efectivo para mantener el pulso económico exterior tras las sanciones impuestas por Donald Trump. El presidente estadounidense, en una de las decisiones más controvertidas de su mandato, solventó romper el acuerdo nuclear y restablecer “al máximo nivel” las sanciones contra el régimen.
Las consecuencias fueron inmediatas. En cuestión de horas, el sistema internacional de comunicación interbancaria Swift anunció el cierre del acceso a varios bancos iraníes, lo que dejaba prácticamente aislado al sistema financiero del país.
La UE se desmarcó de la decisión de Trump y trató de que sus empresas pudieran operar con Irán esquivando la lupa de EE UU, lo cual podía acarrearles incluso perder el acceso al mercado nortamericano. A pesar de que intentó abrir vías a través del Banco Europeo de Inversión incluyendo a Irán entre sus países beneficiarios, los sectores clave de la economía de Irán se resentían. Es el caso del sector energétio, donde el dominio del dólar es absoluto.
Francia, Alemania y Reino Unido —los países europeos del grupo negociador con Irán— trabajaron desde verano en la creación de un Vehículo con Cometido Especial (SPV por su nombre en inglés, Special Purpose Vehicle). Este jueves, tras la primera jornada de la reunión informal de ministros de Exteriores de Bucarest, los jefes de la diplomacia de los tres países anunciaron su constitución.
El titular francés, Jean-Yves Le Drian, explicó que el nuevo instrumento, con sede en París, facilitará el “comercio legítimo” entre las empresas europeas e Irán. La puesta en marcha del vehículo, bautizado como INSTEX, está pendiente todavía de detalles técnicos y de la creación de una contraparte en Irán.
Primero, productos esenciales
Una vez constituido, añadió Le Drian, se empezará a canalizar los intercambios de las industrias “más esenciales para la población iraní”, como los productos farmacéuticos, los dispositivos médicos y los productos agroalimentarios. Fuentes diplomáticas explicaron que la intención de los tres países es ir ampliando el foco de sectores y también de países que puedan usar ese mecanismo de pagos.
Sin embargo, fuentes consultadas mostraron escepticismo en cuanto a la eficacia de ese vehículo para las grandes corporaciones europeas —como British Airways, Total, Siemenes o Meliá—, que tal vez no querrán arriesgarse a perder la posibilidad de hacer negocios en Estados Unidos. Sí consideraron, en cambio, que pueden beneficiarse de esa medida pequeñas y medianas empresas que tal vez no tienen presencia en Norteamérica pero sí mantienen relaciones comerciales con Irán.
La UE considera, en cualquier caso, que ese sistema forma parte de las obligaciones adquiridas a raíz del acuerdo nuclear con Irán. En especial, recordó Mogherini, cuando los 13 últimos informes del Organismo Internacional de la Energía Atómica arrojan que el cumplimiento por parte de Irán es “pleno”. “Es un elemento clave para la seguridad de la región”, concluyó la Alta Representate de Asuntos Exteriores de la Unión Europea.
A pesar del apoyo al tratado nuclear, la UE no ha dudado en imponer sanciones a Irán cuando ha considerado que sus acciones suponían una deriva autoritaria. Así lo hizo después de que Holanda acusara a Teherán de haber orquestado el asesinato de dos ciudadanos de origen iraní en suelo holandés en 2015 y 2017. Las sanciones consisten en incluir a dos iraníes y una entidad dependiente del Ministerio de Seguridad de ese país en la lista terrorista de la UE.